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Capítulo 1

1 Y LLAMANDO Jehová a Moisés, le habló desde el Tabernáculo de Reunión, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de vosotros quisiere presentar oblación a Jehová, si fuere ésta de ganado, traerá su oblación de la vacada o del rebaño.

3 Si fuere su oblación holocausto tomado de la vacada, presentará a este efecto un macho sin tacha: a la entrada del Tabernáculo de Reunión lo presentará; para que sea acepto en favor suyo delante de Jehová. 4 Luego pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y será acepto en favor suyo, para hacer expiación por él. 5 En seguida será degollado el novillo delante de Jehová: y los hijos de Aarón, los sacerdotes, presentarán la sangre, y rociarán la sangre en derredor sobre el altar que está a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 6 Luego será desollado el holocausto, y se le cortará en sus piezas apropiadas. 7 Entonces los hijos de Aarón, los sacerdotes, dispondrán el fuego sobre el altar, y arreglarán la leña sobre el fuego. 8 Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, pondrán en orden las piezas, juntamente con la cabeza y el sebo, sobre la leña que habrá sobre el fuego que está encima del altar; 9 y, después de lavados en agua los intestinos y las piernas, el sacerdote hará consumir el todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

10 Y si fuere su oblación holocausto del rebaño, es decir, de las ovejas o de las cabras, presentará a este efecto un macho sin tacha; 11 el cual será degollado al lado septentrional del altar, delante de Jehová: y los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán su sangre sobre el altar en derredor. 12 En seguida se le cortará en sus piezas apropiadas, con su cabeza y su sebo. El sacerdote entonces los pondrá en orden sobre la leña que habrá sobre el fuego, que está encima del altar; 13 y, después de lavados en agua los intestinos y las piernas, el sacerdote presentará el todo, y lo hará consumir sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

14 Mas si su oblación fuere de aves para holocausto a Jehová, presentará su oblación de tórtolas o de palominos: 15 y el sacerdote la traerá al altar; y de una uñada le cortará la cabeza, la cual hará consumir sobre el altar, después de exprimida la sangre sobre las paredes del altar. 16 Luego le quitará el buche, con la suciedad que contenga, y lo echará al lado oriental del altar, en el lugar de las cenizas. 17 En seguida la partirá por entre las alas, mas no la dividirá del todo; y el sacerdote la hará consumir sobre el altar, encima de la leña que estará sobre el fuego: holocausto es, ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

Capítulo 2

1 Y CUANDO alguno quisiere presentar a Jehová oblación de ofrenda vegetal, de flor de harina será su oblación. Y derramará aceite sobre ella, y pondrá sobre ella olíbano: 2 y la traerá a uno de los sacerdotes, hijos de Aarón; el cual tomará de ello su puño lleno de la flor de harina, y del aceite de la oblación, con todo su olíbano; y el sacerdote hará consumir esto por memorial sobre el altar; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová. 3 Y lo que sobrare de la ofrenda vegetal será de Aarón y sus hijos; es cosa sacratísima de las ofrendas encendidas de Jehová.

4 Y si quisieres presentar oblación de ofrenda vegetal de lo cocido en horno, será de tortas ázimas de flor de harina mezclada con aceite, o de hojaldres ázimos untados con aceite.

5 Y si fuere tu oblación ofrenda vegetal de lo cocido en sartén, será de flor de harina, sin levadura, mezclada con aceite; 6 la cual harás pedazos, y derramarás sobre ella aceite: ofrenda vegetal es.

7 Y si fuere tu oblación ofrenda vegetal de lo cocido en cazuela, será hecha de flor de harina con aceite. 8 Y traerás a Jehová la ofrenda vegetal que sea hecha de estas cosas; la cual será presentada al sacerdote, y él la acercará al altar. 9 Y tomará el sacerdote de la ofrenda vegetal su memorial, y lo hará consumir sobre el altar; ofrenda encendida de olor grato a Jehová. 10 Y lo restante de la ofrenda vegetal será de Aarón y de sus hijos; es cosa sacratísima de las ofrendas encendidas de Jehová.

11 Ninguna ofrenda vegetal que presentareis a Jehová será preparada con levadura; porque no haréis consumir ninguna cosa hecha con levadura, ni con miel, por ofrenda. encendida a Jehová. 12 Como oblación de los primeros frutos, presentaréis tales ofrendas a Jehová; pero no han de ponerse sobre el altar como olor grato.

13 Y sazonarás con sal toda oblación de tus ofrendas vegetales; y nunca dejarás que falte de tus ofrendas vegetales la sal del pacto de tu Dios. Con toda oblación tuya presentarás sal.

14 Y si presentares a Jehová ofrenda vegetal de primicias, presentarás espigas tostadas a fuego, espigas nuevas machacadas, por ofrenda vegetal de primicias. 15 Y echarás sobre ellas aceite, y pondrás sobre ellas olíbano: ofrenda vegetal es. 16 Y el sacerdote hará consumir, como memorial de ella, parte de su grano machacado y de su aceite, además de todo su olíbano: es ofrenda encendida a Jehová.

Capítulo 3

1 Y SI fuere su oblación sacrificio de paces, si la presentare de la vacada, sea macho o hembra, la presentará sin tacha delante de Jehová. 2 Y pondrá la mano sobre la cabeza de su oblación, la cual será degollada a la entrada del Tabernáculo de Reunión: y los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán la sangre sobre el altar en derredor. 3 Luego presentarán del sacrificio de paces, por ofrenda encendida a Jehová, el sebo que cubre los intestinos, es decir, todo el sebo que está sobre los intestinos, 4 y los dos riñones, con el sebo que hubiere sobre ellos, el que cubre los lomos, y el redaño de sobre el hígado; lo quitará juntamente con los riñones: 5 y los hijos de Aarón harán consumir esto en el altar, sobre el holocausto, que hubiere sobre la leña que está encima del fuego; es ofrenda encendida de olor grato a Jehová.

6 Y si su oblación de sacrificio de paces a Jehová fuere del rebaño, sea macho o hembra, la presentará sin tacha. 7 Si presentare un cordero por oblación suya, él la presentará delante de Jehová; 8 y pondrá la mano sobre la cabeza de su oblación, la cual será degollada delante del Tabernáculo de Reunión: y los hijos de Aarón rociarán la sangre sobre el altar al rededor. 9 Y se presentará en el altar, por ofrenda encendida a Jehová, el sebo del sacrificio de paces, con la cola grasosa entera, la cual se quitará a raíz del espinazo, y el sebo que cubre los intestinos, es decir, todo el sebo que está sobre los intestinos, 10 y los dos riñones, y el sebo que hubiere sobre ellos, el que cubre los lomos, y el redaño de sobre el hígado; lo quitará juntamente con los riñones; 11 y el sacerdote hará consumir esto sobre el altar; es pábulo de la ofrenda encendida de Jehová.

12 Y si fuere su oblación de las cabras, él la presentará delante de Jehová. 13 Luego poniendo su mano sobre la cabeza de ella, será degollada delante del Tabernáculo de Reunión: y los hijos de Aarón rociarán sangre sobre el altar al rededor. 14 Después se presentará de ella su oblación, por ofrenda encendida a Jehová, a saber, el sebo que cubre los intestinos, es decir, todo el sebo que está sobre los intestinos, 15 y los dos riñones, con el sebo que hubiere sobre ellos, el que cubre los lomos, y el redaño de sobre el hígado; lo quitará juntamente con los riñones: 16 y el sacerdote hará consumir esto sobre el altar; es pábulo de la ofrenda encendida, de olor grato. Todo el sebo es para Jehová: 17 Estatuto perpetuo será durante vuestras generaciones, en todas vuestras moradas, que no habéis de comer ni sebo ni sangre.

Capítulo 4

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno pecare por ignorancia contra cualquiera de los mandamientos de Jehová relativos a cosas que no deben hacerse, haciendo cualquiera de aquellas cosas; 3 si fuere el ungido sumo sacerdote quien así pecare, trayendo culpa sobre el pueblo, presentará a Jehová por el pecado que ha cometido, un novillo joven, sin tacha, como ofrenda por el pecado. 4 Y traerá el novillo a la entrada del Tabernáculo de Reunión, delante de Jehová, y pondrá su mano sobre la cabeza del novillo; y será degollado el novillo delante de Jehová. 5 Luego el ungido sacerdote tomará de la sangre del novillo, y la llevará adentro del Tabernáculo de Reunión; 6 y mojando el sacerdote su dedo en la sangre, rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, enfrente del velo del Santuario. 7 El sacerdote pondrá también de aquella sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, delante de Jehová; es decir, del altar que está dentro del Tabernáculo de Reunión; y toda la demás sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 8 Y quitará todo el sebo del novillo de la ofrenda por el pecado, el sebo que cubre los intestinos, es decir, todo el sebo que hubiere sobre los intestinos, 9 con los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, el que cubre los lomos, y el redaño de sobre el hígado; lo quitará juntamente con los riñones, 10 de la manera que se quita el del novillo del sacrificio de las paces; y el sacerdote hará consumir esto sobre el altar del holocausto. 11 Mas el cuero del novillo y toda su carne, además de su cabeza y sus piernas, con sus intestinos y su estiércol, 12 es decir, todo el novillo, lo sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se derraman las cenizas, y allí lo quemará a fuego sobre la leña: en donde se echan las cenizas será quemado.

13 Y si toda la Congregación de Israel pecare por ignorancia, y la cosa fuere encubierta al conocimiento de la Asamblea, de modo que obrare contra cualquiera de los mandamientos de Jehová relativos a cosas que no deben hacerse, y así se hiciere culpable; 14 cuando llegare a conocerse el pecado que ha cometido, presentará la Asamblea un novillo joven, como ofrenda por el pecado, y le traerán delante del Tabernáculo de Reunión. 15 Y los ancianos de la Congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo, delante de Jehová; y será degollado el novillo delante de Jehová. 16 Entonces el ungido sacerdote traerá de la sangre del novillo adentro del Tabernáculo de Reunión; 17 y mojando el sacerdote su dedo en aquella sangre, la rociará siete veces delante de Jehová enfrente del velo. 18 Pondrá también de la sangre sobre los cuernos del altar que está delante de Jehová, el altar que está dentro del Tabernáculo de Reunión; y toda la demás sangre la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 19 Le quitará entonces todo su sebo, y lo hará consumir sobre el altar. 20 Así se hará con el novillo: de la manera que se hizo con el novillo de la ofrenda por el pecado, así se hará con él. De este modo el sacerdote hará expiación por ellos; y su pecado les será perdonado. 21 Después sacará el novillo fuera del campamento, y lo quemará, como quemó el novillo primero: ofrenda es por el pecado de toda la Asamblea.

22 Cuando un príncipe pecare por ignorancia, obrando contra cualquiera de los mandamientos de Jehová su Dios relativos a cosas que no deben hacerse, y así se hiciere culpable, 23 si se le hiciere conocer el pecado que ha cometido, traerá como ofrenda suya un macho cabrío sin tacha. 24 Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, el cual será degollado en el lugar donde se degüella el holocausto, delante de Jehová: es ofrenda por el pecado. 25 Entonces el sacerdote con su dedo tomará de la sangre de la ofrenda por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y la sangre restante la derramará al pie del altar del holocausto; 26 mas todo el sebo lo hará consumir en el altar, del mismo modo que el sebo del sacrificio de las paces. Así el sacerdote hará expiación por él con motivo de su pecado; y le será perdonado.

27 Y si alguna persona del pueblo pecare por ignorancia, obrando contra cualquiera de los mandamientos de Jehová relativos a cosas que no deben hacerse, y así se hiciere culpable, 28 si se le diere a conocer el pecado que ha cometido, traerá por su oblación una cabra, hembra sin tacha, con motivo del pecado que ha cometido. 29 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado; y será degollada la ofrenda por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto. 30 Entonces el sacerdote con su dedo tomará de la sangre de ella, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto: y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. 31 Luego se le quitará todo el sebo, de la manera que se quita el del sacrificio de las paces; y el sacerdote lo hará consumir en el altar, como olor grato a Jehová. Así el sacerdote hará expiación por el que pecó; y le será perdonado.

32 Y si trajere cordero como ofrenda por el pecado, hembra sin tacha habrá de traer. 33 Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda por el pecado, la cual será degollada, como ofrenda por el pecado, en el lugar donde se degüella el holocausto. 34 Entonces el sacerdote con su dedo tomará de la sangre de la ofrenda por el pecado, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. 35 Luego se le quitará todo el sebo, de la manera que se quita el sebo del sacrificio del cordero de las paces: y el sacerdote lo hará consumir en el altar, junto con las otras ofrendas encendidas de Jehová. Así el sacerdote hará expiación por el que pecó, con motivo del pecado que ha cometido; y le será perdonado.

Capítulo 5

1 Y CUANDO alguno pecare en esto: porque habiendo oído la voz de la imprecación, siendo él testigo respecto de algo que hubiere visto o que supiere, y con todo no lo manifestare, él llevará su iniquidad; 2 o si alguno tocare cualquiera cosa inmunda, ora sea cuerpo muerto de fiera inmunda, o cuerpo muerto de bestia inmunda, o cuerpo muerto de reptil inmundo, aun cuando el caso le fuere encubierto, él sin embargo es inmundo y es culpable; 3 o cuando alguno haya tocado inmundicia de hombre, de cualquiera clase de inmundicia suya con que se pueda contaminar, aunque esto le fuere encubierto, cuando llegue a saberlo, se tendrá por culpable; 4 o cuando alguno jurare inconsideradamente con sus labios hacer mal o hacer bien, respecto de cualquiera de aquellas cosas en que suelen los hombres hablar inconsideradamente con juramento; aunque le fuere encubierto, cuando llegue a saberlo, se tendrá por culpable en cuanto a cualquiera de estas cosas: 5 y será, que siendo culpable respecto de cualquiera de aquellas cosas, confesará contra sí aquello en que ha pecado, 6 y traerá a Jehová, como ofrenda suya por la culpa, por el pecado que ha cometido, una hembra de los rebaños, sea cordera o cabrita, como ofrenda por el pecado; y el sacerdote hará expiación por él con motivo de su pecado.

7 Y si sus recursos no alcanzaren lo suficiente para traer una cordera, traiga entonces a Jehová, como su ofrenda por la culpa, por aquello en que ha pecado, dos tórtolas o dos palominos, el uno para ofrenda por el pecado y el otro para holocausto. 8 Los traerá pues al sacerdote, quien presentará primero el que es para ofrenda por el pecado; y de una uñada le cortará la cabeza por la parte delantera del cuello, mas no la separará del todo. 9 Y rociará de la sangre de la ofrenda por el pecado sobre las paredes del altar; y lo restante de la sangre la exprimirá al pie del altar: es ofrenda por el pecado. 10 Y ofrecerá el segundo en holocausto, conforme al reglamento. Así hará el sacerdote expiación por él con motivo del pecado que cometió; y le será perdonado.

11 Mas si sus recursos no alcanzaren lo suficiente para traer dos tórtolas o dos palominos, traiga entonces el que ha pecado, como oblación suya, la décima parte de un efa de flor de harina para ofrenda por el pecado; no le pondrá aceite, ni echará sobre ella olíbano; porque es ofrenda por el pecado. 12 La traerá pues al sacerdote; y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, como memorial de ella, lo cual hará consumir en el altar, encima de las demás ofrendas encendidas de Jehová: es ofrenda por el pecado. 13 Así el sacerdote hará expiación por el que pecó, en cuanto al pecado que cometió, en cualquiera de aquellas cosas; y le será perdonado. Y lo sobrante será para el sacerdote, lo mismo que la ofrenda vegetal.

14 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 15 Cuando alguno cometiere prevaricación contra Jehová, defraudando por ignorancia algo de las cosas santas de Jehová, traerá a Jehová, como su ofrenda por la culpa, un carnero sin tacha del rebano, del valor de dos siclos, según tu valuación, conforme al siclo del Santuario, para ofrenda por la culpa. 16 Y hará restitución de aquello que ha defraudado de la cosa santa, añadiendo su quinta parte sobre ello, y lo dará al sacerdote; y el sacerdote hará expiación por él con el carnero de la ofrenda por la culpa; y le será perdonado.

17 En fin, siempre que haya persona que pecare, obrando contra cualquiera de los mandamientos de Jehová relativos a cosas que no deben hacerse, aun cuando no lo supiere, será culpable y llevará su iniquidad. 18 Por lo cual traerá al sacerdote un carnero de los rebaños sin tacha, conforme a tu valuación, para ofrenda por la culpa; y el sacerdote hará expiación por él, con motivo del yerro que ha cometido por ignorancia, sin saberlo él; y le será perdonado. 19 Ofrenda por la culpa es; indudablemente él ha faltado a su deber para con Jehová.

Capítulo 6

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Cuando alguno pecare, cometiendo prevaricación contra Jehová, mintiendo a su prójimo en cuanto a un depósito, o un convenio, o algún robo fraudulento; o cuando hubiere usado de extorsión para con su prójimo; 3 o hubiere encontrado lo perdido y mintiere respecto de ello, jurando en falso, en cualesquiera de aquellas cosas en que suelen los hombres pecar; 4 será entonces, cuando así pecare, que siendo culpable, devolverá lo que robó fraudulentamente, o lo que ganó con extorsión, o el depósito que le fué encomendado, o la cosa perdida que encontró, 5 o todo aquello de que juró en falso, haciendo la restitución íntegramente, y añadiendo su quinta parte sobre ello; a su dueño se lo dará en el día de su ofrenda por la culpa. 6 Además, traerá a Jehová, como su ofrenda por la culpa, un carnero sin tacha del rebaño, conforme a tu valuación, y lo dará al sacerdote como ofrenda por la culpa. 7 Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová; y le será perdonado su pecado en cuanto a cualquiera de todas aquellas cosas que hubiere hecho, faltando en ello a su deber. 8 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 9 Manda a Aarón y a sus hijos, diciendo: Esta es la ley del holocausto: El holocausto estará sobre el combustible, encima del altar, toda la noche hasta la mañana; el fuego del altar ha de mantenerse ardiendo en éste. 10 Y el sacerdote se vestirá su ropa de lino blanco, también sus calzoncillos de lino blanco vestirá sobre su carne. Luego alzará las cenizas a que el fuego habrá reducido el holocausto sobre el altar, y las pondrá a un lado del altar. 11 En seguida se quitará aquellos vestidos, y se pondrá otros vestidos, y sacará las cenizas fuera del campamento a un lugar limpio. 12 El fuego empero sobre el altar arderá en éste; no se apagará, sino que el sacerdote quemará leña sobre él todas las mañanas, y pondrá en orden sobre él el holocausto, y hará consumir sobre él el sebo de las ofrendas pacíficas: 13 el fuego ha de arder perpetuamente sobre el altar; nunca se apagará.

14 Y esta es la ley de la ofrenda vegetal: La presentará uno de los hijos de Aarón delante de Jehová, enfrente del altar. 15 Y tomará de ella un puñado de la flor de harina de la ofrenda vegetal y de su aceite, con todo su olíbano que estará sobre la ofrenda vegetal; y hará consumir esto sobre el altar, como memorial de ella, de olor grato a Jehová. 16 Y lo sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura será comido en lugar sagrado; dentro del atrio del Tabernáculo de Reunión lo han de comer. 17 No será cocido con levadura: se lo he dado a ellos como porción suya, de mis ofrendas encendidas; cosa sacratísima es, como lo es la ofrenda por el pecado, y como lo es la ofrenda por la culpa. 18 Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ello, como porción legal suya para siempre, durante vuestras generaciones, de las ofrendas encendidas de Jehová; todo cuanto las tocare será santificado.

19 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 20 Esta será la oblación de Aarón y de sus hijos, que ellos presentarán a Jehová desde el día en que él fuere ungido: la décima parte de un efa de flor de harina, como ofrenda vegetal perpetua, la mitad por la mañana y la otra mitad por la tarde. 21 En sartén será preparada con aceite; bien frita la traerás; como las preparaciones cocidas de la ofrenda vegetal; en pedazos la presentarás por olor grato a Jehová. 22 Y el sacerdote que de entre sus hijos fuere ungido en su lugar, habrá de ofrecerla: por estatuto perpetuo de Jehová será totalmente quemada. 23 Asimismo toda ofrenda vegetal de sacerdote será totalmente quemada; no será comida.

24 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 25 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Esta es la ley de la ofrenda por el pecado: En el lugar donde se degüella el holocausto será degollada la ofrenda por el pecado, delante de Jehová: cosa sacratísima es. 26 El sacerdote que hiciere la ofrenda por el pecado la comerá; en lugar sagrado la comerá, dentro del atrio del Tabernáculo de Reunión. 27 Todo lo que tocare su carne será santificado; y cuando saltare de su sangre sobre algún vestido, lavarás aquello en que hubiere saltado, en lugar sagrado. 28 Y la vasija de barro en que fuere cocida será quebrada; y si fuere cocida en vasija de cobre, ésta será fregada y enjuagada con agua. 29 Todo varón de entre los sacerdotes podrá comer de ella; cosa sacratísima es. 30 Mas ninguna ofrenda por el pecado, de la cual fuere traída parte de su sangre dentro del Tabernáculo de Reunión para hacer expiación en el Santuario, será comida; a fuego será quemada.

Capítulo 7

1 Y ESTA es la ley de la ofrenda por la culpa; cosa sacratísima es: 2 En el lugar donde degüellan el holocausto, degollarán la ofrenda por la culpa; y su sangre será rociada sobre el altar en derredor. 3 Y de ella se presentará todo el sebo, la cola grasosa y el sebo que cubre los intestinos, 4 y los dos riñones y el sebo que está sobre ellos, el que cubre los lomos, y el redaño que está sobre el hígado; lo quitará juntamente con los dos riñones; 5 y el sacerdote harálo consumir sobre el altar, como ofrenda encendida a Jehová; es ofrenda por la culpa. 6 Todo varón de entre los sacerdotes podrá comer de ella; en lugar sagrado será comida: cosa sacratísima es. 7 Como es la ofrenda por el pecado, así también es la ofrenda por la culpa; las dos tienen una misma ley: será del sacerdote que hace la expiación con ella. 8 Y en cuanto al sacerdote que presentare el holocausto de cualquiera persona, el cuero del holocausto será del sacerdote que lo hubiere presentado. 9 También toda ofrenda vegetal que fuere cocida en horno, y toda aquella que fuere aderezada en cazuela, o en sartén, será del sacerdote que la presentare. 10 Mas toda ofrenda vegetal mezclada con aceite, o seca, será para todos los hijos de Aarón indistintamente; para los unos lo mismo que para los otros.

11 Y esta es la ley del sacrificio de las paces que se presentare a Jehová: 12 Si se presentare en acción de gracias, presentará con el sacrificio de acción de gracias tortas sin levadura mezcladas con aceite, y hojaldres sin levadura untados de aceite, y flor de harina frita en forma de tortas mezcladas con aceite. 13 Con tortas de pan fermentado presentará su oblación, además de su sacrificio de paces en acción de gracias. 14 Y presentará de ello una de cada oblación, por ofrenda alzada a Jehová; lo restante será del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios pacíficos. 15 Y la carne de su sacrificio pacífico en acción de gracias será comida en el día de su oblación; no quedará nada de ella hasta la mañana. 16 Pero si su oblación fuere en cumplimiento de un voto, u ofrenda voluntaria, podrá comerse el día en que él presentare su sacrificio, y también al día siguiente podrá comerse lo que de ella sobrare. 17 Mas si sobrare de la carne de su sacrificio hasta el día tercero, será quemada a fuego. 18 Y si se comiere parte alguna de la carne de su sacrificio de paces en el día tercero, la oblación no será acepta; no será imputada a favor de aquel que la presentó; antes por inmundicia será reputada; y la persona que la hubiere comido llevará su iniquidad.

19 Asimismo la carne que tocare cualquiera cosa inmunda no será comida; a fuego será quemada. Mas en cuanto a la carne no contaminada, toda persona limpia podrá comer de ella. 20 Pero la persona que comiere carne del sacrificio de las paces que se ha presentado a Jehová, teniendo sobre sí su inmundicia, será cortada la tal persona de entre su pueblo. 21 Y la persona que habiendo tocado cualquiera cosa inmunda, como inmundicia de hombre, o bestia inmunda, o inmundicia de cualquiera cosa detestable, y luego comiere de la carne del sacrificio de las paces que ha sido presentada a Jehová, será cortada la tal persona de entre su pueblo.

22 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 23 Habla a los hijos de Israel y diles: No comeréis sebo de vaca ni de oveja ni de cabra. 24 Si bien el sebo de animal mortecino, o del desgarrado por fieras, podrá servir para cualquier oficio, pero de ninguna manera lo habéis de comer. 25 Porque todo aquel que comiere sebo de aquellos animales de los cuales se presentan ofrendas encendidas a Jehová, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo.

26 Ni tampoco comeréis sangre en todas vuestras habitaciones, sea de aves o de reses. 27 Toda persona que comiere cualquiera clase de sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo.

28 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 29 Habla a los hijos de Israel y diles: El que presentare a Jehová su sacrificio de paces, traerá a Jehová su oblación tomada de su sacrificio de paces. 30 Sus mismas manos han de traer las ofrendas encendidas de Jehová; el sebo a más del pecho traerá a este efecto; para que el pecho sea mecido como ofrenda mecida delante de Jehová. 31 Y el sacerdote hará consumir el sebo del sacrificio; mas el pecho será para Aarón y para sus hijos. 32 Daréis también al sacerdote, como ofrenda alzada, la pierna derecha de vuestros sacrificios pacíficos. 33 Aquel de los hijos de Aarón que presentare la sangre de las ofrendas pacíficas y el sebo, tendrá la pierna derecha como porción suya: 34 porque yo he tomado de los hijos de Israel, de sus ofrendas pacíficas, el pecho mecido y la pierna alzada, y se los he dado al sacerdote Aarón y a sus hijos como porción legal suya para siempre, de parte de los hijos de Israel. 35 Esto es lo que corresponde a la unción de Aarón y a la unción de sus hijos, de las ofrendas encendidas de Jehová, desde el día en que los hizo presentar a Jehová, para constituirlos sacerdotes; 36 lo cual mandó Jehová que se les diese de parte de los hijos de Israel, en el día que fueron ungidos, como porción legal suya para siempre, durante sus generaciones.

37 Tal es la ley del holocausto, y de la ofrenda vegetal, y de la ofrenda por el pecado, y de la ofrenda por la culpa, y de las consagraciones, y de los sacrificios pacíficos; 38 la cual Jehová prescribió a Moisés en el monte Sinaí, el día en que mandó a los hijos de Israel que presentasen sus oblaciones a Jehová, en el desierto de Sinaí.

Capítulo 8

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Toma a Aarón y a sus hijos con él, juntamente con las vestiduras, y el aceite de la unción, y el novillo de la ofrenda por el pecado, y los dos carneros, y el canasto de los ázimos; 3 y reune toda la Congregación a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 4 É hizo Moisés como le había mandado Jehová; y reunióse la Congregación a la entrada del Tabernáculo de Reunión.

5 Entonces Moisés dijo a la Congregación: Esto es lo que Jehová ha mandado hacer. 6 Luego hizo Moisés que se presentasen Aarón y sus hijos, y los lavó con agua. 7 En seguida le puso a Aarón la túnica, y le ciñó con el cinturón; y le vistió el manto del efod, y le puso encima el efod; y ciñéndole con el cinto del efod de labor primorosa, se lo aseguró con éste. 8 Luego puso sobre él el pectoral, y puso dentro del pectoral el Urim y el Tumim. 9 Después puso la mitra sobre su cabeza, y puso sobre la mitra, al frente de ella, la lámina de oro, la diadema santa; como Jehová había mandado a Moisés.

10 Entonces Moisés tomó el aceite de la unción y ungió la Habitación, con todas las cosas que había en ella, y las santificó; 11 y roció de él sobre el altar siete veces, ungiendo así el altar con todos sus utensilios; ungió también la fuente y su base, para santificarlos. 12 Entonces derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, ungiéndole así, para santificarle. 13 En seguida Moisés hizo que se presentasen los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, y les ciñó los cinturones, y les ató las tiaras al rededor de la cabeza: como Jehová había mandado a Moisés. 14 Después hizo llegar el novillo de la ofrenda por el pecado; y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del novillo de la ofrenda por el pecado. 15 Luego fué degollado; y tomando Moisés la sangre, la puso con su dedo sobre los cuernos del altar al rededor, limpiando así del pecado el altar; y la demás sangre la derramó al pie del altar; de esta manera lo santificó, haciendo la expiación por él. 16 Tomando entonces todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño de sobre el hígado, y los dos riñones con el sebo de ellos, los hizo consumir Moisés sobre el altar. 17 Mas el novillo, con su cuero y su carne y su estiércol, lo quemó a fuego fuera del campamento; como Jehová había mandado a Moisés.

18 Después hizo llegar el carnero del holocausto; y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 19 En seguida fué degollado; y roció Moisés la sangre sobre el altar en derredor. 20 Luego cortaron el carnero en sus trozos apropiados, y lo hizo consumir Moisés; la cabeza, con los trozos y el sebo; 21 mas se lavaron primero los intestinos y las piernas con agua; así Moisés hizo consumir todo el carnero sobre el altar; era holocausto, de olor grato; era ofrenda encendida a Jehová; como Jehová había mandado a Moisés. 22 En seguida hizo llegar el segundo carnero, el carnero de las consagraciones; y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero. 23 Luego fué degollado; y tomó Moisés de la sangre, y la puso sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.

24 Hizo entonces que se presentasen los hijos de Aarón; y les puso Moisés de aquella sangre sobre el lóbulo de la oreja derecha, y sobre el dedo pulgar de la mano derecha, y sobre el dedo pulgar del pie derecho; luego roció Moisés la sangre sobre el altar en derredor. 25 Después tomó el sebo, y la cola grasosa, y todo el sebo que estaba sobre los intestinos, y el redaño de sobre el hígado, y los dos riñones, y el sebo de ellos, y la pierna derecha; 26 y del canasto de los ázimos que había puesto delante de Jehová, tomó una torta de pan ázimo, y una torta de pan de aceite, y un hojaldre, y los puso sobre los sebos y sobre la pierna derecha; 27 entonces lo puso todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y los hizo mecerlo por ofrenda mecida delante de Jehová. 28 Luego Moisés los tomó de sus manos; y los hizo consumir Moisés en el altar, encima del holocausto: era sacrificio de consagraciones, de olor grato; era ofrenda encendida a Jehová. 29 En seguida Moisés tomó el pecho y lo hizo mecer por ofrenda mecida delante de Jehová; fué esta la porción del carnero de las consagraciones que tocaba a Moisés; como Jehová había mandado a Moisés.

30 Entonces Moisés tomó del aceite de la unción, y de la sangre que había puesto sobre el altar, y roció sobre Aarón y sobre sus vestiduras, y sobre sus hijos y sobre las vestiduras de sus hijos juntamente con él; así santificó a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y a las vestiduras de sus hijos juntamente con él. 31 Y dijo Moisés a Aarón y a sus hijos: Coced la carne a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y allí mismo comedla, con el pan que está en el canasto de las consagraciones; según he mandado, diciendo: Aarón y sus hijos la comerán. 32 Mas lo restante de aquella carne y de aquel pan lo quemaréis a fuego. 33 Y de la entrada del Tabernáculo de Reunión no saldréis por siete días; hasta el día que se cumplieren los días de vuestra consagración; porque siete días durará el rito de vuestra consagración. 34 De acuerdo con lo que se ha hecho hoy, ha mandado Jehová que se haga los demás días, para hacer expiación por vosotros. 35 Y a la entrada del Tabernáculo de Reunión os quedaréis día y noche; por siete días habéis de guardar el precepto de Jehová, para que no muráis; porque así fuí mandado. 36 E hicieron Aarón y sus hijos todo cuanto había mandado Jehová por conducto de Moisés.

Capítulo 9

1 Y ACONTECIÓ en el día octavo que llamó Moisés a Aarón y a sus hijos, juntamente con los ancianos de Israel; 2 y dijo a Aarón: Toma para ti un becerro de la vacada, para ofrenda por el pecado, y un carnero para holocausto, ambos sin tacha; y los presentarás delante de Jehová. 3 Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Tomad un macho cabrío para ofrenda por el pecado; y un becerro y un cordero, ambos de edad de un año, y sin tacha, para holocausto; 4 y un novillo y un carnero para ofrendas pacíficas, para sacrificarlos delante de Jehová; y una ofrenda vegetal mezclada con aceite; porque hoy Jehová se aparece a vosotros.

5 Entonces ellos trajeron delante del Tabernáculo de Reunión lo que había mandado Moisés; y presentóse allí toda la Congregación, y estuvo en pie delante de Jehová. 6 Y dijo Moisés: Esto es lo que ha mandado Jehová; hacedlo, y se os aparecerá la gloria de Jehová. 7 Dijo pues Moisés a Aarón: Llégate al altar, y ofrece tu ofrenda por el pecado, y tu holocausto, y haz la expiación por ti mismo y por el pueblo; luego ofrece la oblación del pueblo, y haz expiación por ellos; como ha mandado Jehová.

8 Llegóse pues Aarón al altar, y degolló el becerro de la ofrenda por el pecado, que era para él. 9 Y los hijos de Aarón le presentaron la sangre; y él, mojando el dedo en la sangre, la puso sobre los cuernos del altar; y la sangre restante la derramó al pie del altar; 10 y el sebo y los riñones y el redaño de sobre el hígado, de la ofrenda por el pecado, los hizo consumir en el altar; como había mandado Jehová a Moisés: 11 mas la carne y el cuero los quemó fuera del campamento. 12 Luego degolló el holocausto; y los hijos de Aarón le entregaron la sangre, y él la derramó sobre el altar en derredor. 13 Después le trajeron el holocausto, pieza por pieza, juntamente con la cabeza; y él los hizo consumir sobre el altar. 14 Y lavados los intestinos y las piernas, hizo consumir estos también encima del holocausto, sobre el altar. 15 En seguida presentó la oblación del pueblo; y tomando el macho cabrío de la ofrenda por el pecado que era para el pueblo, lo degolló, y ofreciólo por el pecado lo mismo que el primero. 16 Presentó entonces el holocausto, y ofreciólo conforme al reglamento. 17 Después presentó la ofrenda vegetal; y tomando un puño lleno de ella, lo hizo consumir sobre el altar, además del holocausto de la mañana. 18 En seguida degolló el novillo y el carnero, sacrificio de ofrendas pacíficas que era para el pueblo: y los hijos de Aarón le entregaron la sangre, y él la roció sobre el altar en derredor. 19 Le llevaron también los sebos del novillo y del carnero, y la cola grasosa de éste, y el sebo que cubre los intestinos, juntamente con los riñones y el redaño de sobre el hígado; 20 y pusieron los sebos sobre los pechos de los animales; y él hizo consumir los sebos en el altar; 21 mas los pechos, y la pierna derecha, los meció Aarón por ofrenda mecida delante de Jehová; como Moisés había mandado. 22 Entonces Aarón alzó las manos hacia el pueblo y los bendijo; en seguida descendió del altar donde había ofrecido la ofrenda por el pecado y el holocausto y las ofrendas pacíficas. 23 Y Moisés y Aarón entraron en el Tabernáculo de Reunión; después salieron y bendijeron al pueblo. Y apareció la gloria de Jehová a todo el pueblo; 24 y de la presencia de Jehová salió fuego que consumió de sobre el altar el holocausto y los sebos. Y como lo viese todo el pueblo, levantaron el grito, y cayeron sobre sus rostros.

Capítulo 10

1 EMPERO Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada cual su incensario, y echando en ellos fuego, pusieron sobre él incienso, y ofrecieron ante la presencia de Jehová un fuego extraño, que a ellos no les había mandado hacer. 2 Y de la presencia de Jehová salió fuego que los devoró; y murieron delante de Jehová. 3 Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto mismo es lo que habló Jehová, diciendo: He de ser santificado por los que se me acercan, y delante de todo el pueblo seré tenido en honra. Y Aarón enmudeció. 4 Llamó entonces Moisés a Misael y Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: Acercaos, y alzando a vuestros hermanos de delante del Santuario, sacadlos fuera del campamento. 5 Ellos pues se acercaron, y alzándolos como estaban, con sus túnicas puestas, los sacaron fuera del campamento, como había mandado Moisés. 6 Dijo también Moisés a Aarón y a sus hijos, Eleazar e Itamar: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestras vestiduras, no sea que muráis, y estalle la ira contra toda la Congregación: mas vuestros hermanos y toda la casa de Israel lamenten el incendio que ha hecho Jehová. 7 Y no salgáis de la entrada del Tabernáculo de Reunión, no sea que muráis; porque el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme a la palabra de Moisés.

8 Entonces Jehová habló a Aarón, diciendo: 9 Ni tú ni tus hijos contigo habéis de beber vino ni licor fermentado cuando hubiereis de entrar en el Tabernáculo de Reunión, no sea que muráis: estatuto perpetuo es este durante vuestras generaciones; 10 a fin de que podáis hacer diferencia entre lo sagrado y lo profano, y entre lo inmundo y lo puro; 11 y para que enseñéis a los hijos de Israel todos los estatutos que les ha hablado Jehová por conducto de Moisés.

12 Y Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban: Tomad la ofrenda vegetal que sobra de las ofrendas encendidas de Jehová, y comedla sin levadura junto al altar; porque es cosa sacratísima: 13 la comeréis pues en lugar sagrado, por ser porción legal tuya, y porción legal de tus hijos, de las ofrendas encendidas de Jehová: porque así me fué mandado. 14 Y el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda alzada, los comeréis en lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo; porque como porción legal tuya, y porción legal de tus hijos, os han sido dados de los sacrificios pacíficos de los hijos de Israel. 15 Ellos traerán la pierna de la ofrenda alzada y el pecho de la ofrenda mecida, además de las ofrendas encendidas de los sebos, para hacerlos mecer por ofrenda mecida delante de Jehová; luego serán para ti, y para tus hijos contigo, porción legal perpetua; según ha mandado Jehová.

16 Moisés empero buscó con empeño el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, y he aquí que había sido quemado: y estalló en ira contra Eleazar e Itamar, los hijos de Aarón que le quedaban, diciendo: 17 ¿Por qué no comisteis la ofrenda por el pecado en lugar sagrado? porque cosa sacratísima es, y os ha sido dada para llevar la iniquidad de la Congregación, para hacer expiación por ellos delante de Jehová. 18 He aquí, no fué metida su sangre dentro del Santuario; debíais haberla comido sin falta en lugar sagrado, según os mandé. 19 Entonces Aarón respondió a Moisés: He aquí que ellos han presentado hoy su ofrenda por el pecado y su holocausto delante de Jehová; ¡y a mí me han sucedido tales cosas! si pues yo hubiera comido la ofrenda por el pecado hoy, ¿hubiera acaso sido acepto a Jehová? 20 Y cuando Moisés oyó esto, se dió por satisfecho.

Capítulo 11

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés y a Aarón y les dijo: 2 Hablad a los hijos de Israel, diciendo: Estos son los animales que podréis comer, de entre todos los animales que hay sobre la tierra: 3 Todo aquel que es de pezuña (que tiene dividida la pata en dos uñas) y que rumia, entre los animales, ese podréis comer. 4 Estos empero no comeréis entre los que rumian, o entre aquellos que tienen la uña partida: El camello, pues aunque rumia, no tiene la pata dividida en dos uñas: será inmundo para vosotros. 5 Y el damán, porque rumia, mas no tiene la pata dividida: será inmundo para vosotros. 6 Y la liebre; porque rumia, mas no tiene la pata dividida; será inmunda para vosotros. 7 Y el cerdo; pues aunque es de pezuña, teniendo la pata dividida en dos uñas, no rumia: será inmundo para vosotros. 8 De la carne de ellos no comeréis, y sus cuerpos muertos no tocaréis; os serán inmundos.

9 Estos podréis comer entre los animales que viven en las aguas: Todo lo que tiene aletas y escamas, en las aguas de los mares y de los ríos, eso podréis comer; 10 mas todo lo que no tiene aletas y escamas, en los mares y en los ríos, de todo lo que se mueve en las aguas, y de todos los animales que habitan en las aguas, os será detestable, 11 y continuará siendo detestable para vosotros: de sus carnes no comeréis, y sus cuerpos muertos tendréis por detestables. 12 Todo animal en las aguas que no tiene aletas y escamas detestable os será.

13 Entre las aves tendréis a las siguientes por detestables; no se comerán; os serán detestables: el águila, el quebrantahuesos, y el águila marina; 14 y el milano, y el halcón, según sus especies; 15 y todo cuervo según sus especies; 16 y el avestruz, y la lechuza, y la gaviota, y el gavilán, según sus especies; 17 y el cuervo marino, el somorgujo, y el buho, 18 y el cisne, y el pelícano, y el buitre, 19 y la cigüeña, y la garza, según sus especies; y la abubilla, y el murciélago.

20 Todo insecto alado que anda sobre cuatro pies, os será detestable. 21 No obstante estos podréis comer de todos los insectos alados que andan sobre cuatro pies, a saber, los que tienen dos piernas largas además de sus cuatro pies, para saltar con ellas sobre la tierra; 22 de ellos podréis comer éstos: la langosta arbeh según su especie, y la salom según su especie, y la hargol según su especie, y la hagab según su especie. 23 Todo otro insecto alado que tiene cuatro pies, os será detestable.

24 Por medio de estos animales, pues, seréis contaminados; todo aquel que tocare sus cuerpos muertos quedará inmundo hasta la tarde; 25 y todo aquel que alzare algo de sus cuerpos muertos lavará sus vestidos, y quedará inmundo hasta la tarde. 26 Asimismo los cuerpos muertos de todos los animales de pezuña que no tienen dividida la pata en dos uñas, o que no rumian, inmundos serán para vosotros; todo aquel que los tocare quedará inmundo. 27 Y todas los animales que andan sobre sus garras, entre cuantos andan sobre cuatro pies, os serán inmundos; todo aquel que tocare sus cuerpos muertos quedará inmundo hasta la tarde: 28 y el que hubiere sacado el cuerpo muerto de ellos, lavará sus vestidos, y quedará inmundo hasta la tarde: inmundos serán para vosotros.

29 Asimismo estos os serán inmundos entre los que andan arrastrándose sobre el suelo: La comadreja, y el ratón, y la tortuga, según sus especies; 30 y el erizo, y el cocodrilo, y el lagarto, y la lagartija, y el camaleón. 31 Estos os serán inmundos de entre todos los que se arrastran; todo aquel que los tocare, después de muertos, quedará inmundo hasta la tarde. 32 Y todo aquello sobre que cayere algo de ellos, después de muertos, quedará inmundo; ora sea cualquiera clase de utensilios de madera, ora sean vestidos, o pieles, o sacos, o en fin, cualquier instrumento con que se hace oficio alguno: en agua será metido, y estará inmundo hasta la tarde: después quedará limpio.

33 Asimismo en cuanto a toda vasija de barro en que cayere cualquiera parte de ellos, todo lo que hubiere dentro de ellas quedará inmundo, y la vasija misma quebraréis. 34 Todo alimento que es lícito comer sobre el cual viniere agua de las tales vasijas, quedará inmundo; y toda bebida que es lícito beber, que estuviere en cualquiera de las tales vasijas, quedará inmunda. 35 Y todo aquello sobre que cayere algo de sus cuerpos muertos, quedará inmundo; sea horno o fogón para ollas, será derribado: inmundos son para vosotros, e inmundos os quedarán. 36 Empero una fuente o una cisterna, siendo recopilación de aguas, quedará limpia; mas lo que hubiere tocado los cuerpos muertos de estos animales, quedará inmundo.

37 De igual manera cuando cayere algo de sus cuerpos muertos sobre cualquiera clase de semilla de sembradura, que haya de sembrarse, quedará limpia. 38 Mas si se hubiere mojado la semilla, y cayere algo de sus cuerpos muertos sobre ella, inmunda os será.

39 Y cuando muriere algún animal de aquellos que os es lícito comer, el que tocare su cuerpo muerto quedará inmundo hasta la tarde; 40 y el que comiere de su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y quedará inmundo hasta la tarde. Asimismo aquel que sacare su cuerpo muerto, lavará sus vestidos, y quedará inmundo hasta la tarde.

41 Todo reptil que anda arrastrándose sobre la tierra os será detestable; no se comerá. 42 Todo lo que anda sobre su vientre, y todo lo que anda sobre cuatro patas, o que tuviere muchos pies, entre todos los reptiles que andan arrastrándose sobre la tierra, no lo comeréis, porque os será detestable. 43 No hagáis detestables vuestras personas con ninguna clase de reptil, que anda arrastrándose, ni os hagáis inmundos con ellos, de modo que seáis contaminados por medio de ellos: 44 porque yo soy Jehová vuestro Dios; por lo mismo os santificaréis, y seréis hombres santos, porque yo soy santo; y no habéis de contaminaros con ninguna clase de reptil que anda arrastrándose sobre la tierra. 45 Porque yo soy Jehová que os hago subir de la tierra de Egipto, a fin de hacerme el Dios de vosotros; habéis pues de ser santos, porque yo soy santo.

46 Esta es la ley respecto de las bestias, y de las aves, y de todo animal que se mueve en las aguas, y de todo animal que anda arrastrándose sobre la tierra; 47 para que hagáis distinción entre lo inmundo y lo limpio, y entre el animal que se puede comer, y el animal que no se puede comer.

Capítulo 12

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel, y diles: La mujer, cuando hubiere concebido y dado a luz un hijo varón, quedará inmunda siete días: conforme a los días de la impureza por su enfermedad mensual, quedará inmunda. 3 Y al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio: 4 mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de sus sangres. Ninguna cosa santa debe ella tocar, ni ha de ir al Santuario, hasta cumplirse los días de su purificación. 5 Mas si hubiere dado a luz hembra, quedará inmunda por dos semanas, conforme a los días de su impureza, y permanecerá sesenta y seis días purificándose de sus sangres. 6 Y al cumplirse los días de su purificación, por hijo o por hija, traerá un cordero del primer año para holocausto, y un palomino o una tórtola para ofrenda por el pecado, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, al sacerdote, 7 el cual los presentará delante de Jehová, haciendo expiación por ella y purificándola del flujo de su sangre. Esta es la ley respecto de la que hubiere dado a luz varón o hembra.

8 Mas si sus recursos no alcanzaren lo suficiente para traer el cordero, tome dos tórtolas o dos palominos, el uno para holocausto y el otro para ofrenda por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella, y así quedará limpia.

Capítulo 13

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 2 Cuando algún hombre tuviere en la piel de su carne hinchazón, escama o mancha lustrosa, que hubiere venido a ser llaga de lepra en la piel de su carne, será llevado a Aarón, sumo sacerdote, o a uno de sus hijos, los sacerdotes: 3 y el sacerdote mirará la llaga que hubiere en la piel de su carne; y si el pelo en la parte llagada se hubiere vuelto blanco, y pareciere la llaga estar más hundida que la piel de su carne, llaga de lepra es: y cuando mirare el sacerdote al hombre, le declarará inmundo.

4 Mas si la mancha lustrosa fuere blanca en la piel de su carne, y pareciere no estar más hundida que la piel, ni el pelo se hubiese vuelto blanco, el sacerdote hará encerrar al llagado por siete días. 5 Y le mirará el sacerdote al día séptimo, y si viere que a su parecer la llaga se ha detenido, y no ha cundido la llaga en la piel, el sacerdote le hará encerrar otros siete días. 6 Y le mirará el sacerdote al cumplirse el segundo plazo de siete días; y si viere que la llaga ha palidecido, y que no ha cundido en la piel, el sacerdote le declarará limpio; es escama: lavará pues sus vestidos, y quedará limpio.

7 Mas si indudablemente la escama estuviere cundiendo en la piel, después que él hubiese sido visto del sacerdote para limpiarle, será visto otra vez del sacerdote. 8 Y si al mirarle el sacerdote, viere que la escama ha cundido en la piel, el sacerdote le declarará inmundo: lepra es.

9 Cuando hubiere llaga de lepra en algún hombre, éste será llevado al sacerdote; 10 y el sacerdote le mirará, y si viere que hay hinchazón blanca en la piel, la cual ha mudado en blanco el color del pelo, y que hay un encrudecimiento de carne viva en la hinchazón; 11 es lepra inveterada en la piel de su carne: y el sacerdote le declarará inmundo; no le hará encerrar, porque él es inmundo. 12 Empero si hubiere cundido mucho la lepra supuesta en la piel, de modo que la lepra cubriere toda la piel del llagado desde la cabeza hasta los pies, en todo lo que alcanzaren a ver los ojos del sacerdote; 13 entonces le mirará el sacerdote, y si viere que la lepra supuesta ha en efecto cubierto toda su carne, declarará limpio al llagado: hase vuelto todo blanco; él es limpio. 14 Mas en cualquier día que se viere en él carne viva, quedará inmundo; 15 y cuando viere el sacerdote la carne viva, le declarará inmundo; la carne viva es inmunda: lepra es. 16 O si mudare la carne viva y se volviere blanca, él se llegará al sacerdote; 17 y si, al mirarle el sacerdote, viere que se ha vuelto blanca la llaga supuesta, el sacerdote declarará limpio al llagado; él es limpio.

18 Asimismo cuando hubiere en la piel de la carne de alguno una úlcera, la cual hubiere sanado, 19 y sucediere en el lugar de la úlcera una hinchazón blanca, o una mancha lustrosa, rojiza blanca, entonces ésta será vista del sacerdote. 20 Y si al mirarla el sacerdote, viere que parece estar mas deprimida que la piel, y su pelo se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote declarará al hombre inmundo: llaga de lepra es; ha brotado en la úlcera. 21 Mas si al mirarla el sacerdote, viere que no hay en ella pelo blanco, ni está más deprimida que la piel, y ha palidecido, el sacerdote encerrará al llagado siete días. 22 Y si cundiere mucho en la piel, el sacerdote le declarará inmundo; llaga es. 23 Pero si la mancha lustrosa se detuviere en su lugar, y no hubiere cundido, es cicatriz de la úlcera; y el sacerdote le declarará limpio.

24 O cuando hubiere en la piel de la carne quemadura de fuego, y sucediere una revivificación de la quemadura en forma de mancha lustrosa, rojiza blanca, o solo blanca; 25 la mirará el sacerdote; y si viere que el pelo se ha vuelto blanco en la mancha lustrosa, y ella pareciere estar más hundida que la piel, es lepra; ha brotado en la quemadura; el sacerdote le declarará inmundo; llaga de lepra es. 26 Pero si al mirarla el sacerdote, viere que no hay en la mancha lustrosa pelo blanco, ni está más deprimida que la piel y ha palidecido, el sacerdote hará encerrar al hombre siete días. 27 Luego le mirará el sacerdote en el día séptimo; y si la mancha hubiere cundido en la piel, el sacerdote le declarará inmundo: llaga de lepra es. 28 Pero si la mancha lustrosa se detuviere en su lugar, y no hubiere cundido en la piel, mas hubiere palidecido, hinchazón de quemadura es, y el sacerdote le declarará limpio; porque es cicatriz de la quemadura.

29 Asimismo cuando algún hombre o mujer tuviere llaga en la cabeza o en la barba, 30 el sacerdote mirará la llaga, y si viere que al parecer está más hundida que la piel, y que hay en ella pelo amarillento adelgazado, el sacerdote le declarará inmundo, es tiña; lepra es de la cabeza o de la barba. 31 Mas si mirare el sacerdote la llaga de la tiña, y viere que al parecer no está más hundida que la piel, aunque no hubiere en ella pelo negro, el sacerdote hará encerrar al llagado de la tiña siete días. 32 Luego mirará el sacerdote al llagado en el día séptimo; y si viere que no ha cundido la tiña, ni hay en ella pelo amarillento, ni parece la tiña estar más hundida que la piel, 33 se le rasurará, mas no se rasurará el lugar de la tiña; y el sacerdote hará encerrar al que tiene la tiña otros siete días. 34 Luego mirará el sacerdote la tiña en el séptimo día; y si viere que no ha cundido la tiña en la piel, ni parece estar más hundida que la piel, el sacerdote le declarará limpio: lavará pues sus vestidos, y quedará limpio. 35 Pero si la tiña cundiere mucho en la piel, después de la purificación del llagado, 36 le mirará el sacerdote; y si viere que en efecto ha cundido la tiña en la piel, el sacerdote no buscará el pelo amarillento; aquella persona es inmunda. 37 Pero si a su parecer la tiña se ha detenido, y ha nacido en ella pelo negro, ha sanado de la tiña el llagado: es limpio, y el sacerdote le declarará limpio.

38 Asimismo cuando algún hombre o mujer tuviere en la piel de su carne manchas lustrosas, manchas lustrosas blancas, 39 le mirará el sacerdote: y si viere que las manchas lustrosas en la piel de su carne son de color blanquizco, albarazo es que ha brotado en la piel; el hombre es limpio.

40 Asimismo cuando a alguno se le cayere el cabello, calvo es, pero limpio. 41 Y si de la parte delantera de la cabeza se le cayere el cabello, es calvo por delante, pero limpio 42 Mas cuando en la calva, por detrás o por delante, hubiere llaga rojiza blanca, es lepra que va brotando en la calva, ya sea por detrás, ya por delante. 43 Le mirará pues el sacerdote, y si viere que la hinchazón de la llaga es rojiza blanca en la parte calva, ya sea por detrás ya por delante, como la apariencia de lepra en la piel de su carne, 44 el hombre es leproso; inmundo es: el sacerdote ciertamente le declarará inmundo: en su cabeza está la llaga.

45 Y en cuanto al hombre leproso que tuviere la llaga, sus vestidos han de quedar rasgados, y su cabeza ha de estar descubierta, y él se tapará la boca, y clamará de continuo: ¡Inmundo! ¡inmundo! 46 Todo el tiempo que tuviere la llaga, quedará inmundo; inmundo es: habitará solo; fuera del campamento será su morada.

47 Asimismo cuando hubiere en algún vestido llaga de lepra, sea en vestido de lana o en vestido de lino, 48 (ora esté en la urdimbre ora en la trama, de lino o de lana), o en piel, o en cualquiera obra de pieles; 49 entonces si la llaga es verdosa o rojiza en el vestido, o en la piel, (ora esté en la urdimbre ora en la trama), o en cualquier ajuar de pieles, llaga de lepra es, y será mostrada alsacerdote. 50 El sacerdote pues mirará la llaga, y hará encerrar la cosa llagada por siete días. 51 Y mirará la cosa llagada al séptimo día; y si hubiere cundido la llaga en el vestido, (ora sea en la urdimbre ora en la trama), o en piel, o en cualquiera obra que se hace de pieles, lepra roedora es la tal llaga: el objeto es inmundo. 52 Por lo cual él quemará el vestido, (ya esté llagado en la urdimbre ya en la trama, de lana o de lino), o cualquier ajuar de piel en que estuviere la llaga; porque lepra roedora es: será quemado a fuego. 53 Mas si al mirarla el sacerdote, viere que no ha cundido la llaga en el vestido (ni en la urdimbre ni en la trama), o en cualquier ajuar de pieles; 54 entonces mandará el sacerdote lavar aquello en que estuviere la llaga, y lo hará encerrar otros siete días. 55 Luego mirará el sacerdote la cosa llagada, después que fuere lavada; y si viere que la llaga no ha mudado de aspecto, aunque no haya cundido la llaga, inmunda es; la quemarás a fuego; es una corrosión; ora sea que lo raído del género esté por su derecho o esté por su revés. 56 Mas si al mirarla el sacerdote viere que ha palidecido la parte llagada, después que fuere lavada, entonces la rasgará del vestido, o de la piel, o de la urdimbre o de la trama. 57 Pero si volviere a aparecer en aquel vestido (ora en la urdimbre ora en la trama), o en cualquier ajuar de pieles, es llaga que vuelve a brotar; quemarás a fuego aquello en que estuviere la tal lepra. 58 Mas el vestido (llagado en la urdimbre o en la trama) o cualquier ajuar de pieles, que lavares y se le quitare la llaga, se lavará segunda vez y quedará limpio.

59 Esta es la ley de la lepra del vestido, de lana o de lino, (ora sea de la urdimbre ora de la trama), o de cualquier ajuar de pieles; para declararlo limpio, o para declararlo inmundo.

Capítulo 14

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Esta será la ley tocante al leproso, en el día de su purificación: Será llevado al sacerdote. 3 Por lo cual el sacerdote saldrá fuera del campamento; y si al mirarle el sacerdote, viere que la llaga de la lepra está ya sana en el leproso, 4 mandará el sacerdote que se tomen para aquel que se va a purificar dos avecillas limpias, vivas, con madera de cedro y lana escarlata e hisopo. 5 Luego el sacerdote mandará degollar una de las avecillas en una vasija de barro sobre aguas corrientes. 6 En cuanto a la avecilla viva, la tomará juntamente con la madera de cedro y la lana escarlata y el hisopo, y mojándolos, juntamente con la avecilla viva, en la sangre de la avecilla degollada sobre las aguas corrientes, 7 rociará sobre aquel que se va a purificar de la lepra, siete veces, purificándole así: luego soltará la avecilla viva sobre la haz del campo. 8 Entonces aquel que se purifica lavará sus vestidos, y se raerá todo el pelo, y se lavará con agua, y quedará limpio: y después de esto podrá entrar en el campamento; mas habitará fuera de su tienda siete días.

9 Y sucederá que al séptimo día volverá a raerse todo el pelo, así de su cabeza como de su barba y las cejas; en fin, raerá todo su pelo; luego lavará sus vestidos; lavará también sus carnes con agua, y quedará limpio. 10 Y el día octavo tomará dos corderos sin tacha, y una cordera del primer año sin tacha, y una ofrenda vegetal de tres décimas de un efa de flor de harina mezclada con aceite, y un log de aceite. 11 Entonces el sacerdote que le purifica, hará que el hombre que se está purificando se presente, juntamente con aquellas cosas, delante de Jehová, a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 12 Luego tomará el sacerdote uno de los corderos y le presentará como ofrenda por la culpa, juntamente con el log de aceite; y los mecerá por ofrenda mecida delante de Jehová. 13 En seguida será degollado el cordero en el lugar donde se degüella la ofrenda por el pecado y el holocausto, en lugar sagrado; porque así como la ofrenda por el pecado es del sacerdote, también lo es la ofrenda por la culpa; cosa sacratísima es. 14 Después el sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha de aquel que se purifica, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.

15 Entonces tomará el sacerdote parte del log de aceite y lo derramará sobre la palma de su mano izquierda: 16 y mojará el sacerdote el dedo índice derecho en el aceite que tiene en su mano izquierda, y con su dedo rociará del aceite siete veces delante de Jehová. 17 Y de lo que sobrare del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho, encima de la sangre de la ofrenda por el pecado. 18 Y lo restante del aceite que hubiere en la mano del sacerdote, lo pondrá sobre la cabeza de aquel que se purifica; y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová.

19 Entonces el sacerdote sacrificará la ofrenda por el pecado, y hará expiación por aquel que se purifica de su inmundicia; y después degollarán el holocausto. 20 Y el sacerdote ofrecerá el holocausto y la ofrenda vegetal sobre el altar: así el sacerdote hará expiación por él; y quedará limpio.

21 Mas si fuere pobre, y sus recursos no alcanzaren a tanto, tome un cordero para ofrenda por la culpa, como ofrenda mecida, para hacer expiación por él, y la décima parte de un efa de flor de harina mezclada con aceite, para ofrenda vegetal, y un log de aceite, 22 y dos tórtolas o dos palominos, tales a cuales sus recursos alcanzaren; y servirá el uno para ofrenda por el pecado y el otro para holocausto: 23 las cuales ofrendas llevará, al octavo día de su purificación, al sacerdote, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, delante de Jehová. 24 Entonces el sacerdote tomará el cordero de la ofrenda por la culpa y el log de aceite, y los mecerá el sacerdote por ofrenda mecida delante de Jehová. 25 Luego degollarán el cordero de la ofrenda por la culpa; y tomará el sacerdote de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha de aquel que se purifica, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho. 26 Y el sacerdote derramará parte del aceite sobre la palma de su mano izquierda; 27 y con el dedo índice derecho el sacerdote rociará del aceite que tiene en su mano izquierda siete veces delante de Jehová. 28 Entonces el sacerdote pondrá del aceite que tiene en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha de aquel que se purifica, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho; encima del lugar donde se puso la sangre de la ofrenda por la culpa. 29 Y lo restante del aceite que hubiere en la mano del sacerdote, lo pondrá sobre la cabeza de aquel que se purifica: haciendo así expiación por él delante de Jehová.

30 En seguida ofrecerá una de las tórtolas, o de los palominos, ofrendas a que alcanzaren sus recursos; 31 (sí, a que alcanzaren sus recursos), la una para ofrenda por el pecado, y la otra para holocausto, además de la ofrenda vegetal. Así el sacerdote hará expiación por aquel que se purifica, delante de Jehová. 32 Esta es la ley en cuanto al que tiene llaga de lepra, cuyos recursos no alcanzan a más para su purificación.

33 Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 34 Cuando hubiereis entrado en la tierra de Canaán, que os daré a poseer, y yo pusiere llaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión; 35 entonces vendrá aquel de quien fuere la casa, y dará aviso al sacerdote, diciendo: Me parece que hay como llaga de lepra en mi casa. 36 Por lo cual mandará el sacerdote que vacíen la casa antes de que el sacerdote entre a examinar la llaga, para que todo lo que hubiere en la casa no quede contaminado; y después de esto entrará el sacerdote a verla. 37 Luego mirará la llaga; y si viere que la llaga está en las paredes de la casa, en forma de depresiones verdosas y rojizas, que parecen estar mas hundidas que lo restante de la pared; 38 el sacerdote saldrá fuera de la casa hasta la entrada de ella; y hará cerrar la casa por siete días. 39 Y volverá el sacerdote al día séptimo y mirará; y si viere que ha cundido la lepra en las paredes de la casa, 40 el sacerdote mandará arrancar las piedras en que estuviere la llaga y arrojarlas fuera de la ciudad en lugar inmundo. 41 Luego hará raspar la casa por dentro todo en derredor; y el polvo que hubieren quitado raspando, lo echarán fuera de la ciudad en lugar inmundo. 42 Tomarán entonces otras piedras y las volverán a poner en lugar de aquellas piedras, y tomarán otra mezcla y revocarán la casa. 43 Mas si volviere la llaga a brotar en la casa, después de arrancarse las piedras, y después de rasparse la casa, y después de revocarla, 44 entonces entrará el sacerdote, y la mirará; y si viere que la llaga ha cundido en la casa, es lepra inveterada en la casa; ésta es inmunda. 45 Por lo cual derribarán aquella casa; y sus piedras y sus maderas y todo el escombro de la casa, lo sacarán fuera de la ciudad, a lugar inmundo. 46 Y cualquiera que entrare en aquella casa todo el tiempo que estuviere cerrada, quedará inmundo hasta la tarde. 47 Asimismo el que se acostare en aquella casa lavará sus vestidos; también el que comiere en aquella casa lavará sus vestidos. 48 Empero si al entrar el sacerdote viere que no ha cundido la plaga en la casa, después de revocada, el sacerdote declarará limpia la casa, porque ha sanado de la llaga.

49 Entonces para limpiar la casa, tomará dos avecillas, y madera de cedro, y lana escarlata, e hisopo; 50 y degollará una de las avecillas en una vasija de barro, sobre aguas corrientes. 51 Luego tomará la madera de cedro y el hisopo y la lana escarlata, juntamente con la avecilla viva, y los mojará en la sangre de la avecilla degollada y en las aguas corrientes; y rociará la casa siete veces. 52 Así limpiará la casa con la sangre de la avecilla, y con las aguas corrientes, y con la avecilla viva, y con la madera de cedro, y con el hisopo y con la lana escarlata. 53 Luego soltará la avecilla viva fuera de la ciudad, sobre la haz del campo. Así hará expiación por la casa, la cual quedará limpia.

54 Esta es la ley acerca de toda suerte de lepra, y de toda suerte de tiña, 55 y de la lepra del vestido, y de la de las casas; 56 y de las hinchazones, y de las escamas, y de las manchas relucientes; 57 para indicar cuando alguna cosa es inmunda y cuando es limpia. Esta es la ley respecto de la lepra.

Capítulo 15

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: 2 Hablad a los hijos de Israel y decidles: Cualquier hombre que tuviere flujo de su carne, a causa de su flujo estará inmundo. 3 Y lo mismo será su inmundicia a causa de su flujo, ya sea que su carne mane a causa de su flujo, ya sea que esté obstruída su carne a causa de su flujo: de cualquier modo, su inmundicia es. 4 Toda cama sobre la cual se acostare el que padece flujo, quedará inmunda; y cada mueble en que se sentare, quedará inmundo. 5 Y cualquiera persona que tocare su cama lavará sus vestidos, y a sí misma se lavará con agua, y quedará inmunda hasta la tarde. 6 Además el que se sentare sobre el mueble en que se haya sentado el que padece flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 7 También el que tocare la carne de aquel que padece el flujo, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 8 Y si el que tiene el flujo escupiere en persona limpia, ésta lavará sus vestidos, y a sí misma se lavará con agua, y quedará inmunda hasta la tarde. 9 Y cualquiera montura en que cabalgare el que padece flujo, quedará inmunda. 10 Y toda persona que tocare cualquiera cosa que hubiere estado debajo de él, quedará inmunda hasta la tarde. Así también el que llevare aquellas cosas, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 11 Y todo aquel a quien tocare el que padece flujo, sin haberse lavado bien las manos con agua, él también lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 12 Y la vasija de barro que hubiere tocado el que padece flujo, será quebrada, y todo utensilio de madera será enjuagado bien con agua.

13 Y cuando el que padece flujo sanare de su flujo, ha de contar siete días para su purificación; y lavará sus vestidos, lavará también sus carnes en aguas corrientes, y quedará limpio. 14 Entonces al octavo día tomará para sí dos tórtolas, o dos palominos, y se presentará delante de Jehová a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y dará las aves al sacerdote: 15 y el sacerdote las ofrecerá, la una para ofrenda por el pecado y la otra para holocausto; y así el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, a causa de su flujo.

16 El hombre, siempre que saliere de él emisión involuntaria de simiente, lavará con agua toda su carne, y quedará inmundo hasta la tarde. 17 También toda ropa y toda piel sobre la cual estuviere la emisión de simiente, será lavada con agua, y quedará inmunda hasta la tarde. 18 La mujer también con quien se acostare el hombre que tuviere la emisión de simiente, una y otro sé lavarán con agua y quedarán inmundos hasta, la tarde.

19 Asimismo la mujer cuando tuviere flujo, siendo de sangre el flujo de su carne, por espacio de siete días estará en su impureza, y todo aquel que la tocare quedará inmundo hasta la tarde. 20 Aquello también en que ella se acostare durante su impureza, quedará inmundo; y todo aquello en que se sentare quedará inmundo. 21 También todo aquel que tocare su cama, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 22 Además todo aquel que tocare cualquier mueble en que ella se haya sentado, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 23 Y si alguna cosa estuviere sobre la cama, o sobre el mueble donde ella se haya sentado, cualquiera que la tocare quedará inmundo hasta la tarde. 24 Y si de manera alguna se acostare varón con ella, y viniere sobre él la inmundicia de ella, quedará inmundo siete días; y toda cama en que él se acostare quedará inmunda.

25 Asimismo cuando una mujer padeciere flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su impureza acostumbrada, o cuando tuviere flujo más allá del tiempo de su impureza; todo el tiempo del flujo de su inmundicia le será como los días de su impureza: ella quedará inmunda. 26 Cualquiera cama en que se acostare todo el tiempo de su flujo, le será como la cama de su impureza; y todo mueble en que se sentare quedará inmundo, lo mismo que en la inmundicia de su impureza acostumbrada. 27 También cualquiera que tocare aquellas cosas, quedará inmundo, y lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde. 28 Y cuando ella sanare de su flujo, contará para sí siete días, después de los cuales quedará limpia. 29 Y al octavo día tomará para sí dos tórtolas o dos palominos, y los traerá al sacerdote, a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 30 Y el sacerdote ofrecerá el uno para ofrenda por el pecado y el otro para holocausto; y así el sacerdote hará expiación por ella delante de Jehová, a causa de su flujo de sangre.

31 De esta manera separaréis a los hijos de Israel de sus inmundicias, para que no mueran por sus inmundicias cuando contaminen mi Habitación que está en medio de ellos. 32 Esta es la ley respecto del que padece flujo, y de aquel de quien sale emisión de simiente, de tal modo que se contamine con ella; 33 también de la mujer que está enferma de su impureza: es decir, de aquel que padece flujo, sea varón o sea hembra; y de aquel que se acostare con mujer inmunda.

Capítulo 16

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón, (los cuales se acercaron ante la presencia de Jehová, y por eso murieron), 2 y dijo Jehová a Moisés: Manda a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el Santuario, del velo adentro, delante del Propiciatorio que está sobre el Arca, no sea que muera: porque yo apareceré en la nube encima del Propiciatorio. 3 Con estas prevenciones pues ha de entrar dentro del Santuario: Con un novillo joven para ofrenda por el pecado, y un carnero para holocausto. 4 Se vestirá la santa túnica de lino blanco, y los calzoncillos de lino blanco estarán sobre sus carnes, y se ceñirá el cinturón de lino blanco; y la mitra de lino blanco traerá envuelta al rededor de su cabeza. Estas son las vestiduras más santas; lavará pues sus carnes con agua, y así se las vestirá. 5 Y tomará, de parte de la Congregación de los hijos de Israel, dos machos cabríos para ofrenda por el pecado, y un carnero para holocausto. 6 Entonces Aarón presentará el novillo de la ofrenda por el pecado, que es para él; y hará expiación por sí mismo, y por su casa. 7 Luego tomará los dos machos cabríos y los hará colocar delante de Jehová, a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 8 Y Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, la una suerte para Jehová y la otra para Azazel. 9 Entonces presentará Aarón el macho cabrío sobre el cual cayó la suerte para Jehová, y le ofrecerá como ofrenda por el pecado: 10 pero el macho cabrío sobre el cual cayó la suerte para Azazel, será colocado vivo delante de Jehová, apara hacer expiación por medio de él, enviándole a Azazel en el desierto.

11 Aarón entonces presentará el novillo de la ofrenda por el pecado, que es para él, y hará expiación por sí mismo y por su casa, degollando el novillo de la ofrenda por el pecado que es para él. 12 Luego tomará un incensario lleno de brasas de fuego de sobre el altar que está delante de Jehová; tomará también sus dos puños llenos de incienso aromático, bien molido, y lo traerá adentro del velo; 13 y pondrá el incienso sobre el fuego, delante de Jehová, para que la nube del incienso cubra el Propiciatorio que está sobre el Arca del Testimonio, para que él no muera. 14 En seguida tomará de la sangre del novillo y rociará con su dedo sobre la superficie del Propiciatorio, a la parte del oriente; y delante del Propiciatorio rociará siete veces de aquella sangre con su dedo.

15 Después degollará el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, que es para el pueblo; y traerá su sangre adentro del velo, y hará con su sangre lo mismo que hizo con la sangre del novillo, rociándola sobre el Propiciatorio y delante del Propiciatorio. 16 Así hará expiación por el Santuario, a causa de las inmundicias de los hijos de Israel y de sus transgresiones, con motivo de todos sus pecados. Y del mismo modo hará con el Tabernáculo de Reunión, que reside con ellos, en medio de sus inmundicias. 17 Y no ha de haber hombre alguno en el Tabernáculo de Reunión cuando él entrare para hacer expiación dentro del Santuario, hasta que salga: así hará expiación por sí mismo y por su casa, y por toda la Asamblea de Israel.

18 Luego saldrá al altar que está delante de Jehová, y hará expiación por él. A este efecto, tomará de la sangre del novillo y de la sangre del macho cabrío, y la pondrá sobre los cuernos del altar al rededor. 19 También rociará de la sangre sobre él siete veces; así lo purificará y lo santificará, a causa de las inmundicias de los hijos de Israel.

20 Y cuando hubiere acabado de hacer expiación por el Santuario, y por el Tabernáculo de Reunión, y por el altar, hará presentar el macho cabrío vivo. 21 Y pondrá Aarón entrambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus transgresiones, a causa de todos sus pecados, cargándolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y le enviará al desierto por mano de un hombre idóneo. 22 Y el macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y así el hombre dejará ir al macho cabrío por el desierto.

23 Mientras tanto entrará Aarón en el Tabernáculo de Reunión, y quitándose las vestiduras de lino blanco con que se vistió al entrar en el Santuario, las dejará allí. 24 Luego lavará su carne con agua en lugar sagrado, y volverá a ponerse sus vestidos; saldrá entonces y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, haciendo la expiación por sí mismo y por el pueblo. 25 Y hará consumir sobre el altar el sebo de la ofrenda por el pecado.

26 Y aquel que hubiere soltado el macho cabrío de Azazel lavará sus vestidos, y lavará sus carnes con agua; y después de esto podrá entrar en el campamento. 27 Mas en cuanto al novillo de la ofrenda por el pecado y al macho cabrío de la ofrenda por el pecado, cuya sangre fué traída dentro del Santuario para hacer expiación, los sacarán fuera del campamento, y quemarán a fuego sus pieles y su carne y su estiércol. 28 Y el que los quemare lavará sus vestidos, lavará también sus carnes con agua, y después de esto podrá entrar en el campamento.

29 Y esto os será estatuto perpetuo: En el mes séptimo, el día décimo del mes, afligiréis vuestras almas, y ningún trabajo haréis, ni los que son de vuestra raza, ni el extranjero que mora en medio de vosotros. 30 Porque en este día se ha de hacer expiación por vosotros para purificaros; y de todos vuestros pecados quedaréis limpios delante de Jehová. 31 Descanso solemnísimo os será, en el cual habéis de afligir vuestras almas: estatuto perpetuo es. 32 Y el sacerdote que fuere ungido y consagrado para ser sumo sacerdote en lugar de su padre, hará la expiación, y se vestirá las vestiduras de lino blanco, las vestiduras más santas: 33 y hará expiación por el santo Santuario; por el Tabernáculo de Reunión también y por el altar hará expiación; asimismo por los sacerdotes, y por todo el pueblo de la Congregación hará expiación. 34 Y esto os será estatuto perpetuo, para hacer expiación por los hijos de Israel, a causa de todos sus pecados, una vez al año. E hizo Aarón según había mandado Jehová a Moisés.

Capítulo 17

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a Aarón y a sus hijos y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es lo que Jehová ha mandado, diciendo: 3 Cualquier hombre de la casa de Israel que degollare vaca u oveja o cabra dentro del campamento, o que las degollare fuera del campamento, 4 y no las trajere a la entrada del Tabernáculo de Reunión, para presentar la oblación de Jehová delante de la Habitación de Jehová, sangre le será imputada al tal hombre; ha derramado sangre ilícitamente, y aquel hombre será cortado de en medio de su pueblo: 5 se ordena esto a fin de que los hijos de Israel traigan sus sacrificios que sacrifican sobre la haz del campo, y los presenten a Jehová, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, al sacerdote, y los ofrezcan como sacrificios pacíficos a Jehová. 6 El sacerdote pues rociará la sangre sobre el altar de Jehová, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y hará consumir los sebos por olor grato a Jehová: 7 a fin de que ellos no ofrezcan más sus sacrificios a los demonios tras los cuales siguen idolatrando. Estatuto perpetuo les será esto durante sus generaciones. 8 Y les dirás: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio, 9 y no lo trajere a la entrada del Tabernáculo de Reunión para sacrificarlo a Jehová, será cortado el tal hombre de entre su pueblo.

10 Asimismo respecto de cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de vosotros, que comiere cualquiera clase de sangre, yo pondré mi rostro contra aquella persona que comiere sangre, y la cortaré de en medio de su pueblo: 11 porque la vida de la carne en la sangre está, la cual os he dado para hacer expiación en el altar por vuestras almas; porque la sangre, en virtud de ser la vida, es la que hace expiación. 12 Por lo mismo he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de entre vosotros ha de comer sangre; ni tampoco el extranjero que mora en medio de vosotros ha de comer sangre.

13 Asimismo cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de ellos, que cogiere caza de animal o de ave que es lícito comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. 14 Porque es la vida de toda carne; su sangre lo mismo es que su vida. Por tanto he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne; porque la vida de toda carne es su sangre; todo aquel que la comiere será destruído.

15 También todo aquel que comiere cosa mortecina, o despedazada por fieras, sea de los de vuestra nación o de los extranjeros, lavará sus vestidos, y a sí mismo se lavará con agua, y quedará inmundo hasta la tarde; después estará limpio. 16 Mas si no los lavare, ni lavare su carne, llevará su iniquidad.

Capítulo 18

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Yo soy Jehová vuestro Dios. 3 No hagáis como hacen en la tierra de Egipto, en donde habéis morado; ni hagáis como hacen en la tierra de Canaán, adonde yo os llevo; ni andéis en las costumbres de ellas. 4 Al contrario, cumpliréis mis leyes y guardaréis mis estatutos, andando en ellos. Yo Jehová vuestro Dios. 5 Por tanto guardaréis mis estatutos y mis preceptos; en los cuales vivirá el hombre que los hiciere. Yo Jehová.

6 No se llegue ninguno de vosotros a cualquiera que sea su pariente cercano, para descubrir su desnudez. Yo Jehová.

7 La desnudez de tu padre, es a saber, la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es: no descubrirás la desnudez de ella.

8 La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; la desnudez de tu padre es.

9 La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o fuera de ella, la desnudez de ésta no descubrirás.

10 La desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija, la desnudez de éstas no descubrirás: porque la de ellas es tu misma desnudez.

11 La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, (tu hermana es), la desnudez de ella no descubrirás.

12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; parienta cercana de tu padre es.

13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás; porque parienta cercana de tu madre es.

14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; a la mujer de él no te llegarás; tu tía es.

15 La desnudez de tu nuera no descubrirás; mujer de tu hijo es; la desnudez de ella no descubrirás.

16 La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás; la desnudez de tu hermano es.

17 La desnudez de una mujer y de su hija no descubrirás; ni tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez; parientas cercanas de ella son: maldad execrable es.

18 Ni tampoco tomarás una mujer juntamente con su hermana, para que le sea rival, descubriendo tú la desnudez de ésta además de la de aquélla, durante su vida.

19 Ni tampoco te llegarás a una mujer en la impureza de su inmundicia mensual, para descubrir la desnudez de ella.

20 Ni tendrás ayuntamiento carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.

21 Y no darás de tu simiente, haciéndola pasar a Moloc; ni profanarás así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

22 Ni con varón te acostarás del modo que uno se acuesta con mujer; es abominación.

23 Ni con ninguna bestia te ayuntarás, contaminándote con ella; es profanación detestable. Ni la mujer se pondrá delante de bestia para ayuntarse con ella: es una prostitución nefanda.

24 No os contaminéis con ninguna de estas abominaciones; porque por medio de todas ellas se han contaminado las naciones que voy a echar de delante de vosotros; 25 de tal modo que se ha contaminado la tierra; por lo cual yo visito su iniquidad sobre ella, y la tierra misma vomita a sus habitantes. 26 Vosotros pues guardaréis mis estatutos y mis leyes; y no habéis de hacer ninguna de estas abominaciones, ni los de vuestra raza, ni los extranjeros que moran entre vosotros; 27 (porque todas estas abominaciones cometen los hombres de aquella tierra, los que la ocupan antes de vosotros; y es contaminada la tierra); 28 no sea que la tierra os vomite a vosotros, cuando la hubiereis contaminado, como vomita a las naciones que la ocupan antes de vosotros: 29 porque todo aquel que cometiere cualquiera de estas abominaciones, sí, las personas que tal hicieren, serán cortadas de en medio de su pueblo. 30 Guardad pues mi precepto, no siguiendo ninguna de estas costumbres abominables que se han practicado antes de vosotros, ni os contaminéis con ellas. Yo Jehová vuestro Dios.

Capítulo 19

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a toda la Congregación de los hijos de Israel y diles: Seréis santos; porque yo, Jehová vuestro Dios, soy santo.

3 Temeréis cada cual a su madre y a su padre; y guardaréis mis días de descanso. Yo Jehová vuestro Dios.

4 No os volváis a los ídolos, ni os hagáis dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios.

5 Y cuando presentareis sacrificio de ofrenda pacífica a Jehová, hacedlo de tal modo que me seáis aceptos. 6 En el mismo día que hagáis el sacrificio se ha de comer, y al día siguiente; y lo que sobrare hasta el día tercero será quemado a fuego. 7 Y si de manera alguna se comiere en el día tercero, será una abominación; la ofrenda no será acepta; 8 mas antes, aquel que la haya comido llevará su iniquidad; porque ha profanado cosa santa de Jehová: será cortada la tal persona de entre su pueblo.

9 Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás, oh Israel, de segar los rincones de tu campo, ni espigarás tu tierra segada; 10 ni tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.

11 No hurtaréis, ni tampoco engañaréis ni mentiréis los unos a los otros.

12 No jurarás en falso por mi nombre, ni profanarás el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

13 No usarás de extorsión para con tu prójimo, ni le robarás. El salario del jornalero no ha de quedar en tu poder toda la noche hasta la mañana.

14 No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego; sino que temerás a tu Dios. Yo Jehová.

15 No hagas injusticia en el juicio; ni aceptarás la persona del pobre, ni honrarás la cara del grande: con justicia juzgarás a tu prójimo.

16 No andarás como chismoso entre tu pueblo: no conspirarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.

17 No odiarás a tu hermano en tu corazón; ciertamente reprenderás a tu prójimo, para que no lleves pecado por su causa.

18 No te vengarás, ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo; sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

19 Guardaréis mis estatutos. Tocante a tu ganado, no harás ayuntar dos animales de especies distintas: no sembrarás tu campo con mezcla de dos clases de semillas: vestido tejido con mezcla de dos materiales distintos, no te lo pondrás.

20 Además, si un hombre tuviere ayuntamiento carnal con una mujer, siendo ella sierva desposada con marido, sin que haya sido rescatada, ni se le haya dado libertad; serán castigados entrambos, mas no morirán; porque ella no era libre: 21 y él traerá a Jehová su ofrenda por la culpa, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, es a saber, un carnero como ofrenda por la culpa: 22 y con el carnero de la ofrenda por la culpa el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, a causa del pecado que ha cometido, y se le perdonará el pecado que ha cometido.

23 Y cuando entrareis en la tierra de promisión, y hubiereis plantado todo género de árboles frutales, reputaréis su fruto como incircunciso: por tres años os será como incircunciso; no se comerá. 24 Y el año cuarto todo su fruto será santo, para acciones de gracias a Jehová. 25 Mas en el año quinto comeréis de su fruto; y serán en adelante para daros su producto. Yo Jehová vuestro Dios.

26 No comáis nada con la sangre. No practiquéis adivinación, ni observéis agüeros. 27 No raeréis los bordes de vuestra cabellera para darle forma redonda; ni destruiréis los bordes de vuestra barba.

28 Ni tampoco haréis sajaduras en vuestra carne, a causa de muerto; ni imprimáis en vuestra carne dibujo alguno hecho a punzón. Yo Jehová.

29 No profanarás a tu hija, haciendo que ella se prostituya; no sea que la tierra se entregue a la fornicación, y se llene la tierra de lascivia execrable.

30 Guardad mis días del descanso y tened en reverencia mi Santuario. Yo Jehová.

31 No os volváis a los nigrománticos, ni a los adivinos; no acudáis a ellos, para contaminaros con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.

32 Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y a tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.

33 Y cuando morare algún extranjero con vosotros, en vuestra tierra, no le maltratéis. 34 Como uno de vuestra misma nación os ha de ser el extranjero que morare con vosotros, y le amarás como a ti mismo: porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.

35 No hagáis injusticia en materia de derecho, ni en medida de longitud o de peso, ni en medida de capacidad. 36 Balanzas justas, pesas justas, hin justo y efa justo habéis de tener. Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto. 37 Guardaréis pues todos mis estatutos y todas mis leyes, para cumplirlos. Yo Jehová.

Capítulo 20

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquiera persona de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en medio de Israel, que diere de su simiente a Moloc, será muerto irremisiblemente; el pueblo de la tierra le matará a pedradas; 3 también yo mismo pondré mi rostro contra el tal hombre para cortarle de entre su pueblo, por haber dado de su simiente a Moloc; por cuanto ha contaminado mi Santuario y ha profanado mi santo nombre. 4 Y si el pueblo de la tierra de manera alguna apartare sus ojos de aquel hombre cuando diere de su simiente a Moloc, para no hacerle morir, 5 yo mismo pondré mi rostro contra aquel hombre y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, tanto a él como a todos los que han ido idolatrando tras él, fornicando en pos de Moloc. 6 Asimismo la persona que se volviere a los nigrománticos y a los adivinos, para ir fornicando en pos de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de en medio de su pueblo. 7 Santificaos pues y sed santos; porque yo soy Jehová vuestro Dios: 8 por eso guardaréis mis estatutos y los cumpliréis. Yo Jehová que os santifico.

9 Cualquier hombre pues que maldijere a su padre o a su madre será muerto irremisiblemente; ha maldecido a su padre o a su madre; recaiga su sangre sobre él. 10 Asimismo respecto del hombre que cometiere adulterio con la mujer de otro, repito, de aquel que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo; serán muertos irremisiblemente tanto el adúltero como la adúltera. 11 Asimismo respecto del hombre que se acostare con la mujer de su padre: la desnudez de su padre ha descubierto; uno y otra serán muertos irremisiblemente; recaiga su sangre sobre ellos. 12 Asimismo respecto del hombre que se acostare con su nuera; ambos a dos serán muertos: detestable profanación han cometido; recaiga su sangre sobre ellos. 13 Asimismo respecto del hombre que se acostare con varón, como uno se acuesta con mujer; ambos a dos han cometido abominación: serán muertos irremisiblemente: recaiga su sangre sobre ellos. 14 Asimismo si un hombre tomare una mujer y la madre de ella, es maldad execrable; a fuego se quemará tanto a él como a ellas; para que no haya tan execrable maldad en medio de vosotros. 15 Asimismo el hombre que se ayuntare con bestia, será muerto irremisiblemente; mataréis también a la bestia. 16 Y si una mujer se llegare a cualquiera bestia para ayuntarse con ella, matarás a la mujer y a la bestia: serán muertos irremisiblemente; recaiga su sangre sobre ellos. 17 Y si un hombre tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere él la desnudez de ella, y ella viere la desnudez de él, es cosa vergonzosa; serán destruídos a ojos de los hijos de su pueblo: la desnudez de su hermana ha descubierto; llevará su iniquidad. 18 Asimismo el hombre que se acostare con mujer enferma de su costumbre, y descubriere la desnudez de ella, ha desnudado la fuente de ella, ella también ha descubierto la fuente de su sangre; serán cortados ambos a dos de entre su pueblo. 19 Ni tampoco descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre, ni de la hermana de tu padre; porque el que tal hiciere ha desnudado a su parienta cercana; ambos llevarán su iniquidad. 20 Asimismo el que se acostare con la mujer de su tío, la desnudez de su tío ha descubierto; ambos llevarán su pecado; sin hijos morirán. 21 Asimismo si alguno tomare la mujer de su hermano, es inmundicia: ha descubierto la desnudez de su hermano; sin hijos quedarán.

22 Guardad pues todos mis estatutos y todas mis leyes, y cumplidlos, no sea que os vomite la tierra adonde os llevo para habitar en ella. 23 No habéis de andar pues en las costumbres de las naciones que voy a echar de delante de vosotros; porque todas estas maldades han hecho ellos, por lo cual yo los tengo en abominación. 24 A vosotros empero os he dicho: Poseeréis la tierra de ellos, la que os voy a dar para que la heredéis, tierra que mana leche y miel. Yo soy Jehová vuestro Dios, que os he separado de los demás pueblos. 25 Vosotros pues habéis de hacer distinción entre los animales limpios y los inmundos, y entre las aves inmundas y las limpias: y no hagáis abominables vuestras personas, ni con animales, ni con aves, ni con ninguna cosa que anda arrastrándose sobre el suelo; las cuales yo he separado de vosotros como inmundas. 26 Vosotros por tanto habéis de serme santos, porque yo, Jehová, soy santo; y os he separado de entre las naciones para que seáis míos. 27 Por tanto, el hombre o la mujer en quien haya espíritu pitónico, o que sea adivino, serán muertos irremisiblemente; los matarán a pedradas: recaiga su sangre sobre ellos.

Capítulo 21

1 Y DIJO Jehová a Moisés: Habla a los sacerdotes, hijos de Aarón, y diles: Ninguno de vosotros ha de contaminarse a causa de muerto entre su pueblo, 2 salvo por algún pariente muy cercano, como su madre, o su padre, o su hijo, o su hija, o su hermano: 3 también por una hermana suya, virgen, que viva muy cerca de él, que no haya sido casada, podrá contaminarse. 4 Siendo hombre principal entre su pueblo no se ha de contaminar, haciéndose profano. 5 Los sacerdotes no han de hacer calva en su cabeza, ni se raerán los bordes de la barba, ni han de hacer sajaduras en su carne. 6 Santos han de ser a su Dios, y no han de profanar el nombre de su Dios; porque ellos son los que presentan las ofrendas encendidas de Jehová, el pan de su Dios; por esto han de ser santos. 7 No tomarán mujer que sea ramera, o violada; ni tampoco han de tomar mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios. 8 Le santificarás, pues, oh Israel, por lo mismo que él es quien presenta el pan de tu Dios: por tanto le tendrás por santo; porque santo soy yo, Jehová, que os santifico. 9 Por lo cual si la hija de un sacerdote se profanare, cometiendo fornicación, ella profana a su padre: a fuego será quemada.

10 Y el que es sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza ha sido derramado el aceite de la unción, y que ha sido consagrado para vestir las vestimentas más santas, no se ha de desgreñar la cabeza, ni rasgará sus ropas; 11 ni entrará a donde hubiere cuerpo muerto de nadie: ni aun por su padre ni por su madre se ha de contaminar; 12 ni del Santuario saldrá en su duelo; no sea que profane el Santuario de su Dios; por lo mismo que la consagración del aceite de la unción de su Dios está sobre él. Yo Jehová. 13 Y ha de tomar mujer que sea virgen. 14 Viuda o repudiada, violada o ramera, a las tales no ha de tomar; sino una virgen de entre su pueblo tomará por mujer suya: 15 ni profanará su simiente entre su pueblo; porque yo soy Jehová que le santifico.

16 Asimismo habló Jehová a Moisés, diciendo: 17 Habla a Aarón y dile: Cualquier hombre de tu descendencia, durante sus generaciones, que tuviere algún defecto, no se ha de llegar para presentar el pan de su Dios; 18 porque ningún hombre en quien hubiere defecto se ha de llegar a mi altar: ni el hombre ciego, o cojo, o que tuviere nariz aplastada o cosa supérflua, 19 ni hombre que tuviere pie quebrado o mano quebrada, 20 ni que fuere jorobado, o enano, o que tuviere tacha en el ojo, o que fuere sarnoso o escorbútico o eunuco. 21 Ningún hombre pues de la estirpe de Aarón el sacerdote que tuviere defecto, se llegará para presentar las ofrendas encendidas de Jehová: tiene defecto; no se llegará a presentar el pan de su Dios. 22 Este no obstante, comerá del pan de su Dios, así de las cosas muy santas como de las santas; 23 sólo que no ha de entrar a donde está el velo, ni se llegará al altar, (por lo mismo que hay defecto en él), no sea que profane mis cosas santas; porque yo soy Jehová que los santifico. 24 Y díjolo Moisés a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.

Capítulo 22

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Di a Aarón y a sus hijos que se recaten respecto de las cosas santas de los hijos de Israel, y no profanen mi santo nombre en las cosas que ellos me santifiquen. Yo Jehová. 3 Diles: Durante vuestras generaciones, cualquier hombre de toda vuestra descendencia que estando inmundo se acercare a las cosas santas que los hijos de Israel santificaren a Jehová, la tal persona será cortada de delante de mí. Yo Jehová. 4 Cualquier hombre de la estirpe de Aarón que fuere leproso, o tuviese flujo, no ha de comer de las cosas santas, hasta tanto que esté limpio. Asimismo el que tocare cualquiera cosa que sea inmunda por causa de muerto, u hombre que tuviere emisión de simiente; 5 o el hombre que tocare algún reptil con que se pueda contaminar, u hombre con quien se pueda contaminar por cualquiera inmundicia suya; 6 la persona que tal tocare, quedará inmunda hasta la tarde, y no comerá de las cosas santas hasta que haya lavado su carne con agua: 7 y cuando se hubiere puesto el sol, él estará limpio; y después podrá comer de las cosas santas, porque son su alimento. 8 Cosa mortecina, o despedazada por fieras, no ha de comer, contaminándose con ella. Yo Jehová.

9 Ellos pues guardarán mi precepto, no sea que lleven pecado con ese motivo, y mueran por ello, si lo profanaren. Yo Jehová que los santifico. 10 Mas ningún extraño comerá de cosa santa; ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo comerá de cosa santa. 11 Pero cuando el sacerdote comprare un hombre con su dinero, éste podrá comer de ella; también los siervos nacidos en su casa comerán de su pan.

12 Asimismo cuando una hija de sacerdote se casare con hombre extraño, no podrá comer de las ofrendas alzadas de las cosas santas. 13 Mas si la hija del sacerdote fuere viuda o repudiada, sin tener hijo, y hubiere vuelto a la casa de su padre, entonces, lo mismo que en su mocedad, podrá comer del pan de su padre; pero ningún extraño al sacerdocio comerá de él. 14 Y si alguna persona comiere de cosa santa por yerro, añadirá su quinta parte sobre ella, y la dará al sacerdote, juntamente con la cosa santa. 15 Ellos pues no han de profanar las cosas santas de los hijos de Israel, que éstos ofrendaren a Jehová; 16 ni cargarán sobre sí la iniquidad que trae culpa, al comer de sus cosas santas: porque yo soy Jehová que los santifico.

17 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 18 Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel y diles: Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros residentes en Israel, que quisiere presentar su oblación, por cualquier voto suyo, o por cualquiera ofrenda voluntaria suya, de las que suelen presentar a Jehová como holocausto, 19 a fin de que sea acepto por vosotros habrá de ser macho sin tacha, ora sea de la vacada, ora de las ovejas o de las cabras. 20 No podréis presentar ninguna cosa que tuviere defecto; porque no será acepto de vosotros.

21 Asimismo en cuanto a cualquier hombre que quisiere presentar sacrificio de paces a Jehová, por cumplir un voto o por ofrenda voluntaria, ya sea de la vacada ya del rebaño, ha de ser perfecto para que sea acepto; ningún defecto ha de haber en él. 22 Ciego, o estropeado, o herido, o llagado, o sarnoso, o roñoso no habéis de presentar ante Jehová; ni habéis de poner ofrendas encendidas de los tales sobre el altar de Jehová. 23 Ganado vacuno u ovejuno que tuviere algo supérfluo, o falto en sus partes, puedes hacer de ello ofrenda voluntaria; mas para voto no será acepto. 24 Animal castrado, que haya sido comprimido, o majado, o quebrado, cortado no lo habéis de presentar a Jehová; ni haréis así en vuestra tierra. 25 Ni aun de mano de hijo de tierra extraña habéis de sufrir que se presente el pan de vuestro Dios de ninguno de estos; porque tienen en sí su fealdad; hay defecto en ellos; no se os serán aceptos.

26 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 27 Cuando hubiere nacido ternero, o cordero, o cabrito, estará siete días con la madre; mas desde el día octavo en adelante, será acepto para oblación de ofrenda encendida a Jehová. 28 Pero sea vaca u oveja, no podréis degollar a ella y a su hijo en un mismo día.

29 Y cuando quisiereis ofrecer sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo habéis de sacrificar de tal modo que os sea acepto. 30 En ese mismo día ha de ser comido; no dejaréis nada de él hasta la mañana. Yo Jehová.

31 Vosotros pues habéis de guardar mis mandamientos y cumplirlos. Yo Jehová. 32 Y no profanéis mi santo nombre; antes bien, yo he de ser santificado en medio de los hijos de Israel. Yo Jehová que os santifico, 33 y que os he sacado de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová.

Capítulo 23

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: En cuanto a las fiestas solemnes de Jehová, las cuales habéis de proclamar como santas convocaciones, estas serán mis fiestas solemnes: 3 Seis días se trabajará; mas en el día séptimo habrá un descanso solemnísimo, convocación santa; ningún trabajo haréis en él; descanso consagrado a Jehová será en todas vuestras habitaciones.

4 Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las santas convocaciones que habréis de proclamar en sus tiempos señalados: 5 En el mes primero, el día catorce del mes, a la caída de la tarde, se celebrará la Pascua a Jehová. 6 El día quince de ese mes se celebrará a Jehová la fiesta de los Ázimos: siete días comeréis panes ázimos. 7 En el día primero tendréis santa convocación; ningún trabajo servil habréis de hacer. 8 Y presentaréis ofrendas encendidas a Jehová por siete días. En el día séptimo habrá otra santa convocación; ningún trabajo servil habréis de hacer.

9 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que os voy a dar, y segareis la mies de ella, traeréis una gavilla, por primicias de vuestra siega, al sacerdote; 11 el cual mecerá la gavilla delante de Jehová, para que sea acepta a favor vuestro; el día siguiente al sábado de la Pascua, la mecerá el sacerdote. 12 Y en el día que meciereis la gavilla, sacrificaréis un cordero del primer año, sin tacha, en holocausto a Jehová. 13 Y su ofrenda vegetal serán dos décimas de un efa de flor de harina mezclada con aceite; ofrenda encendida a Jehová, de olor grato; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. 14 Y no habéis de comer pan, ni grano tostado, ni espigas nuevas, hasta este mismo día; hasta que hubiereis traído la oblación de vuestro Dios: estatuto perpetuo será durante vuestras generaciones, en todas vuestras moradas.

15 Y os contaréis siete semanas (semanas cumplidas serán), desde el día siguiente al sábado de la Pascua, día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida, 16 hasta el día siguiente al séptimo sábado; contaréis cincuenta días; entonces presentaréis ofrenda vegetal nueva a Jehová. 17 De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida: de dos décimas de un efa de flor de harina, cada uno, serán; con levadura serán cocidos, por primicias a Jehová. 18 Y juntamente con el pan presentaréis siete corderos del primer año, sin tacha, y un novillo joven y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con sus ofrendas vegetales y sus libaciones; ofrenda encendida de olor grato a Jehová. 19 Ofreceréis también un macho cabrío como ofrenda por el pecado, y dos corderos del primer año para sacrificio de paces; 20 los cuales mecerá el sacerdote con el pan de las primicias, por ofrenda mecida, delante de Jehová, juntamente con los dos corderos: los panes serán santos a Jehová para uso del sacerdote. 21 Y convocaréis la Asamblea en este mismo día; convocación santa os será; ningún trabajo servil habréis de hacer: estatuto perpetuo será en todas vuestras habitaciones, durante vuestras generaciones. 22 Y cuando segareis las mieses de vuestra tierra, no acabarás de segar los rincones de tu campo, ni espigarás tu tierra segada: para el pobre y para el extranjero dejarás lo que quedare. Yo Jehová vuestro Dios.

23 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 24 Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes, tendréis descanso solemne, conmemoración celebrada a son de trompetas, convocación santa: 25 ningún trabajo servil habréis de hacer; y presentaréis ofrenda encendida a Jehová.

26 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 27 Ciertamente el día décimo de este séptimo mes será Día de Expiación; convocación santa os será; y afligiréis vuestras almas, y presentaréis ofrenda encendida a Jehová. 28 Y no habréis de hacer ninguna clase de obra en este día especial; porque es día de expiaciones, para hacer expiación por vosotros delante de Jehová vuestro Dios. 29 Por tanto toda persona que no se afligiere en este día especial, será cortada de entre su pueblo. 30 Y toda persona que hiciere cualquiera clase de obra en este día especial, yo cortaré a la tal persona de entre su pueblo. 31 Ninguna clase de obra, pues, habéis de hacer: estatuto perpetuo será durante vuestras generaciones, en todas vuestras moradas. 32 Sábado de descanso solemne os será, en el cual afligiréis vuestras almas. A los nueve del mes, por la tarde, principiaréis: de tarde a tarde guardaréis vuestro descanso.

33 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 34 Habla a los hijos de Israel, y diles: El día quince de este mes séptimo se celebrará a Jehová la fiesta de las Enramadas, que durará siete días. 35 En el día primero habrá convocación santa; ningún trabajo servil habréis de hacer. 36 Siete días presentaréis ofrendas encendidas a Jehová: y en el día octavo tendréis otra convocación santa a Jehová, y presentaréis ofrendas encendidas a Jehová: la asamblea más solemne es; ningún trabajo servil habréis de hacer.

37 Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis por santas convocaciones, para presentar a Jehová ofrendas encendidas, holocaustos y ofrendas vegetales, sacrificios y libaciones; cada cosa en su propio día; 38 además de los sábados de Jehová y además de vuestros dones, además de todos vuestros votos y además de todas vuestras ofrendas voluntarias que diereis a Jehová.

39 Ciertamente el día quince de este mes séptimo, cuando hubiereis recogido el producto de la tierra, celebraréis a Jehová fiesta que dure siete días. En el primer día habrá descanso solemne, y en el día octavo, otro descanso solemne. 40 Y tomaréis para vosotros en el día primero frutas de árboles hermosos, ramos de palmas, y ramos de árboles frondosos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por espacio de siete días. 41 Y lo celebraréis como fiesta solemne a Jehová siete días en cada año; estatuto perpetuo será durante vuestras generaciones; en el mes séptimo celebraréis esta fiesta. 42 Bajo enramadas habitaréis por siete días; todo aquel que sea del linaje de Israel habitará bajo enramadas; 43 para que vuestras generaciones venideras sepan que bajo enramadas hice yo habitar a los hijos de Israel, cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios. 44 Y Moisés declaró a los hijos de Israel lo concerniente a las fiestas solemnes de Jehová.

Capítulo 24

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Manda a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas puro, batido, para el alumbrado; a fin de hacer arder las lámparas de continuo. 3 Afuera del velo del Arca del Testimonio, en el Tabernáculo de Reunión, Aarón las aderezará para que ardan desde la tarde hasta la mañana, delante de Jehová de continuo: estatuto perpetuo será durante vuestras generaciones. 4 Sobre el candelabro puro aderezarán siempre las lámparas delante de Jehová.

5 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; de dos décimas de un efa será cada torta; 6 y las colocarás superpuestas en dos órdenes, seis en cada orden, sobre la mesa pura delante de Jehová. 7 Y pondrás sobre cada orden olíbano puro, para que éste sea por memorial del pan: ofrenda encendida será a Jehová. 8 De sábado en sábado se pondrá en orden el pan delante de Jehová continuamente, de parte de los hijos de Israel, por pacto perpetuo. 9 Y será para Aarón y sus hijos, los cuales lo comerán en lugar sagrado; porque es cosa sacratísima para él, de las ofrendas encendidas de Jehová, por estatuto perpetuo.

10 Y el hijo de una mujer israelita, que era hijo de un egipcio, salió en medio de los hijos de Israel; y pelearon en medio del campamento el hijo de la israelita y un hombre de Israel. 11 Y el hijo de la israelita blasfemó EL NOMBRE, y prorrumpió en maldiciones. Y le condujeron a Moisés. El nombre de su madre era Selomit, hija de Debri, de la tribu de Dan. 12 Y le pusieron en prisión hasta que el juicio les fuese declarado por boca de Jehová. 13 Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: 14 Saca al maldiciente fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan las manos sobre su cabeza, y apedréele toda la Congregación.

15 Y hablarás a los hijos de Israel; diciendo: Cualquier hombre que maldijere a su Dios, llevará su pecado. 16 Y aquel que blasfemare el nombre de Jehová será muerto irremisiblemente: sin falta toda la Congregación le apedreará: sea extranjero o sea de vuestra raza, cuando blasfemare EL NOMBRE, será muerto.

17 Asimismo cualquiera que hiriere mortalmente a persona alguna, será muerto irremisiblemente. 18 Y aquel que hiriere mortalmente una bestia hará restitución por ella, bestia por bestia. 19 También cuando alguno causare lesión a su prójimo, según hizo él, así le será hecho: 20 golpe por golpe, ojo por ojo, diente por diente; de conformidad con la lesión que causare a otro, así será hecho con él mismo. 21 De manera que el que matare una bestia hará restitución; mas el que matare a un hombre, será muerto. 22 Una misma ley tendréis tanto para el extranjero como para los de vuestra raza; porque yo soy Jehová vuestro Dios.

23 Moisés pues habló a los hijos de Israel, y sacaron al maldiciente fuera del campamento, y le mataron a pedradas. Así hicieron los hijos de Israel como había mandado Jehová a Moisés.

Capítulo 25

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés en el monte Sinaí, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando entrareis en la tierra que voy a daros, la tierra también guardará descanso consagrado a Jehová. 3 Seis años sembrarás tu campo, y seis años podarás tu viña y recogerás su producto; 4 mas en el año séptimo la tierra tendrá descanso solemnísimo, descanso consagrado a Jehová: no sembrarás tu campo, ni podarás tu viña. 5 Lo que de suyo naciere de tu siega anterior, no lo segarás; y las uvas de tu viña desatendida no vendimiarás; año de descanso solemne será para la tierra. 6 Y servirá el fruto espontáneo del descanso de la tierra como alimento para vosotros; así para ti como para tu siervo, y para tu sierva, y para tu jornalero, y para el extranjero que habita contigo; 7 y también para tus bestias, y para los animales que hubiere en tu tierra, servirá todo aquel producto de ella como alimento.

8 Además, te contarás siete semanas de años, siete veces siete años; de modo que el espacio de las siete semanas de años ha de serte cuarenta y nueve años. 9 Entonces harás que la trompeta sonora recorra el país, en el mes séptimo, a los diez del mes; en el Día de Expiación haréis que la trompeta recorra toda vuestra tierra. 10 Santificaréis pues el año quincuagésimo, y proclamaréis en la tierra libertad a todos sus habitantes: jubileo os será, y os volveréis cada uno a su posesión; y cada cual tomará a su parentela. 11 Jubileo pues os será el año quincuagésimo: no sembraréis la tierra, ni segaréis lo que de suyo naciere de ella, ni vendimiarás tu viña desatendida; 12 porque es el jubileo; santo os será: comeréis el producto de la tierra del campo mismo.

13 En este año del jubileo volveréis cada cual a su posesión. 14 Por tanto si vendieres algo a tu prójimo, o comprares algo de mano de tu prójimo, no os oprimáis los unos a los otros. 15 Conforme al número de los años después del jubileo, lo comprarás de tu prójimo; y conforme al número de los años de cosecha, él te lo venderá. 16 Según que sean muchos los años, aumentarás su precio; y según que sean pocos los años, disminuirás de su precio; porque cierto número de cosechas es lo que él te vende. 17 No os oprimáis, pues, los unos a los otros, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios.

18 Por lo mismo cumpliréis mis estatutos, y guardaréis mis leyes para cumplirlas; así habitaréis seguros en la tierra; 19 y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta la saciedad; y habitaréis seguros en ella. 20 Y si dijereis: ¿Qué comeremos en el año séptimo, visto que no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros productos? 21 entonces sabed que yo mandaré mi bendición sobre vosotros en el año sexto, de modo que la tierra produzca fruto suficiente para tres años; 22 y sembraréis en el año octavo, y seguiréis comiendo los frutos añejos hasta el año noveno; es decir, hasta que venga el producto del octavo, seguiréis comiendo de lo añejo.

23 La tierra pues no podrá venderse en perpetuidad; porque mía es la tierra; pues que vosotros sois extranjeros y transeuntes para conmigo. 24 Y en toda la tierra de vuestra posesión concederéis redención a la tierra. 25 Cuando se empobreciere tu hermano, y vendiere algo de su posesión, vendrá su redentor, el pariente suyo más cercano, y redimirá lo que hubiere vendido su hermano. 26 Y si el hombre no tuviere redentor, pero su propia mano adquiriere medios, y hallare lo suficiente para rescatarlo, 27 haga entonces el cómputo de los años después de su venta, y devuelva lo sobrante al hombre a quien lo vendió; y así vuelva él a su posesión. 28 Pero si no hallare su mano lo suficiente para hacérsele devolver, lo vendido quedará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo; y en el jubileo saldrá de su poder, y así el otro volverá a su posesión.

29 Mas cuando un hombre vendiere casa de habitación en ciudad murada, durará su derecho de redención hasta cumplirse un año después de vendida: todo un año durará su derecho de redención. 30 Y si no fuere redimida dentro del espacio de un año entero, la casa que estuviere en ciudad murada quedará establecida para siempre como propiedad de aquel que la compró, durante sus generaciones: no saldrá de su poder en el jubileo. 31 Pero las casas de las aldeas que no tienen muros a su rededor, serán reputadas como las de los campos del país: quedará siempre vigente su derecho de redención; y en el año del jubileo saldrán de suyo.

32 Empero en cuanto a las ciudades de los Levitas, siempre podrán los Levitas redimir las casas de las ciudades de su posesión. 33 Asimismo será con lo que deba redimir cualquiera de los Levitas; pues la casa vendida, con la ciudad de su posesión, saldrá del poder del comprador en el jubileo: porque las casas de las ciudades de los Levitas son su posesión en medio de los hijos de Israel. 34 También los campos de los ejidos de las ciudades de ellos, no podrán venderse, porque son posesión perpetua para ellos.

35 Y cuando empobreciere tu hermano y decayere a tu lado, tú le apoyarás, (aunque fuere extranjero o transeunte), para que pueda restablecerse junto a ti. 36 No tomarás de él usura ni ganancia (teniendo temor a tu Dios), para que pueda restablecerse tu hermano junto a ti. 37 Tu dinero no le darás a usura, ni le darás a ganancia tu vitualla. 38 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, a fin de ser vuestro Dios.

39 Asimismo cuando empobreciere tu hermano junto a ti y se te vendiere, no le harás servir como esclavo: 40 estará contigo como jornalero y como transeunte; hasta el año del jubileo te servirá. 41 Entonces saldrá de tu poder, él y sus hijos juntamente con él, y volverá a su parentela; volverá también a la posesión de sus padres. 42 Porque ellos son mis siervos, los cuales yo saqué de la tierra de Egipto; no podrán venderse como esclavos. 43 No te enseñorees de él con rigor, sino que tendrás temor a tu Dios. 44 Empero los siervos y las siervas que hayas de tener en perpetuidad, serán de las naciones que están en derredor vuestro; de ellos podréis adquirir siervos y siervas. 45 También de los hijos de los transeuntes que moran en medio de vosotros; de estos podréis comprarlos, y de sus familias que hay entre vosotros, los que de ellos han nacido en vuestra tierra. De los tales será vuestra posesión; 46 y los dejaréis por herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria: para siempre podréis tener a los tales por siervos. Empero de vuestros hermanos, los hijos de Israel, no os enseñoreéis el uno del otro con rigor.

47 Y cuando la mano del extranjero, o del transeunte que mora en medio de ti, adquiriere riquezas, y mientras tanto empobreciere tu hermano junto a él, y se vendiere al extranjero que mora contigo, o a algún descendiente de la familia del extranjero; 48 después de vendido le quedará el derecho de redención: uno de sus hermanos deberá redimirle; 49 o si no, su tío, o el hijo de su tío debe redimirle; o algún pariente cercano suyo, de su linaje, debe redimirle; o si su propia mano hubiere adquirido medios, redímase a sí mismo. 50 Y hará el cómputo con aquel que le compró, desde el año en que se vendió a él hasta el año del jubileo; y será dividido el dinero de su venta según el número de los años que resulte; y se hará con él conforme al tiempo de un criado asalariado. 51 Si aun le quedaren muchos años, en proporción de ellos, devolverá el precio de su redención del dinero con que fué comprado. 52 Y si poco le quedare de los años hasta el año del jubileo, así se le hará el cómputo; en proporción de los años que le quedaren, se devolverá el precio de su redención. 53 Como quien está a jornal de año en año, así estará con él; no permitas que éste se enseñoree de él con rigor delante de tus ojos. 54 Empero si no fuere redimido por ninguno de entre aquellos, entonces saldrá de por sí en el año del jubileo, él, y sus hijos juntamente con él. 55 Porque mis siervos son los hijos de Israel, siervos míos son, a quienes yo saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.

Capítulo 26

1 NO hagáis para vosotros ídolos ni esculturas, ni os levantéis estatua, ni coloquéis piedra pintada en vuestra tierra, para postraros delante de ellas; porque yo soy Jehová vuestro Dios.

2 Guardad mis días de descanso, y tened en reverencia mi Santuario. Yo Jehová.

3 Si anduviereis en mis estatutos y guardareis mis mandamientos para hacerlos, 4 yo os daré las lluvias a sus tiempos, para que la tierra dé su producto, y el árbol del campo dé su fruto. 5 Y la trilla de vuestras mieses alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la siembra; y comeréis vuestro pan en abundancia, y habitaréis seguros en vuestra tierra. 6 Porque yo estableceré la paz en vuestra tierra, y os acostaréis sin que nadie os espante: también haré desaparecer de vuestra tierra las bestias feroces, y la espada no pasará por vuestra tierra. 7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, los cuales caerán a cuchillo delante de vosotros; 8 de tal modo que cinco de vosotros pongan en fuga a ciento, y ciento de vosotros persigan a diez mil; y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros. 9 Y volveré mi rostro hacia vosotros, y os haré fecundos, y os multiplicaré, y estableceré mi pacto con vosotros. 10 Y comeréis los frutos añejos, de mucho tiempo atrás, y al fin sacaréis fuera los añejos a causa de la abundancia de los nuevos. 11 Y colocaré mi habitación en medio de vosotros, y no os abominará mi alma. 12 También yo andaré en medio de vosotros, y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. 13 Yo soy Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de los Egipcios para que no fueseis siervos de ellos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os hice andar con cabeza levantada.

14 Pero si no quisiereis oírme, ni cumplir todos estos mandamientos; 15 y si rechazareis con desprecio mis estatutos, y vuestra alma detestare mis leyes, de modo que no cumpliereis todos mis mandamientos, mas rompiereis mi pacto; 16 yo también haré esto con vosotros: Traeré sobre vosotros el terror, la tisis y la calentura, que os consuman los ojos y os hagan desfallecer el alma: y sembraréis en balde vuestra semilla, porque el fruto se lo comerán vuestros enemigos. 17 Y pondré mi rostro contra vosotros, de modo que seréis heridos delante de vuestros enemigos, y os dominarán los que os aborrecen, y huiréis sin que nadie os persiga.

18 Y si ni aun con ésto quisiereis oírme, volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19 Y quebrantaré el orgullo de vuestro poderío; y pondré vuestros cielos como hierro y vuestra tierra como bronce; 20 y se gastará inútilmente vuestro esfuerzo; pues no dará vuestra tierra su producto, ni el árbol del campo dará su fruto. 21 Y si anduviereis en oposición conmigo y no me obedeciereis, yo traeré sobre vosotros siete veces más plagas conforme a vuestros pecados: 22 y enviaré sobre vosotros las fieras del campo, que os priven de hijos, y que destruyan vuestras bestias, y a vosotros os reduzcan a pocos, y hagan solitarios vuestros caminos.

23 Y si aun con ésto no quisiereis corregiros para volveros a mí, sino que anduviereis en oposición conmigo, 24 yo también andaré en oposición con vosotros, y os castigaré yo también siete veces por vuestros pecados. 25 Y traeré sobre vosotros la espada que ejecute la venganza de mi pacto quebrantado; y os recogeréis dentro de vuestras ciudades; mas enviaré la peste en medio de vosotros; y seréis entregados en mano de vuestros enemigos. 26 Cuando yo os hubiere quebrado el báculo del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un solo horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, mas no os saciaréis.

27 Y si ni aun con ésto quisiereis obedecerme, sino que siguiereis andando en oposición conmigo, 28 entonces yo seguiré andando en oposición con vosotros en ardiente indignación, y os castigaré yo también siete veces por vuestros pecados. 29 Y comeréis las carnes de vuestros hijos, las carnes también de vuestras hijas comeréis. 30 Y destruiré vuestros altos, y talaré vuestras imágenes del sol, y echaré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos; y mi alma os detestará. 31 Y reduciré vuestras ciudades a soledad, y haré solitarios vuestros santuarios, y no me será grato el olor de vuestros sacrificios. 32 Reduciré la tierra también a desolación, de modo que se pasmen de ella vuestros mismos enemigos que en ella habiten: 33 y a vosotros os esparciré entre las naciones, y sacaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra será una desolación, y vuestras ciudades serán una soledad. 34 Entonces gozará la tierra sus días de descanso, todos los días de su desolación, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos: la tierra descansará entonces, y gozará sus días de descanso. 35 Todo el tiempo de su desolación descansará, lo que no descansó en vuestros sábados cuando habitasteis en ella. 36 Y en cuanto a los que quedaren de vosotros, infundiré timidez en sus corazones en la tierra de sus enemigos, de modo que los ponga en fuga el ruido de una hoja que vuele; y huirán como quien huye de la espada, y caerán sin que nadie los persiga. 37 Y tropezarán los unos contra los otros, como si huyeran delante de la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis hacer hincapié delante de vuestros enemigos. 38 Y pereceréis en medio de las naciones, y os consumirá la tierra de vuestros enemigos. 39 Y los que quedaren de vosotros, desfallecerán en su iniquidad en las tierras de vuestros enemigos; y también en las iniquidades de sus padres desfallecerán juntamente con ellos.

40 Empero ellos confesarán sus iniquidades, y las iniquidades de sus padres, y su prevaricación que cometieron contra mí; y confesarán también que por cuanto anduvieron en oposición conmigo, 41 yo también tuve que andar en oposición con ellos, y los traje a la tierra de sus enemigos. Si entonces se doblegare su corazón incircunciso, y aceptaren el castigo de su iniquidad, 42 yo entonces me acordaré de mi pacto con Jacob; y también de mi pacto con Isaac, y asimismo de mi pacto con Abraham me acordaré; y me acordaré de la tierra. 43 Porque la tierra habrá quedado desocupada de ellos, y habrá gozado sus días de descanso, mientras estaba en desolación sin ellos; y ellos habrán aceptado el castigo de su iniquidad, el cual yo les impuse por cuanto, sí, por cuanto rechazaron con desprecio mis leyes, y su alma detestó mis estatutos. 44 Mas ni aun por todo esto, estando ellos en la tierra de sus enemigos, los habré desechado, ni los habré detestado, de manera. que los destruyera, anulando mi pacto con ellos; por cuanto soy Jehová su Dios; 45 sino que me acordaré a favor de ellos del pacto de sus antepasados, a quienes saqué de la tierra de Egipto, a vista de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová.

46 Estos son los estatutos, y los juicios, y las leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte Sinaí, por conducto de Moisés.

Capítulo 27

1 Y HABLÓ Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno hiciere un voto especial, prometiendo dar, según tu avalúo, personas a Jehová; 3 si tu avalúo fuere respecto de varón, desde la edad de veinte años hasta la edad de sesenta años, tu valuación será de cincuenta siclos de plata, según el ciclo del Santuario. 4 Mas si fuere respecto de hembra, será tu valuación de treinta siclos. 5 Y si fuere la persona de edad de cinco años hasta la edad de veinte años, será tu avalúo, de varón veinte siclos, y de hembra, diez siclos. 6 Y si fuere de la edad de un mes hasta la edad de cinco años, será tu avalúo, de varón cinco siclos de plata; y de hembra será tu avalúo tres siclos de plata. 7 Y si fuere de edad de sesenta años arriba, si fuere varón, será tu valuación quince siclos, y de hembra, diez siclos. 8 Pero si fuere demasiado pobre para pagar tu valuación, se le hará presentar delante del sacerdote, y el sacerdote le apreciará; a razón de lo que pudieren alcanzar los recursos del votante, le tasará el sacerdote.

9 Y si fuere alguna bestia doméstica de las cuales se pueda presentar oblación a Jehová, todo lo que de las tales se diere a Jehová será santo: 10 no se mudará ni se trocará, ni bueno por malo, ni malo por bueno; y si de manera alguna se trocare una bestia por otra, entonces tanto ella como su trueque quedarán santos. 11 Mas si fuere cualquiera bestia inmunda de las cuales no se pueda presentar oblación a Jehová, se hará presentar la bestia delante del sacerdote; 12 y la avaluará el sacerdote, sea buena o mala; según tu avalúo (es decir, del sacerdote) así quedará. 13 Y si el votante quisiere redimirla, añada la quinta parte de ella sobre tu valuación.

14 Asimismo cuando alguno santificare su casa, para que sea santa a Jehová, la avaluará el sacerdote, sea buena o mala; conforme la avaluare el sacerdote, así quedará. 15 Y si el que la santificó quisiere redimir su casa, añada la quinta parte del dinero de tu valuación sobre ella, y será suya. 16 Y si santificare alguna parte del campo de su posesión a Jehová, será tu avalúo a razón de la simiente de su sembradura: la sembradura de un homer de cebada, se tasará en cincuenta siclos de plata. 17 Si desde el año mismo del jubileo santificare su campo, conforme a tu valuación quedará. 18 Mas si santificare su campo después del jubileo, el sacerdote hará el cómputo del dinero a razón de los años que quedaren hasta el año del jubileo; y se rebajará de tu avalúo la parte correspondiente. 19 Mas si el que santificó el campo quisiere redimirlo, añada la quinta parte del dinero de tu valuación sobre ella, y se quedará para él. 20 Pero si no quisiere redimir el campo, o si el sacerdote hubiere vendido el campo a otro hombre, él no podrá redimirlo más; 21 sino que el campo, cuando saliere en el jubileo, será santo a Jehová, como campo apartado irrevocablemente para Jehová; la posesión de él será del sacerdote. 22 Si alguno santificare a Jehová campo que compró, que no fuere del campo de su posesión propia, 23 el sacerdote le hará el cómputo del importe de tu valuación hasta el año del jubileo; y él pagará tu avalúo ese mimo día, como cosa santa a Jehová. 24 En el año del jubileo volverá el campo a aquel de quien el lo hubiere comprado, al mismo a quien pertenece la posesión de la tierra. 25 Y todas tus valuaciones serán en siclos del Santuario; veinte geras son un siclo.

26 Esto empero, los primogénitos de los animales que por primogenitura son de Jehová, nadie los podrá santificar; sea ganado vacuno o sea ovejuno, son ya de Jehová. 27 Y si fuere bestia doméstica inmunda, y él la quisiere redimir según tu avalúo, añada la quinta parte sobre ese valor; mas si no se redimiere, sea vendida conforme a tu valuación.

28 Esto empero también, ninguna cosa dedicada, que alguno apartare irrevocablemente para Jehová, de todo lo que fuere suyo propio, ora sea hombre, ora bestia o campo de su posesión, no podrá venderse ni redimirse: toda cosa apartada irrevocablemente es sacratísima a Jehová. 29 Cualquier ser humano que fuere apartado irrevocablemente, no podrá ser redimido; será muerto irremisiblemente.

30 Todo el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, ya es de Jehová; ya es santo a Jehová. 31 Y si alguno quisiere redimir cualquiera parte de su diezmo, añada su quinta parte sobre ella. 32 Asimismo respecto de todo el diezmo de la vacada o del rebaño; de todo lo que pasare bajo la vara, al contarlos, cada décimo animal será santo a Jehová. 33 No se ha de mirar si es bueno o malo, ni se ha de trocar; y si de manera alguna se trocare, tanto él como su trueque serán santos: no podrán redimirse.

34 Estos son los mandamientos que prescribió Jehová a Moisés, para los hijos de Israel, en el monte Sinaí.

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