Mateo 16
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Una señal del cielo
Marcos 8:11-21; Mateo 12:38-42
1 Se acercaron los fariseos y los saduceos para tentarlo, pidiéndole que les mostrara una señal del cielo. 2 Pero él les contestó: Cuando llega la tarde decís: Hará buen tiempo; porque el cielo está rojizo. 3 Por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque el cielo está rojizo sombrío. ¡Hipócritas! Sabéis discernir el aspecto del cielo; pero no podéis discernir las señales de los tiempos. 4 Una generación mala y adúltera busca una señal y no se le dará, sino la de Jonás. Y dejándolos, se fue.
La levadura de los fariseos
5 Cuando los discípulos llegaron a la otra orilla, se habían olvidado de traer pan. 6 Jesús les dijo: Cuidaos y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos. 7 Pero ellos razonaban entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. 8 Conociéndolo Jesús, dijo: ¿Qué razonáis entre vosotros, porque no tenéis pan? Hombres de poca fe. 9 ¿No entendéis todavía, ni os acordáis de los cinco panes para los cinco mil, y cuántas canastas recogisteis? 10 ¿Ni de los siete panes para los cuatro mil, y cuántos cestos recogisteis? 11 ¿Cómo no entendéis que no os hablé respecto al pan cuando dije guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos? 12 Entonces se dieron cuenta de que no les había dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la enseñanza de los fariseos y saduceos.
¿Quién es verdaderamente Jesús?
La declaración de Pedro
Marcos 8:27-30; Lucas 9:18-21
13 Al llegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que Jeremías, o alguno de los profetas. 15 Les dijo Jesús: ¿Y vosotros, quién decís que soy? 16 Simón Pedro le respondió, diciendo: ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo! 17 Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo ha revelado carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Yo también te digo a ti, que tú eres Pedro, y sobre esta Roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del hades no prevalecerán contra ella. 19 Te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en el cielo; y lo que desates en la tierra, será desatado en el cielo. 20 Entonces advirtió a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.
¿Cómo seguir a Jesús?
Marcos 8:31 al 9:1; Lucas 9:22-27
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén, y padecer muchas cosas de los ancianos, y de los jefes de los sacerdotes, y de los escribas y ser matado, y al tercer día resucitar. 22 Pedro, tomándole aparte, comenzó a reprenderlo, diciendo: ¡Ten compasión de ti, Señor! De ningún modo esto te sucederá. 23 Pero él se volvió y dijo a Pedro: ¡Apártate de mi vista, Satanás! ¡Me eres tropiezo; porque no piensas en lo que es de Dios, sino en lo que es de los hombres!
24 Entonces dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y me siga. 25 Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mi causa, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará a un hombre si gana todo el mundo, pero pierde su alma? ¿O qué rescate dará un hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del hombre va a venir en la gloria de su Padre con sus ángeles; y entonces dará a cada uno conforme a sus hechos. 28 En verdad os digo: Hay algunos de los que están aquí, que de ninguna manera probarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su reino.