Lucas 1
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La dedicatoria del libro a Teófilo
Marcos 1:1; Hechos 1:1-3
1 Ya que muchos han intentado compilar un relato sobre los hechos que ocurrieron entre nosotros, 2 según nos los transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la Palabra, 3 a mí también me pareció bien, después de investigar todos esos hechos con exactitud desde su origen, escribírtelos por orden excelentísimo Teófilo; 4 para que conozcas la verdad exacta sobre las cosas en las que fuiste instruido.
El anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías de la familia de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón y se llamaba Elisabet. 6 Ambos eran justos delante de Dios, cumpliendo irreprochablemente todos los mandamientos y ordenanzas del Señor°. 7 Y no tenían hijos, porque Elisabet era estéril; y ambos eran de edad avanzada.
8 Aconteció que, mientras él servía como sacerdote delante de Dios, en el turno de su familia, 9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó por sorteo entrar en el templo del Señor° para quemar incienso. 10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.
11 Y le apareció un ángel del Señor°, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al verle, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. 13 Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías; porque tu oración fue oída, tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría, y muchos se alegrarán de su nacimiento; 15 porque será grande delante del Señor°; y no beberá vino ni licor fermentado; y estará lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre; 16 y a muchos de los hijos de Israel les hará volver al Señor° su Dios. 17 Irá delante del Señor, en el espíritu y poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres hacia los hijos y de los desobedientes a la sensatez de los justos; preparando un pueblo bien dispuesto para el Señor°.
18 Dijo Zacarías al ángel: ¿Cómo conoceré esto? Porque yo soy anciano, y mi mujer es de edad avanzada. 19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y darte estas buenas noticias. 20 Ahora quedarás mudo y sin poder hablar, hasta el día en que esto se cumpla; por cuanto no creíste mis palabras, las que se cumplirán a su debido tiempo. 21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el santuario. 22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había tenido una visión en el templo, pues les hacía señas, y permaneció mudo. 23 Cuando se cumplieron los días de su servicio, se fue a su casa.
24 Después de aquellos días, su mujer Elisabet concibió, y se ocultó durante cinco meses, diciendo: 25 Así ha hecho conmigo el Señor°, en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
El anuncio del nacimiento de Jesús
Mateo 1:18-23
26 Al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen comprometida con un varón llamado José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Entrando donde ella estaba, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor° está contigo. 29 Mas ella se turbó mucho con estas frases, y se preguntaba qué significaba este saludo. 30 El ángel le dijo: ¡No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios! 31 He aquí que concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor° Dios le dará el trono de su padre David; 33 y reinará sobre la casa de Jacob eternamente; y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, ya que no conozco varón? 35 El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también la santa Criatura que nacerá, será llamada Hijo de Dios. 36 Mira tu parienta Elisabet; ella también ha concebido un hijo en su vejez; y este es el sexto mes para la que fue llamada estéril. 37 Porque para Dios ninguna cosa será imposible. 38 María dijo: He aquí la sierva del Señor°; que se cumpla en mí conforme a tu palabra. Y el ángel la dejó.
La visita de María a Elisabet
1 Samuel 2:1-10; Salmo 113
39 Levantándose María en esos días, fue con premura a una ciudad de Judá en una región montañosa; 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. 41 Sucedió que cuando oyó Elisabet el saludo de María, la criatura dio saltos en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! 43 ¿A qué se debe que venga a verme la madre de mi Señor? 44 Porque en cuanto llegó a mis oídos la voz de tu saludo, la criatura dio saltos de alegría en mi vientre. 45 ¡Dichosa la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas por parte del Señor°!
El cántico de María
46 María dijo: ¡Glorifica mi alma al Señor°; 47 y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador! 48 Porque ha mirado el humilde estado de su sirvienta. Pues, he aquí, desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones. 49 Porque me hizo grandes cosas el Poderoso, santo es su Nombre. 50 Su misericordia va de generación en generación para los que le temen. 51 Hizo proezas con su brazo; a los soberbios con corazones orgullosos dispersó. 52 Bajó a los poderosos de sus tronos, y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos despidió con las manos vacías. 54 Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia, 55 según habló a nuestros padres, a Abraham y a su simiente para siempre.
Nacimiento de Juan el Bautista
56 María se quedó con ella unos tres meses; y se volvió a su casa. 57 Le llegó a Elisabet el tiempo de dar a luz; y dio a luz un hijo. 58 Oyeron sus vecinos y sus parientes que el Señor° había mostrado gran misericordia hacia ella; y se alegraron con ella. 59 Sucedió que al día octavo fueron para circuncidar al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre, Zacarías. 60 Respondiendo su madre, dijo: No, sino que será llamado Juan. 61 Y le dijeron: Nadie hay de tu parentela que se llame con ese nombre. 62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo quería llamarle. 63 Pidiendo una tablilla, escribió: Juan es su nombre. Y todos se asombraron. 64 Al instante se abrió su boca, se soltó su lengua y habló bendiciendo a Dios. 65 Todos los que moraban a su alrededor sintieron temor; y por toda la región montañosa de Judea se comentaban todas estas cosas. 66 Y todos los que las oían las guardaban en sus corazones, diciendo: ¿Qué será, pues, este niño? Y la mano del Señor° estaba con él.
La profecía de Zacarías
67 Su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: 68 ¡Bendito sea el Señor°, Dios de Israel! Porque visitó y redimió a su pueblo; 69 y nos levantó un poderoso Salvador, en la casa de su siervo David – 70 conforme a lo que dijo desde la antigüedad por sus santos profetas: 71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecen; 72 para ser misericordioso con nuestros padres, y recordar su santo pacto. 73 Juramento que juró a nuestro padre Abraham, 74 concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin temor, 75 en santidad y justicia, delante de él todos nuestros días. 76 ¡Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo! Porque irás delante del Señor° para preparar sus caminos; 77 para que su pueblo conozca la salvación en la remisión de sus pecados; 78 por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con la que nos visitará un amanecer desde lo alto, 79 para resplandecer sobre los que están sentados en tinieblas y en sombra de muerte; para dirigir nuestros pies en un camino de paz.
80 El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y estuvo en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.