1 Corintios 7
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Respuestas a preguntas (7:1 al 16:24)
Sobre el matrimonio
Génesis 2:18-25; Mateo 19:3-12
1 Ahora, acerca de lo que me habéis escrito, bueno es para el hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de la fornicación, que cada hombre tenga su propia mujer, y cada mujer su propio marido. 3 Que el marido cumpla con su mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con su marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco el marido tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os privéis el uno del otro, a no ser de mutuo acuerdo, por algún tiempo, para dedicaros a la oración; y volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra falta de dominio propio. 6 Esto lo digo como concesión, no como mandato. 7 Yo quisiera que todos los hombres fuesen como yo. Pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno de una manera, y otro de otra. 8 Digo a los que no están casados y a las viudas: Es bueno para ellos si permanecen así como yo. 9 Pero si no tienen dominio propio, que se casen; en efecto, es mejor casarse que quemarse.
Génesis 17:7; Romanos 11:16; 1 Pedro 3:1-2
10 A los casados ordeno, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido 11 (y si ella se separa, que permanezca sin casarse, o que se reconcilie con su marido); y que el marido no abandone a su mujer. 12 A los demás os digo yo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer no creyente, y ella consiente en vivir con él, que no la abandone. 13 Y la mujer que tenga marido no creyente, y este acepte vivir con ella, que no abandone al marido. 14 Porque el marido no creyente es santificado en su mujer, y la mujer no creyente es santificada en su marido; de otra manera vuestros hijos serían inmundos; pero ahora son santos. 15 Pero si el no creyente se separa, que se separe; pues en semejante caso el hermano o la hermana no está sujeto a servidumbre; pero Dios nos ha llamado para vivir en paz. 16 Pues, ¿qué sabes, mujer, si salvarás a tu marido? ¿O qué sabes, marido, si salvarás a tu mujer? 17 No obstante, que cada uno viva como el Señor le repartió y como Dios lo llamó. Así ordeno en todas las iglesias.
No esforzarse por cambiar de condición
18 ¿Fue llamado alguien ya circunciso? Permanezca así. ¿Ha sido llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es; lo importante es guardar los mandamientos de Dios. 20 Que cada uno permanezca en la vocación en que fue llamado. 21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes; pero si puedes llegar a ser libre, procúralo más bien. 22 Porque el que siendo esclavo fue llamado en el Señor, es libre del Señor; como también el que siendo libre fue llamado, esclavo es de Cristo. 23 Fuisteis comprados por precio; no os hagáis esclavos de los hombres. 24 Hermanos, que cada uno permanezca ante Dios en el estado en que fue llamado.
Sobre los que no están casados
Hebreos 13:4; 1 Pedro 4:7
25 Acerca de las personas que son vírgenes(nota: hombre o mujer), no tengo orden del Señor; pero doy mi parecer, como habiendo alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Pienso, entonces, a causa de la aflicción presente: bueno es para el hombre que se quede como está. 27 ¿Estás atado a mujer? No procures separarte. ¿Estás desatado de mujer? No busques mujer. 28 Pero si te casas, no pecas; y si la virgen se casa, no peca. Pero esos tendrán tribulación en la carne, y yo os la quisiera evitar. 29 Pero esto digo, hermanos: El tiempo es corto; que desde ahora los que tienen mujer sean como si no la tuviesen; 30 los que lloran, como si no lloraran; los que se regocijan, como si no se regocijaran; los que compran, como si no poseyeran nada; 31 los que disfrutan de este mundo, como si no disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Yo quisiera que estuvieseis sin preocupaciones. El soltero se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, 34 y su atención está dividida. La soltera y la virgen se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas de cuerpo y de espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para poneros una trampa, sino para que sirváis al Señor honesta y asiduamente. 36 Si alguien estima obrar de manera incorrecta con respecto a su virginidad, que la flor de su edad se pasa, y si siente la necesidad, que haga lo que quiera: no peca; que se case. 37 Pero el que está firme en su corazón, no teniendo tal necesidad, y es dueño de su propia voluntad, y ha decidido en su corazón guardar su virginidad, hará bien. 38 Así, el que da su virginidad en matrimonio, hace bien; y el que no la da en matrimonio, hace mejor. 39 La mujer casada está ligada mientras su marido vive; pero si el marido muere, libre es de casarse con quien quiera; siempre que sea en el Señor. 40 Pero será más feliz si permanece así, según mi opinión; y pienso que yo también tengo el Espíritu de Dios.