1 Corintios 11
Visualización :
1 Sed imitadores míos, así como yo lo soy de Cristo.
La vida en la Iglesia
El hombre y la mujer ante el Señor
Efesios 5:22-24; 1 Timoteo 2:8-14
2 Os alabo, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las transmití. 3 Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo; la cabeza de la mujer es el hombre; y la cabeza de Cristo es Dios. 4 Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza. 5 Toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza; porque es igual que si se hubiese rapado. 6 Porque si la mujer no se cubre, que también se rape; pero si le es vergonzoso a la mujer estar trasquilada o rapada, que se cubra. 7 Porque el hombre, siendo imagen y gloria de Dios, no debe cubrirse la cabeza; pero la mujer es gloria del hombre. 8 Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; 9 y de hecho, el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre. 10 Por tanto, la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero en el Señor, ni la mujer es sin el hombre, ni el hombre sin la mujer. 12 Porque como la mujer procede del hombre, así también el hombre nace de la mujer; pero todas las cosas son de Dios. 13 Juzgad por vosotros mismos: ¿Es apropiado que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? 14 ¿La naturaleza misma no os enseña que si el hombre lleva la cabellera larga, es una deshonra para él, 15 mientras que para la mujer es honroso llevar la cabellera larga? Porque la cabellera larga le es dada en lugar de velo. 16 Pero si alguno cree poder discutir, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
La Cena del Señor
1 Samuel 2:12-17; Mateo 26:26-28; Marcos 14:22-25; Lucas 22:14-20; 1 Corintios 10:16, 17
17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque os reunís no para lo mejor, sino para lo peor. 18 Ante todo, oigo decir que al reuniros en asamblea hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo. 19 Porque también es necesario que las haya entre vosotros, para que se manifiesten los que son aprobados entre vosotros. 20 Cuando, pues, os reunís, esto no es comer la Cena del Señor; 21 porque al comer, cada cual se adelanta a tomar su propia cena; uno tiene hambre, y otro está embriagado. 22 ¿Acaso no tenéis casas para comer y beber? ¿O despreciáis a la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que nada tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os enseñé: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que es por vosotros. Haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de cenar, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto, siempre que la bebáis, en memoria de mí. 26 Porque siempre que comáis de este pan y bebáis de esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que él venga. 27 Así, cualquiera que coma del pan o beba de la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, que cada uno se examine a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa; 29 porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí mismo. 30 Por esto muchos de entre vosotros están enfermos y debilitados, y bastantes duermen. 31 Pero si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32 Pero siendo juzgados, somos educados por el Señor, para no ser condenados con el mundo. 33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís para comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tiene hambre, que coma en su casa; para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando vaya.