Efesios 2
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La salvación por gracia
De la muerte a la vida
2 Corintios 5:17; Colosenses 2:12-13; 3:1-3; Tito 3:3-8
1 Y vosotros, estando muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de la desobediencia; 3 entre los cuales también todos nosotros vivíamos en los deseos de nuestra carne, cumpliendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, así como los demás. 4 Pero Dios, siendo rico en misericordia, a causa de su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en nuestros pecados, nos vivificó con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y nos resucitó con él, y nos sentó con él en los lugares celestiales en Cristo Jesús; 7 para mostrar en los siglos venideros la inmensa riqueza de su gracia, en su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque por gracia sois salvos mediante la fe; y esto no procede de vosotros, es el don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios había preparado antes para que anduviésemos en ellas.
Judíos y gentiles reunidos por la cruz de Cristo
1 Corintios 3:9-11, 16-17; Colosenses 2:13-14; 1:20-22; Hebreos 10:19-22; 1 Pedro 2:4-7
11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en la carne, que erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión (hecha a mano en la carne), 12 estabais entonces separados de Cristo, sin derecho de ciudadanía de Israel, extranjeros a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que antes estabais lejos, habéis sido acercados a él por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de dos ha hecho uno, derribando el muro que los separaba, 15 aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos en forma de decretos, para crear en sí mismo de los dos un hombre nuevo, haciendo la paz; 16 y reconciliar a ambos en un solo cuerpo con Dios, por medio de la cruz, matando por ella la enemistad. 17 Y vino y anunció la paz a vosotros los de lejos, y paz a los de cerca; 18 porque por él, los unos y los otros tenemos acceso por un solo Espíritu al Padre. 19 Así, pues, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos y de la familia de Dios; 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular; 21 en quien todo el edificio bien coordinado crece hasta ser un templo santo en el Señor; 22 en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.