2 Pedro 2
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Advertencia contra los falsos maestros
Mateo 12:43-45; 2 Timoteo 3:1-9; Judas 3-16
1 Pero también hubo falsos profetas entre el pueblo, como también entre vosotros habrá falsos maestros, los cuales introducirán furtivamente herejías destructoras, negando al Señor que los compró, atrayendo para sí mismos rápida destrucción. 2 Y muchos seguirán su libertinaje, y por causa de ellos el camino de la verdad será blasfemado, 3 y por avaricia abusarán de vosotros con palabras engañosas. Hace tiempo que el juicio de los cuales no se tarda, y su destrucción no se duerme.
El juicio alcanzará a los impíos
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en abismos de tinieblas y los reserva para el juicio; 5 y si no perdonó al antiguo mundo, pero salvó a Noé, el octavo, pregonero de justicia, cuando trajo el diluvio sobre un mundo de impíos; 6 y si condenó a la destrucción y redujo a cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, poniéndolas como ejemplo a los que vivirían impíamente; 7 y si libró al justo Lot, afligido por la perversa conducta de aquellos libertinos 8 (porque este justo, que habitaba entre ellos, afligía cada día su alma justa viendo y oyendo sus obras inicuas), 9 sabe el Señor° librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para castigarlos en el día del juicio; 10 y mayormente a los que van detrás de la carne con un deseo de impureza, y desprecian el señorío. Son atrevidos, arrogantes, no temen decir injurias contra las dignidades; 11 mientras que los ángeles, mayores en fuerza y poder, no pronuncian contra ellas juicio injurioso delante del Señor°. 12 Pero estos, como bestias irracionales, puros animales, nacidos para ser apresados y destruidos, hablan mal de lo que no entienden, y perecerán en su misma corrupción, 13 recibiendo el pago de su injusticia; y tienen por delicia andar en voluptuosidad en pleno día. Son inmundicias y manchas, y se recrean en sus engaños mientras banquetean con vosotros. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio, no paran de pecar; seducen a las almas inconstantes; tienen el corazón ejercitado en la codicia; hijos de maldición. 15 Habiendo abandonado el camino recto, se extraviaron siguiendo el camino de Balaam, hijo de Beor, quien amó el sueldo de la injusticia, 16 y fue reprendido por su transgresión; una muda bestia de carga, hablando con voz humana, refrenó la locura del profeta.
El castigo venidero
17 Estos son fuentes sin agua, brumas empujadas por la tempestad, para quienes es reservada la oscuridad de las tinieblas. 18 Porque con discursos arrogantes y vanos seducen, con deseos carnales de lascivia, a los que apenas acaban de escapar de los que viven en el error; 19 les prometen libertad, cuando ellos mismos son siervos de corrupción. Porque uno es esclavo de aquello que le ha vencido. 20 Porque si después de haber escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, son vencidos al dejarse enredar otra vez en ellas, su último estado es peor que el primero. 21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocerlo, volverse atrás del santo mandamiento que se les había dado. 22 Pero les ha sucedido lo del verídico refrán: ¡Volvió el perro a su propio vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno!