1 Juan 4
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Caracteres del Espíritu de Dios
Deuteronomio 13:2-4; 2 Juan 7-11
1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del que habéis oído que viene; y ahora ya está en el mundo. 4 Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan como el mundo, y el mundo los escucha. 6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos escucha; el que no es de Dios, no nos escucha. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.
Dios es amor
Juan 3:16-17; Romanos 5:5-8; Efesios 5:1-2; 1 Juan 3:11-24
7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor procede de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. 8 El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. 9 En esto fue manifestado el amor de Dios en nosotros, en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos amó así, nosotros también debemos amarnos unos a otros. 12 Nadie ha visto jamás a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor es perfeccionado en nosotros. 13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo. 15 Todo el que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y el que permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios permanece en él. 17 En esto ha sido perfeccionado el amor con nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio: como él es, así somos nosotros en este mundo. 18 En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo; el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. 19 Nosotros le amamos, porque él nos amó primero. 20 Si alguien dice: Yo amo a Dios, y odia a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. 21 Y tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.