Hebreos 2
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No descuidar la salvación traída por el Hijo
Gálatas 4:4-5; Filipenses 2:6-11
1 Por lo cual es necesario dar mucha mayor atención a las cosas que hemos oído, no sea que nos vayamos a la deriva. 2 Porque si la palabra hablada por medio de ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si despreciamos una salvación tan grande? La cual fue anunciada al principio por el Señor, y nos llegó confirmada por los que la oyeron; 4 testificando Dios con ellos, tanto con señales como con prodigios, con diversos milagros y dones del Espíritu Santo, conforme a su propia voluntad.
Dios ha sometido todo al Hijo
5 Porque no ha sometido a los ángeles el mundo habitado por venir, del que estamos hablando. 6 Pero alguien testificó en algún lugar, diciendo: «¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el Hijo del hombre, para que le visites? 7 Le hiciste por poco tiempo inferior a los ángeles; le coronaste de gloria y honra; 8 has sometido todo debajo de sus pies.» [Salmo 8:4-6] Porque en el someterle todas las cosas, nada dejó que no le esté sometido. Pero aún no vemos que todas las cosas le estén sometidas; 9 pero vemos al que por poco tiempo fue hecho inferior a los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y honra por causa del sufrimiento de la muerte; para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
El Hijo llama hermanos a los que lleva a Dios
10 Porque convenía a Aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien ellas subsisten, que llevando a muchos hijos a la gloria, perfeccionara al Autor de la salvación de ellos por medio de padecimientos. 11 Porque tanto el que santifica como los que son santificados, son todos de uno; por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, 12 diciendo: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te cantaré alabanzas.» [Salmo 22:22] 13 Y otra vez: «Yo me confiaré en él.» [Isaías 8:17] Y de nuevo: «Aquí estoy con los hijos que Dios me ha dado.» [Isaías 8:18] 14 Así que, por cuanto los hijos participan en común de sangre y carne, él también de la misma manera participó en ellas, para que, por medio de la muerte, redujera a impotencia a aquel que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librara a todos los que, por temor a la muerte, estaban sometidos a esclavitud durante toda su vida. 16 Porque, por cierto, no socorre a los ángeles, sino que socorre a la descendencia de Abraham. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para llegar a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo referente a Dios, para hacer propiciación por los pecados del pueblo. 18 Pues por cuanto él ha padecido siendo tentado, puede socorrer a los que son tentados.