ANCHURA
rojab (7341, רחַַב), «amplitud, anchura, expansión». Este nombre aparece 101 veces durante todos los períodos del hebreo bíblico.
Primero, rojab se refiere a la anchura de una expansión plana. En Gén. 13:17, leemos: «Levántate, ve por la tierra, a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti te lo daré». Rojab a veces representa el concepto de largura y anchura, o sea, la totalidad de un territorio: «Y extendiendo sus alas, llenará la anchura de tu tierra, oh Emanuel» (Isa. 8:8). En Job 37:10 se da el mismo uso («anchas aguas» RV, «extensión de las aguas» BJ).
De manera similar, aunque en forma metafórica, se describe en 1 Reyes 4:29 las dimensiones de la sabiduría de Salomón: «Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura [rojab] de corazón como la arena que está a la orilla del mar».
Segundo, rojab se usa para indicar lo «grueso» o lo «ancho» de un objeto. La primera vez que aparece el término se usa en relación con el arca de Noé: «De trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura» (Gén. 6:15). En Ezeq. 42:10, el término denota el «grosor» de los muros del edificio en los cuales había cámaras (cf. Ezeq. 41:9).
Rojab se deriva del verbo rajab, así como el nombre rehôb o rehob.
rehôb (7339, רְְחוב) o rehob (7339, רְחֹֹב), «plaza». Rehôb (o rehob) aparece 43 veces en la Biblia. El nombre tiene cognados en ugarítico, acádico y aramaico. Rehôb es la «plaza» más próxima a la puerta de una ciudad, como en Gén. 19:2 (BJ; primera mención del término). La «plaza» servía a menudo para funciones sociales como son las asambleas, los tribunales y las proclamaciones oficiales.