TOMAR, LLEVAR

A - Verbos

tapas (8610, תָפַַש), «coger, agarrar, asir, tocar, manejar». Este verbo se halla tanto en hebreo bíblico como moderno. Aparece alrededor de 60 veces en el Antiguo Testamento hebraico. El término se encuentra por primera vez en Gén. 4:21 y expresa la idea de «tomar» algún objeto en la mano con el fin de usarlo (manejarlo): «El cual fue padre de todos los que tocan [«manejan» RV] arpa y flauta». También se «agarran» de la mano (se pueden «asir»): espadas (Ezeq. 21:11), escudos (Jer. 46:9), arcos (Amós 2:15) y hoces (Jer. 50:16). El perito en la tôrah era aquel que «manejaba» la ley, aunque no faltaron quienes la manejaron mal (manipularon): «Los que se tenían la ley no me conocieron» (Jer. 2:8).

«Agarrar» a alguien puede referirse a su arresto: «Irías no le hizo caso, sino que prendió [«apresó» LBA] a Jeremías y lo llevó a los magistrados» (Jer. 37:14 RVA). A menudo tapas se usa con el sentido de «capturar»: «Pero tomaron vivo al rey de Hai, y lo trajeron a Josué» (Jos. 8:23). «A fin de prender a la casa de Israel en su propio corazón. Porque todos ellos se han apartado de mí por causa de sus ídolos» (Ezeq. 14:5 RVA).

˒ajaz (270, אחַַז), «agarrar, asir, sostener, apoderarse». Este vocablo, que se encuentra en varias lenguas semíticas, incluyendo el antiguo acádico, es común en todos los períodos de la lengua hebraica. Se halla alrededor de 70 veces en el Antiguo Testamento hebreo. La primera vez que se usa el término es en voz pasiva para referirse al carnero «trabado en un zarzal por sus cuernos» (Gén. 22:13), que fue el sustituto de Isaac.

Aunque ˒ajaz es un término común que denota «tomar» las cosas en sentido físico, como cuando Jacob se «trabó» al calcañar de Esaú (Gén. 25:26), se usa a menudo en sentido metafórico o figurado. Dios «tomó por el cuello» a Job (16:12 RVA; le «agarró por la nuca» LBA). Por otro lado, el salmista testifica que Dios, en su gracia, le «toma» de la mano derecha (Sal. 73:23). Temblor y angustia se «apodera» de los enemigos de Israel (Éx. 15:14-15). Y «los [pueblos] que vengan del este serán sobrecogidos por el espanto» (Job 18:20). De este vocablo procede el nombre de Acaz, rey de Judá (2 Reyes 16).

laqah (3947, לָקַַח), «tomar, recibir, llevar». Este verbo se encuentra en todas las lenguas semíticas y durante todos los períodos del hebreo. Aparece unas 965 veces en el Antiguo Testamento.

En primer lugar, esta palabra significa «tomar, agarrar, asir», como cuando Noé extendió su mano y «tomó» la paloma para hacerla entrar consigo en el arca (Gén. 8:9). Un significado secundario es «llevarse, remover, atraerse», como en el caso de los reyes invasores que «tomaron» («se llevaron») todas las riquezas de las ciudades de la llanura (Gén. 14:11). A veces el verbo sugiere «recibir alguna cosa de alguien». Así fue cómo Abraham pidió a Efrón el heteo que «recibiera» de su mano el importe del campo que incluía la cueva del sepulcro (Gén. 23:13). Con la partícula hebrea «para», laqah quiere decir «tomar a alguien o a algo», como en el caso de los hermanos de José cuando confesaron que sentían temor de que él estuviera tramando «tomarles» como siervos (Gén. 43:18). Otro uso secundario de esta palabra es «transferir» un objeto, concepto o emoción, tales como «tomar venganza» (Isa. 47:3), «recibir afrenta» (Ezeq. 36:30) y «percibir algo» (Job 4:12). En otros pasajes, el verbo actúa casi como un verbo auxiliar que sirve para introducir la acción que denotará el verbo subsiguiente; Dios «tomó» y lo colocó en el huerto de Edén (Gén. 2:15: primer caso del término). Por último, esta palabra puede usarse elípticamente, sugiriendo la frase «tomar y traer», aunque solo se escribe «tomar». Noé debe «tomar (y traer)» animales limpios de siete en siete al arca (Gén. 7:2).

El verbo se aplica a Dios de varias maneras. A veces se habla de Dios como si tuviera órganos humanos (antropomórficamente). Esta es la implicación que encontramos en Gén. 2:15, donde el Señor «tomó» a Adán y lo colocó en el Edén. El «tomar» divino a veces connota elección, por ejemplo, cuando Dios «tomó» a Abraham de la casa de su padre (Gén. 24:7). Dios también «toma» en el sentido de apropiarse o de aceptar. «Acepta» ofrendas (Jueces 13:23) y oraciones (Sal. 6:9). Dios «toma» en juicio a las mujeres de David (2 Sam. 12:11) y «toma» el reino (1 Reyes 11:34).

De interés especial es cuando se usa el verbo en sentido absoluto: Dios «tomó» a Enoc de manera que no fue hallado en la tierra (Gén. 5:24). Laqah aparece en Sal. 73:24 con el significado de «ser recibido» (en Sal. 49:15, «tomado») en el cielo.

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