SENO
jêq (2436, חֵֵיק), «seno; regazo; base». Hay cognados de este vocablo en acádico, arameo tardío y arábigo. El término se encuentra 38 veces a través de la literatura bíblica.
La palabra se refiere al «pecho» donde seres queridos, niños y animales se acogen: «¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama» (Núm. 11:12). La primera vez que se usa jêq se refiere al pecho masculino: «Entonces Sarai dijo a Abram: Mi agravio recaiga sobre ti. Yo puse a mi sierva en tu seno; y ella, viéndose encinta, me mira con desprecio» (Gén. 16:5 RVA). El «marido de su seno» es un marido que se atesora en el corazón, a quien se ama (Deut. 28:56). Este sentido metafórico se encuentra en Sal. 35:13 en forma reflexiva: «Mi oración se volvía a mi seno». (cf. Job 19:27). En 1 Reyes 22:35 el vocablo quiere decir la «parte interior» o el «corazón» de un carro de guerra..
Jêq indica el pliegue en la vestimenta, arriba de la cintura, en donde se escondían objetos: «Jehová también le dijo: Mete tu mano en tu seno. Él metió su mano en su seno» (Éx. 4:6 RVA).
Varias traducciones traducen el término como «regazo»: «Las suertes se echan en el regazo, pero a Jehová pertenece toda su decisión» (Prov. 16:33). Por otro lado, se puede usar el vocablo «seno» aun cuando el sentido sea claramente «regazo»: «Pero el pobre no tenía más que una sola corderita que él había comprado y criado, que había crecido junto con él y sus hijos. Comía de su pan, bebía de su vaso y dormía en su seno» (2 Sam. 12:13 RVA).Finalmente, jêq quiere decir la «base del altar», como en el caso de Ezeq. 43:13 (cf. Ezeq. 43:17).