PAN

lejem (3899, לחֶֶם), «pan; torta; harina; alimento; fruta». Esta palabra tiene cognados en ugarítico, siríaco, arameo, fenicio y arábigo. Lejem aparece unas 297 veces durante todos las épocas del hebreo bíblico.

El nombre se refiere a «pan» a diferencia de carne. La dieta común de los primeros hebreos consistía de pan, carne y líquidos: «Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido; para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre» (Deut. 8:3). Los «panes» que los hebreos de antaño horneaban solían ser tortas grandes: «Y acontecerá que todo aquel que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará ante él por una moneda de plata o una torta de pan» (1 Sam. 2:36 LBA; cf. BJ; aunque en otras versiones dice «trozo» LVP, BLA; «bocado» RVR; «hogaza» NBE). También se cocinaban «panecillos» o «tortas» (2 Sam. 6:19). Tratándose de más de una torta de «pan», lejem se refiere al «pan» entero (en estos casos, siempre se indica la cantidad exacta): «Después que te hayan saludado, te darán dos panes» (1 Sam. 10:4 RVA; «tortas de pan» LBA).

«Un pedazo de pan» quiere decir una comida humilde. A esto se refiere Abraham cuando dice a sus tres huéspedes: «Que se traiga un poco de agua… Yo traeré un pedazo de pan, y repondréis vuestras fuerzas» (Gén. 18:4-5 RVA). En 1 Sam. 20:27, lejem indica una comida completa: «Saúl preguntó a su hijo Jonatán: –¿Por qué no ha venido a comer [pan] el hijo de Isaí, ni ayer ni hoy?» (RVA). De igual manera, «hacer el pan» puede referirse a la preparación de la comida: «El alimento se prepara para disfrutarlo, el vino alegra la vida» (Ecl. 10:19 RVA). El «sustento de pan» es el sustento diario (pan cotidiano): «Cuando yo os quebrante el sustento de pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis» (Lev. 26:26). La Biblia habla del «pan de la Presencia» que era el pan que se renovaba diariamente delante de la presencia de Dios en el Lugar Santo del tabernáculo o el templo: «Y pondrás sobre la mesa el pan de la Presencia [«proposición» RVR] continuamente, delante de mí» (Éx. 25:30 RVA).

En varios pasajes lejem se refiere al grano del que se hace el «pan»: «Y comenzaron a llegar los siete años de hambre, tal como José había anunciado. Había hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había qué comer» (Gén. 41:54 RVA). La acepción «grano» queda más claro en el paralelismo en 2 Reyes 18:32: «Hasta que yo venga y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas».

Lejem puede referirse a comida en general. En Gén. 3:19 (primer caso en la Biblia) significa una dieta entera: «Con el sudor de tu rostro comerás el pan». Este matiz puede incluir también carne, como en el caso de Jueces 13:15-16: «Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito. Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan». En 1 Sam. 14:24, 28 lejem incluye miel y en Prov. 27:27 leche de cabra. Lejem puede significar además el «alimento» de animales: «Él alimenta a los ganados y a las crías de los cuervos cuando graznan» (Sal. 147:9 NVI; cf. Prov. 6:8). La carne y el grano que se ofrecen a Dios se denominan «pan de Dios»: «Porque ellos presentarán las ofrendas quemadas, el pan de su Dios» (Lev. 21:6 RVA; cf. 22:13).

Hay varios usos metafóricos de lejem. El «pan» de maldad tiene que ver con «alimento» mal habido: «Porque [hombres malvados] comen pan de maldad, y beben vino de robos» (Prov. 4:17). Véase también el «pan» o «alimento» que se consigue con engaños (Prov. 20:17) y mentiras (Prov. 23:3). En la misma línea, en Prov. 31:27, la mujer virtuosa «considera la marcha de su casa y no come el pan de ociosidad» (RVA), o sea, pan no ganado. El «pan necesario» (Prov. 30:8 RVR; «pan cotidiano» RVA; «pan de cada día» NVI; «mi porción de pan» LBA) es el alimento por el que uno trabaja.

En sentido figurado, los hombres son el «alimento» o la presa de sus enemigos: «Solo que no os rebeléis contra Jehová, ni temáis al pueblo de esa tierra, porque serán para nosotros pan comido» (Núm. 14:9 RVA; «nosotros los comeremos como pan» RVR; «serán presa nuestra» LBA). En su angustia dice el salmista que sus lágrimas son su «alimento» (Sal. 42:3). Las malas acciones se equiparan con alimento; la «comida [del malvado] se mudará en sus entrañas; hiel de áspides será dentro de él» (Job 20:14). En Jer. 11:19, lejem se refiere al «fruto de un árbol» y es figura del ser humano y sus descendientes: «No sabía que tramaban intrigas contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no se recuerde más su nombre» (LBA).

matstsah (4682, מַצָָה), «pan sin levadura, pan ázimo». Este nombre aparece 54 veces; todos los casos menos 14 se encuentran en el Pentateuco. El resto aparece en narraciones en prosa o en la discusión de Ezequiel sobre el nuevo templo (Ezeq. 45:21).

En el Oriente antiguo, el pan casero se hacía añadiendo levadura a la artesa y trabajando la masa hasta mezclarla toda. El pan hecho con prisa omitía la masa fermentada (leudada): Lot «les preparó un banquete; hizo panes sin levadura y comieron» (Gén. 19:3 RVA). En este caso el término se refiere a pan preparado apresuradamente para huéspedes inesperados. Las fiestas de Israel a menudo involucraban el pan ázimo, tal vez haciendo relación entre fermentación, putrefacción y muerte (Lev. 2:4ss); o quizás porque el pan ázimo le recordaba su éxodo apresurado de Egipto y los rigores de la marcha a través del desierto.

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