INOCENTE, SIN CULPA

A - Verbo

naqah (5352, נָקָָה), «ser puro, inocente». Este verbo significa «inocente» únicamente en hebreo. En arameo y arábigo tiene la acepción de estar «limpio». El verbo se encuentra 44 veces en el Antiguo Testamento. Isaías describe el futuro de Israel en términos de una ciudad vacía («depurada de su población»): «Sus puertas lamentarán y se enlutarán; y abandonada, ella se sentará en tierra» (Isa. 3:26 RVA). Desde una perspectiva más positiva, una tierra puede también ser «limpiada» de ladrones: «Todo aquel que roba… será excluido… y todo el que jura en vano… será excluido» (Zac. 5:3).

El verbo se usa más a menudo con la acepción de «libre» (con la preposición mim). Esto aparece por primera vez en Gén. 24:8 y es un buen ejemplo de este uso. Abraham ordenó a su siervo que buscara una esposa para Isaac. El siervo prometió cumplir su misión; sin embargo, si no tenía éxito, es decir, en el caso de que la mujer no quisiera hacer el largo viaje de regreso con él, Abraham lo libraría de su promesa: «Pero si la mujer no quiere venir contigo, tú quedarás libre de este juramento mío. Solamente que no hagas volver allá a mi hijo» (RVA). Puede tratarse de ser «libre» de un juramento (cf. Gén. 24:8, 41), de culpa (Núm. 5:31) o de castigo (Éx. 21:19; Núm. 5:28). Las traducciones en este contexto son muy variadas.

El verbo naqah también aparece con la connotación de «inocencia». Primero, una persona puede ser declarada «inocente» o «absuelta». David oró: «Preserva a tu siervo de la insolencia… así quedaré libre e inocente de grave pecado» (Sal. 19:13 NBE; «absuelto» LBA; «limpio» RVA; «libre» NRV, NVI). Por otro lado, el pecador no es «absuelto» por Dios: «Temeroso estoy de todos mis dolores, sé que tú no me absolverás» (Job 9:28 LBA; «no me tendrás por inocente» RVR). El castigo de la persona que «no es absuelta» se expresa con el verbo naqah en negativo: «No dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano» (Éx. 20:7 RVR; «no dejará sin castigo» BJ). «Te castigaré con justicia. De ninguna manera te daré por inocente» (Jer. 30:11 RVA). La suerte de los malvados es el juicio de Dios. «El malvado no quedará sin castigo, mas la descendencia de los justos será librada [malat]» (Prov. 11:21 LBA; «impune» RVA, NVI).

En la Septuaginta el verbo generalmente se traduce como athos («ser inocente, estar sin culpa»). Sin embargo, la gama de significados del hebreo es más amplia. Se extiende desde «vaciar [limpiar]» hasta la jerga legal de «absolución». En las versiones en castellano (como en las versiones en inglés) no hay uniformidad de traducción.

B - Adjetivo

naqî (5355, נָקִִי), «inocente». Este adjetivo aparece 43 veces en el Antiguo Testamento. Un ejemplo está en Sal. 15:5 que dice acerca del hombre justo: «Ni contra el inocente acepta soborno» (RVA).

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