IDEAR, PENSAR

A - Verbo

jashab (2803, חשַַב), «pensar, idear, proponer, planificar, estimar, imaginar, imputar». Este vocablo, que se encuentra en todo el desarrollo histórico del hebreo y arameo, aparece 123 veces en el Antiguo Testamento e implica cualquier proceso mental que tenga que ver con pensar o concebir.

Jashab puede traducirse como «idear» en asociación con «pensar» y «calcular». Una persona que Dios ha dotado «diseña» excelentes obras en oro y otros objetos de primera calidad (Éx. 35:35). El término puede usarse en relación con «maldad», como cuando Amán «ideó» una trama maligna en contra del pueblo judío (Est. 8:3 RVA); David oró en contra de los que «tramaban» mal contra él (Sal. 35:4 LBA); un canalla «planea» perversidades en Prov. 16:30 (RVA). Otros versículos que indican un propósito inmoral por detrás del acto de «idear» son Jer. 18:18; Ezeq. 11:2. En cambio, en Jer. 18:11 es Dios el que «trama» un plan contra los malignos.

La palabra puede significar «pensar. Algunos «pensaron» acabar con David enviándolo en contra de los filisteos (1 Sam. 18:25); Judá «pensó» que Tamar era una prostituta (Gén. 38:15); y Elí «pensó» que Ana estaba ebria (1 Sam. 1:13). Por otro lado, Dios se arrepintió del mal que «había pensado» hacer a Israel (Jer. 18:8) y los que temen al Señor «piensan» en su nombre (Mal. 3:16).

Jashab puede traducirse con la acepción de «estimar» (o «considerar»). Dios preguntó a Job si podría domar al leviatán, quien «estima el hierro como paja, el bronce como madera carcomida» (Job 41:27 LBA). Un caso clásico de «estimar» se encuentra en Isa. 53:3-4: «[El Mesías] fue despreciado y desechado por los hombres, varón de dolores y experimentado en el sufrimiento. Y como escondimos de Él el rostro, lo menospreciamos y no lo estimamos. Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades… Nosotros le tuvimos por azotado, como herido por Dios, y afligido» (RVA). El vocablo tiene también la idea de «proponer», a veces con propósitos malévolos. Los enemigos de David «se proponen» derribarlo (Sal. 140:4 LBA). Dios se arrepiente del mal que «se propuso» («pensó») hacer a Israel (Jer. 26:3) y tal vez el pueblo se arrepienta cuando oiga del mal que Dios «se propone» contra la nación (Jer. 36:3). Por otro lado, Dios tiene «planes» o «designios» contra la tierra de los caldeos; los va a juzgar después de usarlos para purificar a su pueblo, Israel (Jer. 50:45).

El vocablo, traducido como «contar», tiene diversos usos. Posee una connotación comercial cuando, al redimir una tierra, se fija el precio sobre la base del valor de las cosechas hasta el próximo año del jubileo: «Entonces contará los años desde su venta y pagará el resto» (Lev. 25:27). Encontramos la misma idea en la discusión sobre las provisiones para los levitas, sería el diezmo de lo que Israel ofrendaba al Señor (Núm. 18:30). «Contar» puede referirse a «pensar» o «considerar». Bildad reclama a Job: «¿Por qué somos considerados como bestias, y torpes a vuestros ojos?» (Job 18:3). Los que procuran vivir para el Señor son «considerados» («tenidos») como ovejas para el matadero (Sal. 44:22). El necio, cuando se mantiene callado, es «tenido» por sabio (Prov. 17:28). Un énfasis teológico aparece en la recompensa de Dios a Abraham, cuando el patriarca creyó al Señor y a su palabra: «Él creyó a Jehovah, y le fue contado [imputado] por justicia» (Gén. 15:6 RVA).

Ciertos usos de jashab que se traducen «pensar» tienen una mala connotación, como «pretender» o «tramar». Job regaña a sus amigos: «¿Pretendéis censurar las palabras, y los discursos de un desesperado, que son como el viento?» (Job 6:26 RV-95; «pensáis» RVA; «intentáis» BJ). Los enemigos de David «idearon» (Sal. 21:11 RVA; «fraguaron» RVR) maquinaciones; y Nahum se queja de los que «traman» mal contra el Señor (Nah. 1:11 RVA).

Hay otras traducciones únicas de jashab. Para poder acercarse a Dios, Asaf tuvo que «considerar» los años antiguos (Sal. 77:5). Dios tuvo una controversia con Nabucodonosor, rey de Babilonia, porque «tomó consejo» («concibió un plan» LBA) en contra de él y su pueblo (Jer. 49:30). El profeta Amós se refiere a personas que «inventan» instrumentos musicales y disfrutan de ellos (Amós 6:5). Hiram de Tiro envió a un hombre a ayudar a Salomón a construir el templo, alguien que sabía «sacar toda forma de diseño», o sea, «trabajar» varios metales y telas con arte (2 Cr. 2:14 RV-95). Fue necesario que José recordara a sus hermanos que no tenía intención de hacerles daño por venderlo como esclavo, puesto que «Dios lo encaminó para bien» (Gén. 50:20 RVA; «lo pensó» BJ), para la preservación de Jacob y de sus hijos.

En contados casos, jashab se traduce «imputar»: «Si se comiere de la carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será contado [«imputado» RV]; abominación será» (Lev. 7:18). Cuando un israelita inmolaba un sacrificio en cualquier lugar que no fuese un altar designado, la sangre le era «imputada» (RV; era «culpado de sangre» RVR; «considerado reo de sangre» RVA); o sea, el sacrificio sustitutivo no cumpliría su función propiciatoria y el ofrendante continuaría cargando con su culpa (Lev. 17:4). David pudo alabar a Dios por su perdón porque el Señor «no imputa» (RV; «no atribuye» RVA; «no culpa de») iniquidad después de confesar el pecado (Sal. 32:2).

B - Adjetivo

jashab (2803, חָשַַב). El adjetivo, que tiene la idea de «hábil» o «creativo», y que a menudo en castellano requiere un nombre, se usa respecto a quienes realizaron artesanía en la confección del tabernáculo. Esta acepción de jashab aparece 11 veces en Éxodo: «Junto con Oholiab hijo de Ajisamac… quien era artífice» (literalmente, «hábil artesano»; Éx. 38:23 RVA). Este arte, sin embargo, es más que invención humana; es demostración de sabiduría, comprensión y conocimiento que el Espíritu de Dios imparte (cf. Éx. 36:8; 39:3).

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