FALSEDAD

sheqer (8267, שקֶֶר), «falsedad; mentira». Esta raíz se encuentra únicamente en hebreo y arameo antiguo. La palabra sheqer se halla 113 veces en el Antiguo Testamento. Es muy poco frecuente en todos los libros menos los poéticos y proféticos, y aun así, su uso se concentra en los Salmos (24 casos), Proverbios (20 veces) y Jeremías (37 casos). Aparece por primera vez en Éx. 5:9: «Hágase más pesado el trabajo de los hombres, para que se ocupen en él y no presten atención a palabras mentirosas».

En unos treinta y cinco pasajes, sheqer describe el campo de acción de la «lengua engañosa»: «hablar» (Isa. 59:3), «enseñar» (Isa. 9:15), «profetizar» (Jer. 14:14) y «mentir» (Miq. 2:11). También revela un «carácter engañoso» que se expresa en la forma de actuar: «actuar traicioneramente» (2 Sam. 18:13) y «tratar engañosamente» (Oseas 7:1).

Por tanto, sheqer define una manera de vivir que contradice la Ley de Dios. El salmista, deseoso de seguir a Dios, ora: «Aparta de mí el camino de la mentira, y en tu misericordia concédeme tu Ley. Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí» (Sal. 119:29-30 RV-95; cf. vv. 104, 118, 128). En este pasaje encontramos los antónimos «falsedad» y «fidelidad». Tal como «fidelidad» es un término que indica relaciones, la «falsedad» denota la «incapacidad de ser fiel» a lo que uno ha dicho o de responder positivamente a la fidelidad de otro ser.

Se instruye a los santos en el Antiguo Testamento a evitar la «acusación falsa» y la mentira: «Aléjate de acusación falsa, y no mates al inocente ni al justo, porque yo no absolveré al culpable» (Éx. 23:7 LBA; cf. Prov. 13:5).

En la Septuaginta encontramos las siguientes traducciones: adikos/adikia («injusto; maldad; iniquidad») y pseudes («falsedad; mentira»).

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