DISPERSAR

pûts (6327, פוץ), «esparcir, dispersar». El término se encuentra en el hebreo antiguo y también en el moderno. El vocablo, que aparece unas 65 veces en el Antiguo Testamento hebreo, se usa por primera vez en Gén. 10:18: «Se dispersaron los clanes de los cananeos» (RVA). El vocablo se usa 3 veces en la historia de la torre de Babel (Gén. 11:4, 8-9) al parecer para destacar cómo el género humano y sus lenguas «se dispersaron» por el mundo.

Pûts, en el sentido de «dispersar», a menudo tiene una connotación casi violenta. Por ejemplo, cuando Saúl derrotó a los amonitas, «sucedió que los que quedaron fueron dispersados, no quedando dos de ellos juntos» (1 Sam. 11:11 LBA). Esta «disgregación» de fuerzas parece que fue común después de las derrotas en batallas campales (1 Reyes 22:17; 2 Reyes 25:5). Hay frecuentes alusiones a Israel como un pueblo y nación «disperso» entre las naciones, en particular, con la imagen de un rebaño de ovejas dispersas (Ezeq. 34:5-6; Zac. 13:7). Ezequiel también promete que el rebaño disperso será recogido: «Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en los cuales estáis esparcidos» (Ezeq. 11:17; cf. 20:34, 41).

En sentido figurado, el vocablo se usa para referirse al relámpago como las saetas que Dios «dispersa» (2 Sam. 22:15). Según Job, «Él también recarga las nubes de humedad, y la nube dispersa sus relámpagos» (Job 37:11 RVA; «esparce la nube con su relámpago» LBA). No hay cosecha sin antes «esparcir» la semilla en los zurcos (Isa. 28:25 RVA).

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