CONTIENDA

A - Verbo

rîb (7378, רִִיב), «reñir, contender». Este verbo figura 65 veces en todos los períodos del hebreo bíblico.

En Éx. 21:18 rîb tiene que ver con un esfuerzo físico, una lucha: «Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y no muriere». Rîb se encuentra en Jueces 6:32 con la acepción de «contender» oralmente.

B - Nombres

rîb (7379, רִִיב), «contienda; riña; disputa; altercado; pleito; controversias; causas». El nombre tiene únicamente un cognado arameo y aparece en todos los períodos del hebreo bíblico unas 60 veces.

El nombre rîb se usa, a veces, en el contexto de conflictos extrajurídicos, esto es, fuera de las cortes. Puede haber conflictos entre individuos, como en Prov. 17:14: «El que comienza la contienda es quien suelta las aguas; desiste, pues, antes que estalle el pleito» (RVA). En Gén. 13:7-8 (primera cita con rîb) el término se refiere a la «contienda» que antecede a la lucha entre dos grupos: «Entonces surgió una contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot». En casos como este, el que inicia la contienda es evidentemente el culpable.

En ciertos casos, rîb denota un «pleito» que tiene lugar en el contexto de una estructura legal común que se aplica a ambas partes contractantes y una corte con poder de decisión y de dictaminar. Esto puede involucrar una «contienda» entre partes desiguales (un individuo con un grupo), como cuando Israel riñó con Moisés alegando que no había cumplido su parte del trato al no cuidar de ellos adecuadamente. Moisés apeló al Juez que lo vindicó enviando agua de una roca (¿peñasco?) que Moisés golpeó: «Y puso a aquel lugar el nombre de Masah y Meriba, por la contienda de los hijos de Israel» (Éx. 17:7 LBA). Dios decidió cuál era la parte culpable, Moisés o Israel. La «contienda» puede ser entre dos individuos como en Deut. 25:1, donde dos disputantes acuden a los tribunales (el hecho de entablar un «pleito» o caso jurídico no implica que uno de los litigantes sea culpable): «Cuando haya pleito entre algunos y acudan al tribunal para que los juzguen, absolverán al justo y condenarán al culpable» (RVA). En Isa. 1:23 el juez injusto accepta un soborno y no permite que la «causa» («pleito» BJ) justa de la viuda llegue ante él. Prov. 25:8-9 amonesta al sabio a discutir «[su] causa con [su] prójimo» cuando lo «haya avergonzado» (RVA).

Rîb puede representar lo que se sigue en una situación real de un tribunal. Se usa para todo el proceso de juicio: «Tampoco harás favoritismo al pobre en su pleito» (Éx. 23:3 RVA; cf. Deut. 19:17). También se refiere a las varias partes de un proceso. En Job 29:16, Job defiende su justicia argumentando que ha sido un abogado de los indefensos: «A los menesterosos era padre, y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia». Por tanto, aquí el término significa la falsa acusación que se levanta contra el acusado. Antes, en Job 13:6, el rîb representa el argumento del abogado defensor: «Oíd ahora mi razonamiento, y estad atentos a los argumentos de mis labios». En otros pasajes el término se usa para el argumento del demandante: «Atiéndeme, oh Señor, y escucha lo que dicen mis contrarios [literalmente, «los que me están demandando»]» (Jer. 18:19 LBA). Finalmente, en Isa. 34:8 rîb quiere decir un «caso» ya pleiteado, ganado y que aguarda el fallo: «Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion».

Hay dos nombres relacionados que aparecen pocas veces. Merîbah, que aparece dos veces, significa «contienda» y se refiere tanto a una confrontación extrajudicial (Gén. 13:8) como a una judicial (Núm. 27:14). Yarîb se encuentra 3 veces y significa «disputante; oponente; adversario» (Sal. 35:1; Isa. 49:25; Jer. 18:19).

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