CAPACIDAD, PODER
yakol (3201, יכֹֹל), «poder, capacidad, ser capaz, prevalecer, soportar, sobrellevar». Esta palabra se usa unas 200 veces en el Antiguo Testamento, desde los primeros escritos hasta los más recientes. También se halla en asirio y arameo. Como acontece con la forma transitiva del verbo «poder» en castellano, el vocablo hebreo casi siempre requiere otro verbo para completar su significado. Yakol aparece primero en Gén. 13:6: «Pero la tierra no bastaba para que habitasen juntos. Sus posesiones eran muchas, y no podían habitar juntos». Dios promete a Abraham: «Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; de manera que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia podrá contarse» (Gén. 13:16; cf. Gén. 15:5).
El uso más frecuente de este verbo tiene el sentido de «poder» o «ser capaz». El vocablo puede aludir a «capacidad física», como en 1 Sam. 17:33: «Saúl dijo a David: Tú no podrás ir contra ese filisteo para luchar contra él; porque tú eres un muchacho» (RVA). Yakol puede también connotar «incapacidad moral», como en Jos. 7:13: «No podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros». Véase una connotación similar en Jer. 6:10: «He aquí que sus oídos están sordos, y no pueden oír» (RVA). En sentido negativo, el verbo puede usarse para expresar «prohibición»: «No comeréis dentro de vuestras ciudades el diezmo de vuestro trigo» (Deut. 12:17 LVP). O bien el verbo puede indicar una «barrera social», como en Gén. 43:32: «Los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios».
Yakol también se usa al respecto de Dios, como cuando Moisés suplicó a Dios que no destruyera a Israel para que las naciones no dijeran que «Jehová no fue capaz de [«no pudo» LBA] introducir a ese pueblo en la tierra… por eso los mató en el desierto» (Núm. 14:16 RVA). El verbo también puede tener una carga positiva: «He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos» (Dan. 3:17). El vocablo yakol aparece en casos en que Dios limita su paciencia con los que no son sinceros: «Jehová no pudo soportaros más, a causa de la maldad de vuestras obras» (Jer. 44:22).
Cuando se usa yakol sin otro verbo, tiene el sentido de «prevalecer» o «vencer», como con las palabras del ángel a Jacob: «No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel: porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido» (Gén. 32:28; «prevalecido» RVA, LBA). Dios reprende la insinceridad de Israel con el verbo yakol: «¡No tolero iniquidad y asamblea solemne!» (Isa. 1:13 LBA; «soportar» RVA; «sufrir» RVR, NRV). «¿Hasta cuándo serán incapaces de lograr purificación?» (Oseas 8:5 RVA).
No hay distinción alguna en hebreo entre «poder» y «ser capaz», puesto que yakol comunica tanto «capacidad» como «autorización» (o prohibición en la forma negativa). Tanto Dios como los seres humanos son capaces de actuar. No tiene límites la «capacidad» y voluntad (Dan. 3:17-18) de Dios a no ser por los límites de paciencia que Él mismo determina libremente cuando reinciden la desobediencia y la insinceridad (Isa. 59:1-2).
La Septuaginta traduce yakol con varios términos griegos, entre ellos el más frecuente es dunamai. Este término quiere decir «capaz, poderoso». Se usa por primera vez en el Nuevo Testamento en Mat. 3:9: «Aun de estas piedras Dios puede levantar hijos a Abraham».