Índice general
La verdadera amistad
: Autor Ernst August BREMICKER 11
: TemaLa vida cristiana
«Amigo hay más unido que un hermano» (Proverbios 18:24).
La amistad es la relación y el sentimiento positivo entre dos –o más– personas. Sin duda cada uno desea encontrar o tener un amigo(a). Ya sean niños, jóvenes o incluso personas mayores, todos aprecian tener un verdadero amigo, una verdadera amiga.
¡Qué inmenso honor es ser llamado «amigo» por el Señor Jesús! Es una expresión que encontramos muchas veces en los evangelios. Los discípulos, por ejemplo, son llamados «amigos míos» por el Señor Jesús (Lucas 12:4; Juan 15:14). Lázaro de Betania también lleva este extraordinario título. Martín Lutero dijo: “Tener a Dios como amigo es más reconfortante que todas las amistades del mundo”.
Sin embargo, este artículo no se centrará tanto en ese aspecto más elevado de la amistad, sino en las amistades que podemos unir y cultivar aquí en la tierra.
1 - La amistad a la luz de la Biblia
Al leer la Biblia, notamos que el término «amistad» aparece solo una vez… y en un sentido negativo. Santiago habla en su Epístola (4:4) sobre la amistad con el mundo. Por el contrario, el término «amigo» o «amiga» aparece varias veces. Hay una variedad de ejemplos de «buenos amigos» que son instructivos para nosotros. Encontramos:
- David y Jonatán (1 Sam. 18 y sig.)
- Daniel y sus amigos (Daniel 1 y 2)
- La hija de Jefté y sus amigas (Jueces 11)
Pero también hay ejemplos de «malas amistades» que no deben seguirse. Por ejemplo:
La amistad del mundo es, y sigue siendo, enemistad contra Dios. Dios siempre separa la luz de las tinieblas. No quiere que cultivemos una amistad con este mundo.
Al leer la Biblia, también notamos que nunca se menciona una «relación amistosa» entre un chico y una chica (o entre un hombre y una mujer) fuera del matrimonio. Debido a su importancia, consideraremos este tema bajo el título “Amigo y amiga –las amistades entre géneros a la luz de la Biblia”. Pero cuando la Biblia habla de amistad, es entre hombres o entre mujeres. Empezaremos por considerar este aspecto.
“El secreto de una amistad duradera
es dejar que Cristo sea el centro de todo”.
Robert Cleaver Chapman
1.1 - Cuatro niveles de relaciones entre las personas
Como seres humanos, necesitamos tener relaciones entre nosotros. Nadie puede vivir realmente de manera sostenible sin relaciones, sin volverse «raro» y «original». Pero no todas nuestras relaciones son amistades profundas. Podemos identificar cuatro niveles de relaciones que tenemos con otras personas, aparte del matrimonio. En cada nivel, la intensidad de la relación aumenta:
a) Los conocidos: nos conocemos poco y tenemos contactos ocasionales. Hablamos de cosas cotidianas. Estas son las relaciones que tenemos en la escuela, en el trabajo, con los vecinos, etc.
b) Los compañeros: nos conocemos un poco mejor y en cierto modo tenemos intereses y actividades comunes, porque trabajamos o estudiamos juntos. Estas relaciones tienen los mismos marcos que los mencionados anteriormente.
c) Los amigos: nos conocemos bien. Tenemos entendimientos comunes de la vida y objetivos comunes. Tratamos de hacer muchas actividades juntos. Vemos inmediatamente que es importante para un cristiano que su amigo también tenga una relación personal con el Señor Jesús. Con un incrédulo, no compartimos la misma visión de la vida y no tenemos los mismos objetivos.
d) La amistad verdadera (real, profunda): nos conocemos muy bien. Pasamos mucho tiempo juntos. Nos abrimos el uno al otro y estamos preparados para corregirnos mutuamente. Un verdadero amigo también conoce las debilidades del otro, pero sigue siendo su amigo. Esto es precisamente lo que caracteriza una verdadera amistad. Aquí también, una relación viva con el Señor Jesús es, por supuesto, una condición indispensable.
“La completa devoción al Señor Jesús
es el vínculo más fuerte entre los corazones humanos”.
John Nelson Darby
1.2 - El amigo(a) ama en todo tiempo
Te deseo una verdadera amistad. No una superficial, sino una que se pueda realmente profundizar. La verdadera amistad se basa en el afecto, la confianza y la estima mutua. El requisito previo es la generosidad. La amistad presupone que no intentas utilizar a la otra persona para servir a tus propios intereses, o para explotarla. El ejemplo de David y Jonatán es muy revelador. Vale la pena volver a leer esta historia y meditarla.
• Hacia un amigo, te puedes abrir.
• Con un amigo, no solo se intercambian pensamientos y hechos, sino que también se da la opinión.
• Una verdadera amistad concierne el ámbito del «espíritu» y del «alma».
• Con un amigo, se puede tener un profundo intercambio intelectual y espiritual.
• Con un amigo, se puede leer la Biblia y tener una comunión en la oración.
• A un amigo, le dejarás que perciba algo de tu ser interior (tu alma).
• Un amigo escuchará «tu corazón latir».
• Sin embargo, es de suma importancia que la esfera del «cuerpo» no esté involucrada en una amistad. Según el pensamiento de Dios, esta área está reservada para el matrimonio. La verdadera unidad de espíritu, alma y cuerpo solo puede tener lugar en el matrimonio. Por lo tanto, la Biblia no permite “amistades homosexuales”.
Ganar amigos requiere una actitud activa. Ganarás amigos solo si tú mismo eres un buen amigo. No puedes simplemente esperar que los demás vengan a ti, sino que debes actuar y tomar la iniciativa.
Cultivar una amistad también requiere compromiso. Guardar un buen amigo depende en gran medida de ti mismo. Cultivar una amistad pide, por ejemplo, que le dediquemos tiempo. Así que la Biblia dice que no se pueden mantener muchas amistades verdaderas al mismo tiempo. Salomón escribió: «Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano» (Prov. 18:24, NVI).
Un elemento que favorece la relación, y que mantiene esta verdadera amistad, es que ambas personas pertenecen al Señor Jesús. Las dos citas de Chapman y Darby lo dejan claro. Vuelva a leerlas y a meditarlas otra vez en silencio. Si sientes que no puedes hablar libremente de Dios y del Señor Jesús con tu amigo, entonces empieces a hablar seriamente con Dios y con el Señor Jesús de tu amigo. Tal vez tengas una sorpresa.
Así que deseo que cada lector de este artículo tenga una verdadera amistad, y que pueda cultivar esta relación con su amigo(a). A menudo estas amistades comienzan en la juventud y duran toda la vida.
2 - Amigo y amiga –las amistades “inter-géneros” a la luz de la Biblia
2.1 - No es necesario hablar de ello
De hecho, podríamos terminar el tema muy rápidamente, porque no hay un solo ejemplo en la Biblia de amistad entre un chico y una chica. Ni en un sentido positivo ni en un sentido negativo. Solo en relación con el matrimonio es cuestión de una relación entre hombres y mujeres. Solo eso debería ponernos en alerta. Pero el tema es, por supuesto, siempre extremadamente actual. Así que aún vale la pena reflexionar en ello.
2.2 - Aún vale la pena hablar de ello
Naturalmente, este es un tema de actualidad. En la escuela, probablemente seas una extraña si eres una chica que no ha tenido un “novio” a la edad de 15 o 16 años. Y para un chico, es lo mismo, apenas puedes permitirte no tener una “buena amiga” a esa edad. Esa es la “norma”.
Esta norma también incluye “salir juntos”, “amarse” (aunque esto no es amor verdadero), “acostarse” juntos (es decir, tener sexo, o al menos sexo preliminar), y que, un día u otro os “separéis”. Las rupturas sentimentales suelen ser predecibles de antemano. El resultado de este “placer” es solo la frustración. Las mariposas en el vientre dan paso a un doloroso regreso a la tierra.
Para ti, joven cristiano, este es el comienzo de una zona de intensa tensión. Aprendes de tus padres en casa, o en el grupo de jóvenes, que tal comportamiento no es compatible con una vida en comunión con el Señor Jesús. Y aunque tal vez no quieras admitirlo, este principio ya está muy claro para ti. Sin embargo, no quieres que te vean como un marginal. ¡Qué esfuerzo es nadar contra la corriente del pensamiento y de los conceptos actuales! A veces sientes que estás entre la espada y la pared. La pubertad es un momento en el que se atraviesan muchos trastornos. Puede que te sientas incomprendido en casa. Puede que no encuentres la seguridad que buscas. Tus padres no tienen suficiente tiempo para ti. Anhelas que alguien te entienda y te consagre tiempo y atención. ¿Por qué no encontrar un “amigo”? ¿Por qué no tener una “amiga”? La Biblia no lo “prohíbe”, así que debería estar “permitido”, ¿verdad? ¡No, no es así!
2.3 - Atención
Lo que la Biblia no “prohíbe” no por ello está “autorizado”. Además, no se trata tanto de “prohibido” o “autorizado”. Se trata de lo que el Señor Jesús espera de nosotros. Se trata de la voluntad de Dios. Una vez más, te recuerdo que Dios solo habla de las relaciones sexuales entre hombre y mujer en el contexto del matrimonio. Y no estamos en absoluto en ese punto cuando hablamos de amistades “ligeras”.
Las amistades entre chicos y chicas –aunque el otro también sea creyente– implican un gran factor de riesgo, simplemente porque no se puede excluir el componente físico (mirarse, tomarse de la mano, besarse…). Por el contrario, el cuerpo es a menudo precisamente el centro de interés y de atracción. Y esto es precisamente lo que Dios no quiere, porque es peligroso. El ser humano está compuesto de un espíritu, un alma y un cuerpo, y la verdadera unidad de espíritu, alma y cuerpo ha sido reservada por Dios para el matrimonio. Si, como adolescente, se hace demasiado hincapié en el contacto físico con el otro sexo, existe un gran peligro de que se termine en sexo prematrimonial –pecando así por fornicación (impudicidad). Así que es mejor dejar de jugar con fuego desde el principio. Quien se pone en peligro en este contexto, perece en él. Sin la fuerza ni firmeza psíquica –que aún no se ha adquirido en la adolescencia temprana– es imposible discernir entre tus sentimientos y la voluntad de Dios.
2.4 - Importante para las chicas
Quiero decir lo siguiente a las chicas: Cuidado: un chico, en su adolescencia no puede medir lo que significa cuando dice: “Te amo”. Puede decir estas palabras, pero nada más. Las chicas suelen estar más desarrolladas que muchos chicos de la misma edad. Así que no juzguéis a la otra persona respecto a vosotras mismas. Por favor, no sobrevaloréis a los chicos, y no les pidáis demasiado. Probablemente a ese chico le gusta la aventura, y tal vez tu cuerpo. ¡Pero eres demasiado valiosa para eso!
Aparte de eso, los chicos son “dependientes de su vista”, lo que significa que se sienten particularmente atraídos por lo que ven. Eso es lo que hace que la forma en que os presentáis ante los chicos sea tan importante. Una mujer está llamada a brillar por sus cualidades internas. Esto no significa, por supuesto, que vuestra vestimenta no sea importante, pero sí que debéis tratar de provocar lo menos posible. ¡Pertenecéis a vuestro futuro esposo!
2.5 - Importante para los chicos
Quiero decir lo siguiente a los chicos: ¡Cuidado! Como adolescentes, no podéis entender el significado de una relación con una chica. El amor que Dios quiere dar entre el hombre y la mujer es tan precioso que obviamente no debe ser usado a la ligera. El amor es algo muy diferente de lo que pensáis en este momento. El amor necesita tiempo. El amor necesita madurez. Probablemente no sabéis lo que una chica busca realmente. Una chica (una mujer) siente las cosas de una manera muy diferente a la de los hombres. Por supuesto que hay chicas, sobretodo en vuestro entorno incrédulo, que tienen en mente manejaros a su antojo. En la mayoría de los casos, es ciertamente diferente entre los creyentes. Las chicas son en principio mucho más emotivas que los chicos. Una “relación” significa más para ella que para vosotros. Ella piensa mucho más en una relación duradera que vosotros. En la chica, no es tanto el bello sentimiento físico lo que cuenta, sino que el espíritu y el alma están mucho más involucrados. Por eso las chicas sufren más cuando una “relación” termina.
2.6 - Consecuencias negativas de una amistad temprana
Los coqueteos tempranos con el sexo opuesto, las amistades entre chicos y chicas, no solo ocultan un alto potencial de riesgo, sino que también tienen consecuencias negativas. Me gustaría mencionar dos de ellas:
a) Os hacéis daño a vosotros mismos: el proceso de crecimiento previsto por Dios hasta la madurez entre la adolescencia y la edad adulta se interrumpe. Y no podéis integrar realmente estas experiencias que estáis teniendo. Será mucho más difícil para vosotros ser buenos maridos y esposas más tarde, si no habéis mantenido la distancia necesaria entre vosotros en vuestra juventud.
b) Estáis privando a vuestro Señor de algo. Perdéis vuestra energía intelectual y espiritual, que podríais poner a su servicio. Desperdiciáis la fuerza y la energía de la juventud que podríais poner útilmente para el Señor Jesús. Estáis obstaculizando vuestro crecimiento espiritual. Es precisamente en nuestros años jóvenes que el Señor querría ponernos a su servicio. La fuerza de la juventud se necesita urgentemente en el reino de Dios.
2.7 - Consejos para los contactos entre vosotros
¿Significa esto que los chicos y las chicas deben mantener su distancia? Sí y no. Sí –si es un asunto de contacto personal individual. Entonces yo solo puedo advertiros. No –si se realiza una actividad saludable entre los jóvenes creyentes de ambos sexos.
Naturalmente, os comportaréis de manera relajada en el grupo. Os aconsejo que emprendan algo juntos –preferiblemente con y para el Señor. Hay suficientes servicios. Pero evitad en la medida de lo posible la compañía de un solo chico, de una sola chica. No juguéis con fuego. Mantened suficiente distancia entre vosotros y controlad vuestro comportamiento. Dios nos ha dado un pudor natural. Podemos conservarlo, pero también podemos pisotearlo y cruzar todos los límites del pudor.
¿Dónde está el límite? Es difícil determinarlo, varía de un caso a otro. Lo que es seguro es que el límite se supera si, a través de palabras o acciones, se despierta el deseo sexual del otro. Entre ellos, tomarse de la mano, abrazarse tiernamente, acariciarse o darse masajes recíprocos, besarse… ¡Por favor, no os comportéis como un niño que abre en secreto sus regalos prematuramente y comienza a jugar con ellos, estropeando así la alegría del momento en que debiera recibirlos! Dios ha dado la sexualidad a los seres humanos. Pero la reservó para el matrimonio.
Una cosa más: tened cuidado con vuestra “comunicación”, es decir, en lo que le decís al otro sexo. Las palabras que se dijeron una vez ya no se pueden retirar. Es fácil decir “te amo” –pero lo que esas palabras pueden provocar en el otro, no lo podéis manejar. Y esto también es cierto –especialmente– cuando se comunica electrónicamente. A menudo es más fácil escribir que decir ciertas cosas. Pero aquí es precisamente donde reside el peligro de que escribáis demasiado y tal vez demasiado ambiguamente a otros –y al hacerlo, se consigue transmitir un mensaje.
2.8 - «¡Sé un pez vivo, nada contra la corriente!»
Estas son las palabras de un himno para niños, en alemán. ¿Solo para niños? Sí, pero su mensaje es importante. Chicos, chicas, también debéis estar preparados para nadar contra la corriente. Estad preparados para ser diferentes de la gente que os rodea. Si lo hacéis en vuestra juventud, el Señor Jesús os bendecirá especialmente. De este modo, crearéis las mejores condiciones para que él os dé, a su tiempo, un cónyuge con el que podréis comenzar una feliz vida de casado. Esto es lo que os deseo con todo mi corazón.
«En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia» (Prov. 17:17).
Publicado originalmente en Alemán en la revista: «Folge mir nach», 2011