Artículos por tema
Las Personas divinas
Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
- Dios: su naturaleza y sus atributos. El Dios Salvador conocido como Padre. La familia de Dios. Los fieles cuidados del Padre y sus compasiones.
- Jesucristo: su Persona y su Obra en la cruz. Su actual actividad celestial. Las profecías realizadas y futuras que lo conciernen.
- El Espíritu Santo: una persona divina. El Paracleto. Sello, unción y arras. Sus funciones hoy. En el creyente y en la Iglesia.
La Palabra de Dios
- La Biblia. Origen (revelación, inspiración, recepción, apropiación). Composición. Memorizar versículos. Cómo leerla.
- La lectura cotidiana de la Biblia: un alimento, una guía y un medio de santificación.
- El verdadero alimento del creyente: Cristo en las Sagradas Escrituras.
El Evangelio de la Salvación
- El hombre pecador, culpable y perdido. El pecado (sus diversos caracteres). Salvado por la fe, no por las obras. El nuevo nacimiento: el creyente pertenece a Cristo. La certeza de la salvación.
- El Evangelio de Dios: origen, fundamento, poder, contenido y propósito.
La vida cristiana
Nuestros afectos por Cristo. Las dos naturalezas opuestas del creyente. La oración. El llamado celestial del cristiano. La separación del mal y del mundo. Dar fruto. El discípulo. Servir al Señor. La lucha cristiana. Las opciones de la vida. El juicio de sí mismo. La tentación. Las pruebas. La muerte del cristiano...
La Iglesia o la Asamblea
- ¿Qué es la Iglesia?
- Reuniones de la Iglesia
- El Espíritu Santo: su presencia y su acción en la Iglesia
- La cristiandad: una gran casa
- Su futuro celestial
La defensa de la fe
«Amados, teniendo mucho empeño en escribiros acerca de nuestra común salvación, me veo en la necesidad de escribiros con el fin de exhortaros a que luchéis por la fe que una vez fue enseñada a los santos. Porque han entrado con disimulo ciertos hombres, los cuales desde hace tiempo estaban destinados para este juicio, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo» (Judas 3 y 4).
Personajes bíblicos y hombres de Dios
- En el Antiguo Testamento
- En el Nuevo Testamento
Sus caracteres, sus obras, su ejemplo, las lecciones que hay que aprender
El futuro y las profecías
- Los juicios futuros.
- Las profecías (generalidades). Los profetas y los falsos profetas.
- El arrebatamiento de los santos / la gran tribulación / el día del Señor.
- El estado eterno.
Otros temas
- La creación
- Israel y el día de reposo (sábado)
- Satanás y el ocultismo
- Temas de sociedad
«Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre» (Salmo 86:11).
Amigos creyentes, tengamos el deseo cada día de encontrar las aguas puras de la gracia de Dios en la Biblia, y así venir al «torrente de tus delicias» (Salmo 36:8). Dejémonos conducir por el divino Pastor a las «aguas de reposo» (Salmo 23:2), donde seremos refrescados y saciados abundantemente. Entonces podremos experimentar una dulce comunión con el Señor, y esta agua de vida recibida, será en nosotros como una «fuente de agua que brota para vida eterna» (Juan 4:14). Jesús también dijo: «El que cree en mí… de adentro de él fluirán ríos de agua viva» (Juan 7:38). Quiere que los suyos sean una bendición para los que les rodean, llevando a otras personas a descubrir por sí mismos «la verdadera vida» (1 Timoteo 6:19).
Para seguir el camino que honra a Dios, necesitamos una guía segura, ya que siempre estamos en peligro de desviarnos del camino correcto. Nuestra conducta será equilibrada si nos tomamos a pecho la enseñanza de la Palabra de Dios. Esto es lo que David entendió cuando expresó la oración del Salmo 86: «Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; afirma mi corazón para que tema tu nombre» (v. 11). Aprendamos a reconocer la voz del buen Pastor: quiere llevarnos con cuidado y amor por el camino de la vida, ya sea que parezca oscuro o más fácil. Nos dice: «Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar» (Salmo 32:8).
Que la lectura de estos artículos y de estos estudios sea un estímulo para leer la Palabra de Dios; y dejarnos llevar por esos «sendas de justicia» de los que también habla David (Salmo 23:3). Tengamos un verdadero deseo de andar «como es digno del Señor, con el fin de agradarle en todo» (Colosenses 1:10).
«Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino» (Salmo 119:105).