VESTIR
labash (3847, לָבַַש), «vestirse, vestir, estar vestido». Este término semítico común se encuentra en antiguo acádico y ugarítico, en arameo y a través de la historia de la lengua hebrea. El vocablo aparece unas 110 veces en el texto hebraico de la Biblia. Labash aparece al principio del Antiguo Testamento, en Gén. 3:21 (RVA): «Luego Jehová Dios hizo vestidos de piel para Adán y para su mujer, y los vistió». Como siempre, Dios brindó algo mucho mejor para los seres humanos de lo que ellos consiguieron, en este caso unas hojas de higuera (Gén. 3:7).
Labash se usa regularmente para indicar el acto de ponerse («vestirse») ropa común y corriente (Gén. 38:19; Éx. 29:30; 1 Sam. 28:8). El término también sirve al hacer referencia a la armadura de guerra (Jer. 46:4). Es frecuente el uso en un sentido figurado, como en Job 7:5: «Mi carne está vestida de gusanos». Asimismo en la integración de los que regresan del cautiverio con la frase: «Con todos ellos te vestirás» (Isa. 49:18 RVA). Repetidamente el vestido simbólico tiene una cualidad abstracta: «Se vistió con la coraza de justicia. Se vistió de ropas de venganza y se cubrió de celo como con un manto» (Isa. 59:17 RVA). También, Dios está «vestido de gloria y de magnificencia» (Sal. 104:1). Job dice: «Yo me vestía de rectitud, y ella me vestía» (Job 29:14 RVA).
Las cualidades abstractas son a veces negativas: «El gobernante se vestirá de desolación» (Ezeq. 7:27 RVA). «Los que te aborrecen se vestirán de vergüenza» (Job 8:22 RVA). «Sean vestidos de ignominia los que me calumnian» (Sal. 109:29). Un uso figurado muy importante de labash se encuentra en Jueces 6:34, donde la forma del verbo de estado se puede traducir así: «Y el espíritu de Jehová se envistió en Gedeón» (RV). O sea que el Espíritu del Señor se encarnó en Gedeón y le llenó de poder desde su interior. Las versiones en castellano lo traducen de diversas maneras: «vino sobre» (RVR, NRV, LBA), «fue investido por» (RVA), «revistió de su fuerza» (BLA), «se apoderó» (NBE, BPD, SBP), «se adueñó» (LVP).