SACIAR
saba˓ (7646, שבַַע), «satisfecho, saciado, harto, hastiado». El vocablo se encuentra en acádico y ugarítico, así como en todos los períodos del hebreo. En el Antiguo Testamento hebraico aparece unas 96 veces. La primera vez que se usa en el texto veterotestamentario, saba˓ expresa el sentimiento de «llenura o saciedad»: «Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros» (Éx. 16:8). Como en este caso, el término se usa a menudo en paralelismo con «comer» o «pastar» en el caso de ganado (Jer. 50:19). También la tierra puede sentirse «saciada o harta» de lluvia (Job 38:27).
En un pasaje de notoria dificultad (Hab. 2:5), se dice que el que es dado al vino «no se saciará», nunca tiene suficiente. En lugar de «vino», el Habacuc de los Rollos del Mar Muerto coloca «riqueza», lo cual parece más apropiado en un contexto que señala a Asiria como el foco de la acusación del profeta.
Saba˓ a veces comunica la idea de estar «harto» de algo, como en Prov. 25:16: «¿Hallaste miel? Come lo que te basta, no sea que hastiado de ella la vomites». Dios también puede sentirse «hastiado» particularmente cuando se le ofrecen sacrificios por falsos motivos: «Hastiado estoy de holocaustos de carneros» (Isa. 1:11). El sabio observa que el hombre perezoso «que persigue cosas vanas se saciará de pobreza» (Prov. 28:9 RVA).
A menudo saba˓ se refiere a la manera en que Dios satisface al ser humano y le llena de bienes materiales: «El que sacia con bien tus anhelos, de modo que te rejuvenezcas como el águila» (Sal. 103:5 RVA). Pero aun cuando Dios la «sació» Israel no se sintió satisfecha y siguió tras dioses ajenos (Jer. 5:7). En Ezeq. 27:33, saba˓ adquiere un poco del matiz de «enriquecer» cuando se usa en paralelo con ese verbo: «Saciabas a muchos pueblos. A los reyes de la tierra enriqueciste» (RVA).