OÍR
A - Verbo
shama˓ (8085, שמַַע), «oír, escuchar, atender, obedecer, publicar». El vocablo se encuentra en la mayoría de las lenguas semíticas, incluyendo en hebreo y arameo bíblico (9 veces). Shama˓ aparece en todos los períodos históricos del hebreo y unas 1.160 veces en la Biblia.
Básicamente este verbo significa «escuchar» con los oídos. Tiene varios matices. En Gén. 37:17 un hombre le cuenta a José que «oyó» a sus hermanos decir: «Vamos a Dotán». En otras palabras, lo que el hombre «oyó» fue por casualidad. Shama˓ puede también usarse en el sentido de «escuchar indiscretamente» una conversación como cuando «Sara escuchaba junto a la entrada de la tienda que estaba detrás de» Abraham (Gén. 18:10 RVA).
José pidió a sus hermanos que le «escucharan» contar sus sueños (Gén. 37:6). En 1 Cr. 28:2, David pidió a su público que le «escuchara», o sea, que le dieran su total atención.
«Oír» algo puede indicar «tener conocimiento», como cuando Abimelec dice a Abraham que no sabe de la controversia sobre los pozos porque nadie se lo ha contado y que tampoco ha «oído» hablar de ello (Gén. 21:26). Shama˓ puede además indicar «llegar a saber» o «llegar a oídos»: «Los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén oyeron la noticia» (Jer. 37:5 LBA; cf. RVR).
Por otra parte, el término puede significar «recibir orientación». Moisés pidió que ciertas personas impuras esperasen hasta que el Señor le diera las órdenes al respecto (Núm. 9:8). Su clara intención fue más que un simple «oír» algo; Moisés quería recibir alguna orientación del Señor.
El verbo puede referirse solamente a «oír», como cuando Adán y Eva «oyeron» a Dios que caminaba en el huerto (Gén. 3:8: primer caso del verbo en la Biblia). Ordenar «escuchar», sin especificar el mensaje, expresa «convocar» (1 Reyes 15:22).
«Oír» puede ser un ejercicio intelectual y espiritual. Se puede «oír» la voz de Dios espiritualmente (Núm. 24:4) o «aprender» de Él. A la inversa, Dios dice a Abraham que ha «oído» su oración y que tomará cartas en el asunto (Gén. 17:20). En este contexto, «oír» no es solo escuchar lo que se dice; es también afín con la intención de la petición (cf. Gén. 16:11). En el caso de «oír» y atender a una autoridad superior, shama˓ puede significar «obedecer». En la simiente de Abraham, todas las naciones serán bendecidas porque «oyeron» (obedecieron) la voz de Dios (Gén. 22:18).
Otro matiz intelectual de «oír» se encuentra en Gén. 11:7 (RVA), donde se nos dice que Dios se propuso confundir las lenguas humanas «para que nadie entienda lo que dice su compañero».
Tener «un corazón que sabe escuchar» significa tener «entendimiento» o «discernimiento» (1 Reyes 3:9 RVA, cf. LBA). Por cierto, cuando Moisés dijo a los jueces de Israel que «oyeran» las causas de sus hermanos, se refería a más que solo escuchar con el oído. Debían examinar cada caso según sus méritos a fin de dictaminar justamente (Deut. 1:16).
B - Nombres
shôma˓ (8089, שומַע), se refiere a «información casual; fama». El vocablo, poco frecuente en el Antiguo Testamento, se halla en Jos. 6:27 (RVA): «Jehová estuvo con Josué, y su fama se divulgó por toda la tierra».
shema˓ (8089, שֵמַַע), «información intencional; noticias». Se constatan 17 casos del nombre en el Antiguo Testamento. Encontramos un caso en Gén. 29:13 (RVA): «En cuanto Labán oyó las noticias [shema˓] sobre Jacob, hijo de su hermana».
shemû˓ah (8052, שְְמועה), «revelación; mensaje; doctrina». El término aparece 27 veces. Un ejemplo es Isa. 28:9: «¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina [shemû˓ah]?» (RVR, cf. NRV; «mensaje» RVA, LBA).