MADRE
˒em (517, אֵֵם), «madre; abuela; suegra». Casi todas las lenguas semíticas tienen este vocablo, incluyendo ugarítica y aramea. En hebreo bíblico el término aparece 220 veces durante todos los períodos.
El significado básico del vocablo tiene que ver con la relación física que se tiene con una persona denominada «madre». La primera vez que aparece el término, en Gén. 2:24, hallamos esta acepción: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer». A veces ˒em tiene que ver con «madre» de la especie animal: «Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja: siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás» (Éx. 22:30). La frase «padre y madre» en la Biblia quiere decir «padres»: «Y había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era huérfana [de padre y madre]… Cuando su padre y madre murieron» (Est. 2:7). «Hijo de su madre», en Gén. 43:29, significa «su hermano», así como «hija de mi padre» es «mi hermana» (Gén. 20:12). Por lo general, estas frases se refieren únicamente a hermanos consanguíneos, mientras que los términos ˒aj («hermano») y ˒ajôt («hermana») pueden significar tanto hermanastros como hermanos consanguíneos (por ambos padres). Por otro lado, en Gén. 27:29, ˒em parece referirse a una descendencia mucho más distante: «Sírvante pueblos, y naciones se inclinen a ti; sé señor de tus hermanos, y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren».
˒Em puede referirse a parientes sanguíneos menos allegados que una «madre». En 1 Reyes 15:10, el término significa «abuela»: «Y reinó 41 años en Jerusalén. El nombre de su madre [abuela, cf. 1 Reyes 15:2] era Maaca hija de Absalón» (RVA). El vocablo también puede significar «madrastra». Cuando José contó su sueño a su familia «su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?» (Gén. 37:10; cf. 35:16-19 que relata la muerte de Raquel, madre de José). También se usa el término para indicar una suegra o la madre de la esposa: «El que tomare mujer y a la madre de ella comete vileza» (Lev. 20:14). También se llama «madre» la antepasada de un pueblo, la primera «madre» tribal: «Así ha dicho Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo y tu madre hetea» (Ezeq. 16:3). Remontándonos hasta el principio, Eva es «madre de todos los vivientes» (Gén. 3:20).
˒Em puede denotar a todas nuestras antepasadas: «Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado» (Sal. 109:14 RV-95).
Un grupo de personas o una ciudad, personificados, reciben el apelativo de «madre». Oseas (tal vez) se refiere a los sacerdotes como la «madre» de Israel: «Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre destruiré» (Oseas 4:5). Israel, el reino del norte, según Isa. 50:1, es la «madre» de Judá: «¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre» (cf. Oseas 2:4, 7).
Se considera que una ciudad importante es «madre» de sus ciudadanos: «Tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel» (2 Sam. 20:19).
En los tiempos de Débora, «madre de Israel» era un título de respeto (Jueces 5:7).
La «madre de un camino» se refiere al punto de partida de un camino: «Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio [la «madre»] de los dos caminos, para usar de adivinación» (Ezeq. 21:21).