LEVANTARSE

A - Verbo

qûm (6965, קום), «levantarse, erguirse; suceder, acontecer». El vocablo se halla en casi todas las lenguas semíticas, incluyendo hebreo y arameo bíblico. Aparece unas 630 veces en hebreo y 39 veces en arameo.

El término tiene varias aplicaciones. Denota cualquier movimiento hacia una posición vertical, tal como levantarse de la cama (Gén. 19:33); o bien lo contrario de estar sentado o arrodillado, como cuando Abram «se levantó de delante de su difunta» (Gén. 23:3). Puede referirse también al resultado de «levantarse», como cuando José vio en un sueño su gavilla levantarse y mantenerse «erguida» (Gén. 37:7 RVA).

Qûm tiene un uso intransitivo, sin un complemento directo que indique el punto de partida de la acción, como cuando Isaías dice: «No sucederá [«no subsistirá» RV], ni será así» (Isa. 7:7 RVA). A veces qûm se usa en modo intensivo para expresar las acciones de «facultar» o «fortalecer»: «De tristeza llora mi alma; fortaléceme conforme a tu palabra» (Sal. 119:28 LBA). También sirve para denotar un acontecimiento inevitable o algún hecho preanunciado o arreglado (Ezeq. 13:6).

En un contexto militar, qûm puede significar «entablar un combate». En Sal. 18:38 (RVA), por ejemplo, Dios dice: «Los golpeé, y no pudieron levantarse» (cf. 2 Sam. 23:10).

Otros usos de qûm son: «continuidad», en forma muy parecida a ˓amad, por ejemplo: «Pero ahora tu reino no perdurará» (1 Sam. 13:14 LBA); y «validez», como cuando los votos de una mujer no serán «firmes» (RVR; «válidos» RVA) si su padre se lo prohíbe (Núm. 30:5). Véase también Deut. 19:15, que declara que un asunto puede «confirmarse» únicamente con dos o más testigos. En algunos pasajes, qûm significa «inmóvil», como se dice de los ojos de Elí (1 Sam. 4:15).

Otra acepción especial de qûm es «volver a levantar», como cuando una viuda sin hijos se queja ante los ancianos: «Mi cuñado rehúsa levantar nombre en Israel a su hermano» (Deut. 25:7 RVA). En otras palabras, el hermano se niega a continuar («volver a levantar») el nombre de la familia.

En compañía de otro verbo, qûm puede sugerir simplemente el inicio de una acción. Cuando la Escritura dice que «[Jacob] se levantó, cruzó el río [Éufrates]» (Gén. 31:21), no significa que literalmente se puso de pie, solo que comenzó a cruzar el río.

Algunas veces qûm forma parte de un verbo compuesto sin mantener un significado propio. Esto ocurre sobre todo cuando se trata de una orden. Por eso, Gén. 28:2 podría traducirse: «Ve a Padan-aram», en lugar de «Levántate, ve». Otras acepciones especiales aparecen cuando qûm se usa con ciertas partículas. Con ˓al, «contra», a menudo significa «luchar contra » o «atacar»: «Cuando un hombre se levanta contra su vecino y lo mata» (Deut. 22:26 LBA). Tiene el mismo significado en Gén. 4:8, primera mención del vocablo. Con la partícula be («contra»), qûm significa «presentar una acusación formal»: «No se levantará un solo testigo contra un hombre» (Deut. 19:15 LBA). Con le («para»), qûm significa «testificar en favor»: «¿Quién se levantará por mí contra los malhechores?» (Sal. 94:16 RVA). La misma construcción puede significar el «traspaso» de un título de propiedad, como en el caso del campo de Efrón (Gén. 23:17).

B - Nombre

maqôm (4725, מָָקום), «lugar; altura; estatura; posición». En el Antiguo Testamento hay tres nombres que tienen relación con qûm. El más importante es maqôm, que aparece 401 veces en el Antiguo Testamento. Se refiere al sitio en el que algo o alguien está levantado (1 Sam. 5:3), sentado (1 Reyes 10:19), mora (2 Reyes 8:21) o simplemente está (Gén. 1:9). Puede además referirse a una localidad más amplia, tal como un país (Éx. 3:8), o a un espacio intermedio no determinado (1 Sam. 26:13). «Lugar» puede también referirse a una tarea u oficio (Ecl. 10:4). El nombre además tiene la acepción de «santuario», o sea, un «lugar» de culto (Gén. 22:3).

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