HENDER, DESGARRAR
baqa˓ (1234 ;בָקַַע), «hender, desgarrar, partir, abrir paso, abrir brecha, romper, irrumpir». Esta palabra aparece en todos los períodos de la lengua hebraica y también se encuentra en el antiguo ugarírico o cananeo. De este término proviene el nombre del famoso valle de Beqa («valle» o «hendidura») en el Líbano.
En sus varias formas verbales, baqa˓ se halla unas 50 veces en el Antiguo Testamento hebreo. Se usa por vez primera en Gén. 7:11, donde se declara que, debido al diluvio, «fueron rotas todas las fuentes del grande abismo». El uso común del término se manifiesta en los siguientes pasajes: cuando se habla de «partir» o «cortar» leña (Ecl. 10:9) y de que la tierra se «partió» o «quebró» (Núm. 16:31). Cuando los huevos de serpiente se «rompen», «se abren paso» las crías (Isa. 59:5). Se «abren brechas» en los muros de las ciudades para capturarlas (Jer. 52:7) y se cometen atrocidades de guerra como «rasgar el vientre» de madres (2 Reyes 8:12; cf. 15:16). Tres veces se dice que Dios «abre» («quiebra») rocas o la tierra con el fin de dar agua para su pueblo (Jueces 15:19; Sal. 74:15; Isa. 48:21).
En sentido figurado, se dice que la luz de la verdad «brotará como la aurora» (Isa. 58:8 BNC, BBC). Con expresión hiperbólica o exageración el historiador que registró el júbilo de la coronación de Salomón dice que «la tierra se partía con el estruendo de ellos» (1 Reyes 1:40 RVA).