DÉBIL, PEQUEÑO

tap (2945, טף), «alguien débil; niño; un pequeño». Existen cognados de este nombre en arábigo y etiópico. Las 42 veces que aparece este vocablo, exceptuando en 4 casos, son en las secciones narrativas, sobre todo en las narraciones en prosa del período premonárquico.

Básicamente este término indica a los miembros de alguna tribu nomáda que no están en condiciones de marchar o que pueden hacerlo hasta un lugar determinado. El término implica «los más débiles». Es en este sentido que se habla de hombres y de tapîm, es decir, los incapaces de moverse con rapidez por un tramo largo: «Entonces Judá dijo a Israel su padre: «Deja ir al muchacho conmigo. Así nos levantaremos e iremos, para que vivamos y no muramos nosotros, tú y nuestros niños pequeños»» (Gén. 43:8 RVA). Este matiz es más evidente en Gén. 50:7-8 (LBA): «Entonces José subió a sepultar a su padre, y con él subieron todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa y todos los ancianos de la tierra de Egipto, y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; solo dejaron a sus pequeños, sus ovejas y sus vacas en la tierra de Gosén». Dejaron atrás a las mujeres y a los ancianos para que cuidaran de los niños y de las bestias. En estos versículos se ve claramente que viajaron los hombres solamente.

En varios pasajes, tap representa únicamente a niños y ancianos: «Llevaron cautivos a todos sus niños y a sus mujeres, y saquearon todos sus bienes y todo lo que había en las casas» (Gén. 34:29: primera mención del vocablo). En otro pasaje, se exterminaron todos los hombres sanos y adultos de Siquem (Gén. 34:26).

Algunas veces el término significa simplemente «niños» o «niñas»: «Todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido varón, las dejaréis con vida» (Núm. 31:18, cf. v. 17).

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