COMANDANTE

sar (8269, שַַר), «oficial; líder; funcionario; comandante; capitán; jefe; príncipe; gobernante». Este vocablo, que tiene un cognado en acádico, se encuentra unas 420 veces en el hebreo bíblico. El término se aplica a menudo a ciertos «oficiales o representantes de un rey» no israelita. Este es el caso en Gén. 12:15, la primera vez que aparece el vocablo: «También la vieron los ministros del faraón, y la alabaron ante él». En otros contextos, sar se refiere a «hombres que claramente tienen responsabilidad sobre otros»; son «gobernantes y jefes». Sar puede significar sencillamente el «líder» de una profesión, un grupo o de un distrito, como Ficol, quien fue «jefe» del ejército de Abimelec (Gén. 21:22) y Potifar que fue «funcionario del faraón, capitán de la guardia» (Gén. 37:36). Según este uso, «jefe» quiere decir «funcionario» u «oficial» (cf. Gén. 40:2). Los sarim (plural) pertenecían a la «nobleza» (Isa. 23:8).

Sar se usa en ciertos «hombres notables» en Israel. Cuando Joab asesinó a Abner, David exclamó a sus siervos (oficiales del palacio): «¿No sabéis que hoy ha caído en Israel un príncipe y un gran hombre?» (2 Sam. 3:38; cf. Núm. 21:18). Joab, Abisai e Itai fueron «comandantes» en el ejército de David (cf. 2 Sam. 23:19). A los «líderes locales en Israel» también se les llama sarim: «Los jefes de Sucot le respondieron» (Jueces 8:6).

En varios pasajes, sar tiene que ver con la autoridad para «gobernar». Cuando Moisés intervino en una pelea entre dos hebreos, uno de ellos preguntó: «¿Quién te ha puesto a ti por jefe y juez sobre nosotros?» (Éx. 2:14). En este contexto, sar significa «líder», «gobernante» y «juez»: «Pero selecciona de entre todo el pueblo a hombres capaces, temerosos de Dios, hombres íntegros que aborrezcan las ganancias deshonestas, y ponlos al frente de ellos como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez» (Éx. 18:21 RVA). Al «comandante» del ejército de Israel se le llamaba sar (1 Sam. 17:55 LBA).

En Jueces 9:30, sar significa el «gobernante» de una ciudad. Cualquier oficial de gobierno podría llamársele sar (Neh. 3:14). A los «oficiales» del culto que servían en el templo de Dios también se les denominaba sarim (Jer. 35:4).

Los «principales» (RVR, LBD) o «jefes» (LBA, BJ, BLA, LVP) de los levitas (1 Cr. 15:16) o sacerdotes (Esd. 8:24) eran sarim. En 1 Cr. 24:5, el término parece ser un título: «Los organizaron por sorteo, tanto a los unos como a los otros, pues había oficiales del santuario [sarim qodes] y oficiales de la casa de Dios [sarîm ha˒elohîm] entre los hijos de Eleazar y entre los hijos de Itamar» (RVA).

En el libro de Daniel, sar se usa con referencia a «seres sobrehumanos» o «ángeles patronos». Miguel es el «príncipe» de Judá (Dan. 10:21; cf. Jos. 5:14). Dan. 8:25 alude a un rey que se levantará contra «el Príncipe de los príncipes [el Mesías]».

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