BUENO
A - Adjetivo
tôb (2896, טוב), «bueno; favorable; festivo; agradable; encantador; bien; bueno; mejor; correcto». El término se encuentra en acádico, arameo, arábigo, ugarítico y en sudarábigo antiguo. Aparece en todos los períodos del hebreo bíblico unas 559 veces.
El adjetivo denota «bueno» en todo el sentido de la palabra. Por ejemplo, tôb se usa con el significado de «agradable» o «encantador»: «Vio que el lugar de descanso era bueno y que la tierra era placentera, e inclinó sus hombros para cargar» (Gén. 49:15 RVA). Una extensión de esta acepción se puede ver en Gén. 40:16: «Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien (cf. NRV, BJ; «favorable» RVA, BLA; «bien» NBE), dijo a José». En 1 Sam. 25:8, se enfatiza el matiz de «deleite» o «festivo»: «Por tanto, hallen gracia ante tus ojos estos mis jóvenes, porque venimos en un día de fiesta» (RVA, BJ, BLA; «buen día» RV-95, NRV; «día de alegría» NBE). A Dios se le describe como «bueno», es decir, alguien que da «deleite» y «placer»: «Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras» (Sal. 73:28).
En 1 Sam. 29:6, el término describe la conducta humana: «Vive Jehová, que tú has sido recto, y que me ha parecido bien tu salida y tu entrada en el campamento conmigo». Tôb puede referirse a la belleza natural, como en 2 Reyes 2:19: «He aquí, el lugar de esta ciudad es bueno, como lo ve mi señor; pero las aguas son malas, y la tierra es estéril» (RVA). 2 Cr. 12:12 se vale de un matiz similar cuando aplica el vocablo para describir las condiciones en Judá bajo el rey Roboam después que este se humillara delante de Dios: «Las cosas fueron bien».
Tôb a menudo sirve de calificativo de un objeto o actividad común, pero desprovisto de matices éticos. En 1 Sam. 19:4, tôb describe las palabras de Jonatán en favor de David: «Y Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra de su siervo David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para contigo». En 1 Sam. 25:15 se dice que un pueblo es «amistoso» o «útil»: «Y aquellos hombres han sido muy buenos con nosotros, y nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo en que anduvimos con ellos, cuando estábamos en el campo». A menudo, el término tiene un énfasis aun más fuerte, como en 1 Reyes 12:7, donde «las buenas palabras», además de amistosas, hacen que la vida de los siervos sea más llevadera. La «buena palabra» de Dios promete vida en medio de la opresión e inseguridad: «Ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado» (1 Reyes 8:56). A menudo tôb describe alguna declaración como importante para salvación y prosperidad (real o imaginaria): «¿No es esto lo que hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto» (Éx. 14:12). Dios juzgó que la situación del hombre sin una esposa o «ayuda idónea» no era «buena» (Gén. 2:18). En otro pasaje, tôb es una evaluación del bienestar de alguna persona, situación o cosa: «Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas» (Gén. 1:4: primera vez que se usa).
Con tôb se describe también la tierra y la agricultura: «Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena [fértil] y ancha, a tierra que fluye leche y miel» (Éx. 3:8). Lo anterior indica el potencial que tiene aquella tierra para sostener la vida (Deut. 11:17). Con la expresión «tierra buena» se está comentando su productividad, tanto presente como futura. En contextos como este, la tierra se considera un aspecto de las bendiciones de salvación que Dios promete; fue por esto que Dios no permitió que Moisés cruzara el Jordán a la tierra que su pueblo heredaría (Deut. 3:26-28). También quedan incluidos en este aspecto de la «buena tierra» matices de su productividad y de su «encanto»: «Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares» (1 Sam. 8:14).
Tôb sirve para describir a hombres y a mujeres. En ciertas ocasiones se refiere a un «cuerpo élite» de personas: «Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos» (1 Sam. 8:16). En 2 Sam. 18:27, se describe a Ahimaas como «hombre de bien» cuando llega con «buenas» nuevas. En 1 Sam. 15:28 el término implica matices éticos: «Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú» (cf. 1 Reyes 2:32). tôb describe la apariencia física en otros pasajes: «La joven era muy hermosa [literalmente, «de buena apariencia»; «de muy buen ver» BJ]» (Gén. 24:16). Cuando el vocablo se refiere al corazón de las personas, describe «bienestar» en lugar de estado moral. Por lo que la idea paralela es «alegre y gozoso»: «Se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los beneficios que Jehová había hecho a David» (1 Reyes 8:66). Morir «en buena vejez» es un calificativo temporal (edad avanzada) antes que una evaluación moral; indica un tiempo cuando, gracias a las bendiciones divinas, morimos satisfechos (Gén. 15:15).
Tôb indica que una palabra, circunstancia o hecho dado contribuyen en forma positiva a la condición de una situación. A menudo este juicio no significa que aquello sea en realidad «bueno»; es apenas una evaluación: «Viendo el jefe de los panaderos que había interpretado para bien» (Gén. 40:16). El criterio puede ser moral: «No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro Dios, para no ser oprobio de las naciones… ?» (Neh. 5:9). El término puede también representar «estar de acuerdo» o «concordancia»: «De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno» (Gén. 24:50).
A veces, tôb se usa conjuntamente con ra˓ah («malo»; «perverso») con la intención de resaltar un contraste: «Cómo es la tierra habitada, si es buena o mala» (Núm. 13:19). En este caso, la evaluación serviría para determinar si la tierra es capaz de mantener al pueblo. En otros contextos puede referirse a «cualquier cosa entre lo bueno [favorable] y lo malo [hostil]», que es una forma de decir que «no es nada en absoluto».
En Gén. 2:9, el contraste entre tôb y la maldad implica matices éticos: «También el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal». La degustación del fruto de este árbol revelaría la diferencia entre lo moralmente malo y lo «bueno». La cita también sugiere que, al comer de esta fruta, la primera pareja intentó determinar para sí mismos el «bien» y el mal.
B - Verbos
yatab (3190, יטַַב), «ir bien», agradar, estar encantado, ser feliz». Este verbo aparece 117 veces en el Antiguo Testamento. El significado del término, tal como lo expresa Neh. 2:6, es «agradar».
tôb (2895, טוב), «estar alegre, contento; agradar; ser apropiado, atractivo, bueno, precioso». Tôb, que tiene cognados en acádico y en arábigo, aparece 21 veces en el Antiguo Testamento. Job 13:9 nos ofrece un ejemplo de su significado: «¿Sería bueno que él os escudriñase?»