ARAR
jarash (2790, חָרָָש), «arar, grabar, trabajar metales». La palabra aparece tanto en el antiguo ugarítico así como en el hebreo moderno donde tiene el sentido primario de «arar». Se encuentra 50 veces aproximadamente en el Antiguo Testamento hebreo. Un término muy adecuado a la cultura agrícola de Israel, jarash se usa a menudo por «arar» un campo, normalmente con bueyes (1 Reyes 19:19). La imagen de cortar o surcar el campo con arado se prestó fácilmente al uso metafórico de la palabra en el sentido de maltratar a otros: «Sobre mis espaldas araron los aradores» (Sal. 129:3). En Prov. 3:29, el vocablo se usa también para significar una trama (BJ) contra un amigo: «No intentes mal [literalmente, «no ares el mal»] contra tu prójimo que habita confiado junto a ti».
Tal vez por el mandamiento en contra de las imágenes (Éx. 20:4), jarash, en el sentido de «grabar», no aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento como hubiese sido el caso si Israel se hubiese dedicado como sus vecinos a labrar metales. El vocablo se usa en 1 Reyes 7:14: «Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro». La primera vez que se usa jarash es en Gén. 4:22 donde se habla de un «artífice de toda obra de bronce y de hierro». Es dramática la descripción del alcance del pecado de Israel, con el uso metafórico de «grabar»: «El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón» (Jer. 17:1).
B - Nombre
jarash (2796, חָרָָש), «grabador; artífice». Los profetas denunciaron la artesanía de los que trabajaban en metal cuando fabricaban imágenes (Isa. 40:20; Oseas 8:6). Un sentido más positivo del término se encuentra en 1 Cr. 29:5: «Oro pues para las cosas de oro… y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?»