ALA
kanap (3671, כָנף), «ala». El término hebreo también se encuentra en lenguas semíticas (ugarítico, acádico, arameo, siríaco y arábigo) y en egipcio. Kanap ha mantenido su significado también en hebreo rabínico y moderno. En el Antiguo Testamento kanap aparece en el primer relato de la creación: «Y creó Dios los grandes animales acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que esto era bueno» (Gén. 1:21 RVA; cf. Sal. 78:27). La frase idiomática, «todo lo que tiene alas», especifica aves voladoras: «Entraron ellos y todos los animales según su especie, todos los animales domésticos según su especie, todos los animales que se desplazan sobre la tierra según su especie, todas las aves según su especie, y todo pájaro, todo lo que tiene alas» (Gén. 7:14 RVA). La última frase se traduce «toda ave de toda especie» (RVR), «toda clase de aves» (LBA), «toda clase de pájaros y seres alados» (BJ), «pájaros de todo plumaje» (NBE), «insectos alados» (BLA).
La palabra «ala» se encuentra 109 veces en el Antiguo Testamento hebraico. Se destacan en particular las descripciones de los dos querubines de madera en el templo de Salomón y la visión de Ezequiel de las dos «criaturas» o querubines. También en otros pasajes la Biblia habla de las «alas» de los querubines (Éx. 25:20; 37:9) y serafines (Isa. 6:2).
Como extensión del uso de «ala», kanap significa «extremo». El borde inferior o costura de un vestido se conocía como kanap. El «doblez» (kanap; «falda» RVR) del vestido servía para portar objetos (Hag. 2:12). Saúl rasgó el borde (kanap; «punta» RVR) del manto de Samuel (1 Sam. 15:27). El punto más extremo de una tierra se conocía como kanap y se traduce en la RVR como «confines»: «Él levantará bandera para las naciones, y juntará a los desterrados de Israel. Reunirá a los dispersos de Judá desde los cuatro confines de la tierra» (Isa. 11:12; cf. Job 37:3; 38:13; Ezeq. 7:2).
En sentido metafórico, se dice que Dios protege a su pueblo como un ave protege a sus polluelos con sus «alas» (Deut. 32:11). El salmista describe el cuidado y la protección de Dios en términos de «sombras» y de «alas» (Sal. 17:8; cf. Sal. 36:7; 57:1; 61:4; 63:7; 91:4). Usando la misma metáfora, Malaquías aguarda una nueva era cuando «nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada» (Mal. 4:2).
Cuando las naciones se comparan simbólicamente con pájaros, kanap connota la idea de terror y conquista. Esto se expresa con claridad en la parábola de Ezequiel de las dos águilas y la viña: «Di que así ha dicho el Señor Jehovah: Una gran águila de grandes alas, largos miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó la copa del cedro. Arrancó la punta de su renuevo, lo llevó a una tierra de mercaderes, y la puso en una ciudad de comerciantes» (Ezeq. 17:3-4 RVA). Se ordena al creyente procurar el amparo de Dios cuando le acosa la adversidad y los adversarios le rodean: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad» (Sal. 91:4).
La Septuaginta ofrece las siguientes traducciones: pteruks («ala»); pterugion («fin; borde») y pteros («emplumado; alado»).